Durante una época en los cómics de Thor, el dios nórdico de Marvel llevó barba y parece que no hizo más que traerles diferentes desgracias en la etapa de Walter Simonson
Le pese a quien le pese, las adaptaciones de los cómics a la pequeña o a la gran pantalla suelen tomarse ciertas licencias de todo el material original. En algunas ocasiones se va convirtiendo en algo habitual que llega, incluso, a generar cambios dentro del material de origen del que vienen, pero eso no quiere decir que eso haya sido siempre así. No obstante, hay que saber convivir con ello y saber disfrutar de ambas cosas, ya que en muchas ocasiones estas libertades que se toman no son tan sumamente determinantes para la historia principal.
El hecho de que un personaje lleve el traje que se asemeja más a una etapa que otra no debería de ser motivo de lapidación hacia una película o serie, ya que el concepto del personaje puede plasmarse de otra forma o la historia que tratan de contarnos. Hoy tenemos que hablar de un personaje del UCM, el cual comenzó sus andanzas por el cine de una forma y ha ido viéndose modificado, pero hay un elemento de su cara que es muy característico en el cine: su barba.
Hablamos de Thor, el dios del trueno de Marvel, quien ha aparecido ya en cuatro películas en solitario, además de todas las que tienen que ver con los Vengadores. Esto le ha convertido en un claro referente dentro del UCM, pero la verdad sea dicha, esa barba que tiene no ha sido siempre algo tan característico del personaje y en sus orígenes no existía, sino que apareció después. Justo para esta entrada queremos recordar el momento en que llegó y todas las desgracias que le trajo consigo.
La barba de Thor, un elemento del UCM que siempre ha estado presente
Todo lo que tiene que ver con esta información está enteramente relacionado con al etapa de Walter Simonson en el personaje, algo que ha sido muy bien recibido siempre por los aficionados al personaje y que marcó un antes y un después. Actualmente seguimos contando con una edición de Marvel Héroes que nos trajo Panini, que la verdad es que recoge varios de los elementos que vamos a decir aquí. Hay que pensar que fue el momento en que se le dio mucha mayor libertad al personaje de Thor, sin dejarlo vinculado para siempre con el Doctor Blake.
Aquí entra en juego también que el personaje comenzó a resentirse, en los momentos finales de esta etapa, de que tenía dolencias y dificultades con uno de sus brazos. El hecho de que se enfrentara a Hela complicó mucho más las cosas ya que quedó maldecido por ella con dos cosas horribles: tendría los huesos de cristal para romperse con cualquier cosa y sería inmortal, teniendo que aguantar siempre todo ese dolor. En estos momentos el personaje ya presentaba una característica barba.
Debido al último encuentro que tuvo con Hela, nuestro protagonista trató de buscar una alternativa para poder gestionar todo lo que tenía que ver con los dolores que sufría y le impedían seguir con su día a día. Esto generó que pidiera ayuda a un gran amigo suyo, como era Tony Stark, quien le fabricaría brazo dorado que le permitiría poder portar su mítico martillo sin sufrir más daños. Fue breve, pero no duró mucho la felicidad de Thor, quien en un enfrentamiento con el Hombre Absorbente vio que esto no serviría de mucho y trató de buscarse las mañas para construirse una armadura.
Gracias a una fundición y un almacén donde Thor pudo acabar trabajando, llegó a desarrollar una armadura que muchos recordarán de esta etapa, donde se le podía llegar a vislumbrar su barba y le permitía seguir campando como héroe y hacer frente a diferentes amenazas sin las dolencias que le venían. Se trataba de una armadura de cuerpo entero que le permitía moverse y fue un gran paso para que el personaje, que acarreaba toda esa mala suerte, pudiera continuar.
Con todo y con eso, esa armadura no sería suficiente para hacer frente a Hela, pero sí que pudo ayudar a Thor a controlar una de las armaduras de los Destructores, de forma que con eso sí que pudo llegar a derrotar a Hela y hacer que las maldiciones que tanto le estaban atormentando acabasen. Esto permitió a Thor poder continuar sin esas dolencias y cicatrices, algo que aprovecharían totalmente en la próxima etapa para retirarle tanto la armadura como la barba.
El Thor de Walter Simonson termina y con él lo malo
Hasta aquí llega el primer momento en que Thor portaría una barba en su cara, algo que parece que marcaría enormemente la etapa de Simonson y que ha sido utilizada en otras historias o medios, ya que pudimos disfrutar de una armadura cercana a la que llevó en la cinta de Thor: Love and Thunder. No es que no hayamos visto más veces al personaje con barba, ya que la versión de Ultimate o el propio Thor tras la etapa de Jane Foster tenían, pero esta fue la primera vez y parece que no le fue tan bien como se creía.
Sin lugar a dudas, en el momento en que terminó la etapa de Walter Simonson, Tom DeFalco que continuaría las andanzas del personaje respetó estos elementos pero los retiraría más adelante, volviendo otra vez a una versión más cercana a la original que se trajo en los cómics. Este tipo de cambios suelen ser importantes en los cómics, pero resulta interesante ver lo que pudo llegar a suponer y una posible relación entre todas estas desgracias y el aspecto de Thor.
