Se cumplen 30 años de la publicación del cómic que narra los sucesos de Newt después de su encuentro con los xenomorfos en la película Aliens, y no podrían resultar más aterradores
Rebecca “Newt” Jorden nos fue presentada en la película de James Cameron de 1986, Aliens, como una niña que se convirtió en la única superviviente del asentamiento humano de Hadley’s Hope en la luna de Acheron, también conocida como LV-426. Los padres de Newt se consideraban exploradores que viajaban por el cosmos en busca de zonas inexploradas. Es por ello que acabaron topando con la nave abandonada que figuraba en la primera película de Alien, la cual fue dirigida por Ridley Scott. Los padres, tras dejar a Newt y su hermano en el vehículo, entran a explorar dicha nave, y horas después el padre es infectado por un abrazacaras.
Aunque no se puede apreciar bien lo que sucede a continuación, se presume que este suceso provoca el nacimiento de decenas de xenomorfos, incluyendo la Reina Xenomorfa. La horda alienígena mata al padre, a la madre, al hermano de Newt y a todos los que estaban cerca de ella, teniendo que esconderse en los conductos de ventilación y en los paneles del suelo hasta que finalmente es rescatada por Ripley, interpretada por Sigourney Weaver, y por los Marines Coloniales. Por desgracia, tal y como se puede apreciar a continuación, su vida no mejoró mucho a partir de ese momento.
El cómic de Aliens #1 relata qué pasó con Newt después de los acontecimientos en Aliens
En el cómic, creado por Mark Verheiden y Mark A. Nelson, la historia nos transporta unos años después de los acontecimientos de Aliens, siendo los sucesos de Alien 3 totalmente irrelevantes ya que cuando se publicó el cómic aún no se había estrenado la película. En el largometraje de Alien 3 se nos revela que Newt había muerto fuera de la pantalla y, a pesar de seguir viva en esta novela gráfica, su vida no resultó mucho mejor que una muerte repentina.
En Aliens #1, Newt es ingresada en un centro que dice ser un hospital psiquiátrico, pero se trata en realidad de una prisión de torturas. Dentro de este centro, Newt es cebada a drogas en lugar de hablar con profesionales médicos sobre su trauma, y no se le permite relacionarse con el mundo exterior sobre su tratamiento, lo cual es una prueba de que el propio centro sabe que no está ayudando a la gente, y que no quiere que nadie en el exterior se percate.
Newt no sólo está atrapada en este “hospital”, sino que, al no tener parientes vivos en la Tierra, nunca se le permite salir. Al ingresar en este hospital no sólo no consigue dejar atrás el infierno vivido con los xenomorfos, si no que además no hace más que empeorar. Tras un tiempo viviendo en estas instalaciones en contra de su voluntad, los médicos deciden que Newt debe someterse a una lobotomía para “ayudarla” a superar su trauma, y como no hay nadie en el mundo exterior que represente a Newt, los médicos tienen la autorización para ello.
Cuando Newt estaba atrapada en Hadley’s Hope con una horda de xenomorfos a su alrededor, al menos tenía la libertad de moverse por la colonia y aferrarse a la esperanza de que alguien viniera a salvarla, o de que pudiera salvarse a sí misma. Su historia era la de “mujer contra naturaleza“, un conflicto que probablemente no ganaría, pero en el que al menos podía luchar. Llegado el momento, Newt contaba con la ayuda de Ripley y los Marines Coloniales, lo cuál le resultaba una luz de esperanza, esperanza que se desvaneció cuando la internaron en este hospital.
Por muy aterradores que resultaran los Xenomorfos de Alien, la realidad siempre supera la ficción, ya que no hay nada más aterrador que permanecer en contra de tu voluntad en un lugar del que no puedes huir.