Los tribunales han de aplicar la justicia en Gotham, pero en los cómics de Batman se ve al héroe actuar al margen de la legalidad formal al combatir a los delincuentes
Da mihi factum dabo tibi ius –dame hechos que te daré Derecho-, es la máxima que preside los tribunales de justicia en el ideario popular, aunque en los cómics del Caballero Oscuro, al igual que en la realidad de los EE. UU., el lema es el de “In God We Trust” –Creemos en Dios-. Este término fue establecido legalmente en 1956 como lema oficial de los EE. UU., y por ende de los tribunales federales de justicia, por el presidente Dwight D. Eisenhower, aunque desde 1864 era común en las monedas estadounidenses, como la de la Batcueva.
La persecución judicial de los delincuentes atrapados por Batman sería interesante desde un punto de vista jurídico, porque la labor del Fiscal del Distrito de Gotham (Gotham District Attorney) sería esencial para demostrar la culpabilidad de los presuntos delincuentes para su valoración por el tribunal y su posterior condena penal o no. En este caso, habría que tener en cuenta la legislación aplicable en Gotham, además de la Federal, puesto que no sería lo mismo la normativa que rige en el Estado de Nueva Jersey, que en el de Nueva York o en el de Delaware.
“No castigar los delitos es un delito en sí mismo. Y esta ciudad se desangra hasta la muerte por la cantidad de delitos que hemos pasado por alto. Es hora de ponerle un torniquete a esa herida”
Capitán GCPD Nathaniel Barnes
Como no hay consenso para determinar a qué estado pertenece Gotham (ni siquiera a qué condado, pese a que en la ficción se dice que pertenece a Gotham County), aunque las mayores evidencias determinarían que fuese Nueva Jersey, se hará un análisis genérico de la persecución legal de los criminales arrestados por Batman.
De todos modos, aunque existan singularidades propias en la administración de justicia de cada Estado, cabe recordar que los Estados Unidos de América es un Estado federal, hay más puntos en común entre ellos, que divergencias, sobre todo porque casi dos tercios siguen como guía la normativa federal: The Federal Rules of Criminal Procedure.
¿Cómo funciona la justicia en Gotham?
Pruebas y evidencias
Para que los delincuentes sean encarcelados por sus delitos en un Estado democrático y de derecho como serían los EE.UU., las pruebas o evidencias que demuestren el hecho delictivo han de estar obtenidas de forma legal para poder ser utilizadas contra el infractor y, así ser determinantes para el juez a la hora de dictar la sentencia.
En un esquema muy básico existen pruebas directas e indirectas, circunstanciales o indiciarias. Las primeras, por sí mismas demuestran el hecho delictivo y la participación en él del imputado; las segundas, no pueden demostrar por si solas el hecho y necesitan estar apoyadas en otras, como pudieran ser una pluralidad de indicios probados, en la misma dirección sin contradecirse, relacionados entre sí y con una correlación lógica.
Un ejemplo muy claro podría ser el homicidio de un testigo en el juicio por parte de Dos Caras, en este caso el juez y los demás asistentes en el tribunal, ven cómo el villano mata a una persona, siendo esta una prueba directa
Si el homicidio se comete en un callejón, las cámaras de seguridad de la zona captan a Dos Caras huyendo del lugar, donde la policía encuentra una moneda con una cara tachada, restos del ADN de Harvey Dent en la ropa de la víctima y una corbata en dos tonos que pertenece al villano, serían pruebas indirectas que mostrarían que hubo una coincidencia temporal y espacial entre la víctima y Dos Caras, resultando muy probable que el autor del hecho delictivo fuese ese villano.
Pruebas lícitas
Existe una teoría procesal penal, denominada “El árbol de los frutos prohibidos” que determina que las pruebas obtenidas de manera irregular a lo largo del proceso no pueden ser usadas en los tribunales porque, de hacerlo, supondrían la nulidad del mismo.
En el caso estadounidense, esta doctrina solamente puede ser aplicada si se produce como violación de lo establecido en la Cuarta Enmienda de la Constitución (Fourth Amendment), que garantiza la inviolabilidad del domicilio, a menos que se justifique por parte de las autoridades, bajo una motivación suficiente o muy verosímil.
Hay que tener presente que la Constitución de los EE.UU. solamente restringe la actividad del gobierno, por lo que esta doctrina procesal no podría ser aplicada en la actividad del Caballero Oscuro, pero las pruebas aportadas por éste, al no aparecer después en el tribunal para poder ratificarse como testigo de la acusación, ni tampoco para poder ser contrastado por la defensa del imputado, necesitarían estar basadas en hechos demostrables para poder tener peso en la sentencia judicial, como se ha referido anteriormente.
“Un cuchillo es un buen amigo cuando no tienes a nadie”
Carmine Falcone
Otro claro ejemplo es el libro de contabilidad de Carmine Falcone que Batman deja en el tejado del departamento de policía en “El largo Halloween”, prueba documental de las actividades ilícitas del mafioso que previamente había dado a conocer al fiscal del distrito y al comisario de policía; para ser útil para la fiscalía, Batman debería declarar como testigo o, de no hacerlo, la fiscalía tendría que probar fehacientemente la pertenencia de ese documento al imputado. El juez, basándose en el principio de libre valoración de la prueba, determinaría si habría lugar o no para condenar al delincuente, motivándolo en la sentencia.
Registro policial
En el caso de que las pruebas en el procedimiento penal se basasen en un registro solicitado por la policía (Search Warrant), Gordon y sus hombres tendrían que haber solicitado previamente esta medida a los tribunales, justificándolo con una causa probable, siguiendo lo establecido por la Cuarta Enmienda de la Constitución.
