El tercer episodio de la serie de los Anillos de Poder nos aclara más dudas acerca de la aversión de los orcos hacia la luz solar
Gracias a la emisión de la serie de Los Anillos de Poder, hemos tenido la oportunidad de volver a presenciar tan detestables criaturas: los orcos. A pesar de que no se sabe con certeza su origen (incluso los escritos de Tolkien se contradicen) sabemos que fueron creados por Morgoth, en una edad en la que la luz de los Dos Árboles no llegaba hasta cada esquina del mundo.
Otros escritos nos confirman que, tal y como lo plasmó Peter Jackson con sus películas, los orcos tuvieron su origen en unos “pozos de barro”, partiendo de que en un origen fueron elfos, los cuales fueron corrompidos e imbuidos por la voluntad del mismísimo mal.
Existe además una tercera hipótesis que indica que los orcos nacen de la unión entre un orco macho y una hembra. De todas formas, J.R.R. Tolkien nunca confirmó la existencia de ningún “orco mujer“, ni tampoco la de ningún orco infante.
Cuando el sol se alzó, los orcos quedaron traumatizados por su luz, siendo incapaces de viajar o permanecer bajo ella. Cuando Morgoth fue derrotado, los orcos se desperdigaron por toda la Tierra Media, la mayoría refugiándose en cavernas y convirtiéndose así en criaturas nocturnas.
Sin embrago, esto no significaba que odiaran toda fuente de luz. Tal y como hemos podido presenciar, los orcos emplean el fuego para multitud de fines, como para cocinar, llevar antorchas o usarlo con Grond, el descomunal ariete que se utilizó para derribar la puerta principal de Minas-Tirith.
Comparación de los orcos de los Anillos de Poder con la trilogía de Jackson
Los orcos en los Anillos de Poder parecen sufrir mayor aversión al sol que los orcos de la trilogía de el Señor de los Anillos, ya que no es sólo que les asuste la luz solar, si no que parece que incluso les quema la piel, razón por la cuál lleven puestas capas y cascos de hueso que les cubre el cuerpo. En la serie, además, Arondir, interpretado por Ismael Cruz Córdoba, utiliza esta debilidad para lograr huir de ellos.
Por otra parte, en la trilogía de el Señor de los Anillos tuvimos la oportunidad de ver diversas razas y subrazas dentro de los orcos, y su comportamiento ante la luz del sol. En Moria tenemos a los Trasgos. Más pequeños y salvajes que los orcos estándar, hicieron de la capital de los enanos su hogar, la cual era perfecta para refugiarse de la luz del sol y llevar a cabo sus despiadadas actividades.
En el Retorno del Rey, los orcos se aventuran a tomar Osgiliath, ya que teniendo Mordor tan cerca, Sauron invocó un manto de humo y contaminación para proteger a sus tropas. A medida que fueron tomando terreno hacia Minas-Tirith, el cielo estaba prácticamente cubierto de humo, haciendo más eficaz el asedio a la fortaleza.
Por último se encontrarían los Uruk-Hai, más robustos, más inteligentes y desde luego con gran capacidad para viajar bajo la luz del sol, siendo capaces de correr largas distancias sin apenas agotarse. En las Dos Torres, cuando los Rohirrim descienden las montañas para defender el Abismo de Helm, Gandalf utiliza su poder para crear una potente fuerza de luz, la cual sirvió para cegar y debilitar a la horda de Uruk-Hai, haciendo posible la victoria.
Podemos confirmar con esto que tanto los Anillos de Poder como las películas resultan acertadas y canónicas, ya que respeta el concepto de orco que J.R.R. Tolkien nos describió en su saga de libros de la Tierra Media.
Los primeros 4 capítulos de Los Anillos de Poder se encuentran disponibles en Prime Video