Así, cuando Batman encuentra un laboratorio ilegal de sustancias estupefacientes, como el que producía las “Alas de Dragón” bajo la dirección de la jefa del crimen organizado Liu Xiao Ling, jefa del “Sei Bhaat Ghao” podría alertar al comisario de la situación del mismo, para que procediese a su entrada y se detuviese a los responsables.
En esta aventura los yonquis de Gotham fallecen continuamente resultando en vano los muchos intentos de Batman de evitar dichas muertes. En su investigación llega a la fuente de distribución de esa droga por parte del crimen organizado. Esa partida envenenada, que es mala para el negocio del crimen organizado por el número de fallecimientos, procedía de Sudamérica.
“EL MIEDO TE DICE CUÁL ES EL LÍMITE. EL MIEDO ES ALGO BUENO”
Teniente James Gordon
La alteración de dicha sustancia se achaca en un principio a la CIA norteamericana, por lo que el agente Evan Halsey es asesinado, pero su asesino lo que busca es ocultar el rastro de la droga adulterada, que es obra de la agencia federal Checkmate –Jaque Mate, en otras traducciones-, mediante el agente Evan Halsey.
En ese momento el policía responsable debería solicitar el registro al magistrado, basándose en lo visto y recogido en el acta policial de observación; en el caso de ser los propios policías quienes lo hubieran visto, no habría problema alguno, pero si la información proviene de Batman, la policía tendría que basarse en que se obtuvo por parte de un informante que es una fuente fiable.
En el presente caso, el magistrado ha de tener la certeza de que todas las circunstancias existentes en el caso apunten en la misma dirección y sea muy probable que el laboratorio de drogas sea cierto, basándose en la fidelidad de las informaciones aportadas por el informante en casos anteriores o por la aportación de suficientes razones lógicas en este.
Posteriormente esta autorización de registro podrá ser contrastada en la parte oral del procedimiento penal, donde la defensa podrá poner a prueba la precisión y veracidad planteada por la acusación, que resultó en la decisión judicial de admitir el registro en el laboratorio.
Confesión del delito a Batman
Cuando los delincuentes confiesan el delito ante Batman, su validez ante el tribunal de justicia sería limitada, no tanto por el propio hecho de la confesión sino por su dificultad de convertirla en un vestigio apto como prueba. Si Batman no actúa como testigo, ni hay una tercera persona que lo haga, su recorrido judicial será muy breve puesto que en la normativa de pruebas federal estadounidense no permite las confesiones de referencia (Hearsay).
“¡YO SOY LA NOCHE!”
The Batman
Otro problema que se encontraría el fiscal en el juicio es la obtención de esa confesión, si Batman lo ha golpeado o amenazado, por ejemplo, sujetándolo con una cuerda mientras lo tenía suspendido en el aire desde una azotea, el abogado defensor podría alegar su credibilidad al argumentar que dicha confesión fue obtenida bajo coacción.
A modo de curiosidad, que Batman no actúe como testigo no impide que su álter ego, Bruce Wayne, participe como buen ciudadano de Gotham como jurado de un tribunal que va a juzgar a Mr. Frío, capturado por Batman bajo la acusación del asesinato de tres mujeres en la saga “Días fríos”.
En esta saga de tres números, el autor muestra el daño interior que acaece sobre Bruce Wayne, incapaz de abstraerse del dolor detrás de su otra personalidad, que ocasiona a Batman la realización de acciones con multitud de fallos, añadiendo nuevas esferas a la interacción del Caballero Oscuro con su ciudad y con los habitantes de la misma.
¡Queda usted detenido! El aviso Miranda en Gotham
Ante la propia detención ¿podría usarse ante el tribunal competente por parte de los delincuentes atrapados por Batman, que el Caballero Oscuro no les leyó sus derechos y ello haría inviable su imputación procesal? En España a los detenidos policialmente se les informa de sus derechos al ser detenidos, contenidos en el artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que en los Estados Unidos sería el conocido como “Aviso Miranda” (Miranda Warning).
Los policías estadounidenses, incluidos los de Gotham, están obligados a informar de todos sus derechos a los detenidos, para que estos puedan entender su situación y determinar su voluntad de declarar o no hacerlo. En numerosas ocasiones se ha visto a Batman colaborar con las fuerzas policiales e incluso acudir a su llamada mediante la Batseñal instalada en la azotea de la jefatura de policía, pero Batman no es un actor estatal ni está contratado por la Administración.
Al no ser parte de la Administración, no está obligado a actuar con los estándares de ésta, por lo cual no tendría que indicar ese Aviso Miranda a los delincuentes, pero sí los policías que procediesen a detenerlo una vez llegados al lugar donde Batman los hubiese dejado.
Conclusiones
En definitiva, la participación de Batman sería justificable en el proceso penal subsiguiente para la condena de los delincuentes arrestados por Batman y la ejecución de la sentencia en la prisión de Blackgate u otra determinada por los magistrados, pero el problema proviene de los grandes villanos como Dos Caras, el Espantapájaros, el Ventrílocuo y, sobre todo, el Joker que acaban en Arkham, volviendo a las andadas en un breve espacio de tiempo.
Aquí los tribunales suelen decantarse por la aplicación de la eximente de capacidad plena, desconociéndose el por qué, puesto que las sentencias de los mismos no aparecen (por fortuna para los lectores).
En las aventuras del Caballero Oscuro, ya sea por que posean cualquier anomalía o alteración psíquica, que les impidan comprender la ilicitud del hecho o actúen conforme a una comprensión errónea y alterada; o la eximente de alteración grave de la conciencia de la realidad, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia.
Estas eximentes tendrían razón de ser porque para la comisión de un delito, a parte de otros presupuestos, se requiere una acción u omisión antijurídica y culpable.