La aventura de Bilbo Bolson en El Hobbit desencadenó los increíbles sucesos de El señor de los anillos, pero poca gente sabe qué hizo el famoso saqueador entre las dos historias
Cuando el escritor J.R.R. Tolkien publicó El Hobbit en 1937, no se esperaba que, debido al enorme éxito del libro, le persuadieron para realizar una secuela de la aventura de Bilbo Bolson. Cuando se puso manos a la obra, recordó el “anillo mágico” que el protagonista se había encontrado en la caverna de Gollum, por lo que decidió enfocar la segunda historia sobre ese objeto y sus extraños poderes. Por supuesto, esa aventura se fue haciendo más grande y mucho más ambiciosa, hasta convertirse en una trilogía y en su obra más recordada, El señor de los anillos.
En un principio, el protagonista de la nueva obra iba a ser Bilbo, pero al final lo descartó y creó al personaje de Frodo. Bilbo apenas tiene presencia durante toda la historia y por eso mucha gente no sabe qué le sucedió al último miembro de la Compañía de Thorin Escudo de Roble tras los sucesos de El Hobbit.
¿Qué paso con Bilbo tras el Hobbit?
Bilbo regresó a la Comarca en el año 2942 de la Tercera Edad, un año después de comenzar su aventura para recuperar Erebor. El pequeño Hobbit no llegó a casa con las manos vacías, pues tal y como estipulaba su contrato de Saqueador, merecía una catorceava parte de la recompensa que atesoraba el temible dragón Smaug.
Pero el regreso del señor Bolson no fue un camino de rosas. Resulta que sus egoístas y no muy agradables parientes, los Sacobilla-Bolson, le habían declarado muerto y estaban subastando todos los bienes del pobre Bilbo. Con la llegada de Bilbo se aclaró lo de su muerte, pero esto no hizo más que enfurecer a sus parientes que deseaban poseer la casa de este, Bolsón Cerrado. A pesar de demostrar que él era Bilbo Bolson y que no estaba muerto, tuvo que comprar sus pertenencias a los vecinos para evitar problemas. Pero al final pudo recuperar su casa y sus objetos y asentarse con más dinero del que habría soñado jamás.
Si habéis leído las obras de Tolkien, o visteis las películas de Peter Jackson, recordaréis que a los Hobbits se les describe como criaturas que aborrecen las aventuras y que eran amantes de la buena vida y la comodidad. También se les describe como rollizos debido a sus seis comidas diarias abundantes y a causa de una vida sedentaria. También son amantes de la cerveza y de la pipa de fumar. La única manera de que un Hobbit haga una excursión es prometiéndole una buena comida tras la travesía. Debido a este tipo de vida, el regreso de Bilbo se tomó con mucho recelo, pues se consideraba que este era una anomalía entre su raza.
Los años posteriores a El Hobbit, Bilbo se convirtió en uno de los Hobbits más famosos debido a su inmensa riqueza y porque no envejecía aparentemente (a causa del poder del Anillo Único), pero debido a su aventura, perdió todo el estatus que tenía entre su pueblo. Además, muchos enanos fueron de visita a Bolsón Cerrado en los siguientes años, algo que no gustaba a los Hobbits. Asimismo, Bilbo tenía relación con elfos, algo que no hace gracia a la mayoría de su raza, que prefieren aislarse de los problemas del mundo de la gente alta.
En el año 2989 de la Tercera Edad, adoptó a su sobrino Frodo después de que sus padres murieran ahogados en un accidente de bote. Frodo se fue a vivir con su tío Bilbo en Bolsón Cerrado. El protagonista de El Hobbit realiza los trámites necesarios para convertir a Frodo en su único heredero, algo que no sentó nada bien a los Sacovilla-Bolson, que hizo que sintieran más recelo y odio contra Bilbo. Durante el tiempo que vivieron juntos, Bilbo no emprendió nuevas aventuras, pero enseñó a su sobrino todo lo que sabía sobre la Tierra Media, los elfos y muchas otras cosas.
Tras esto, no hubo mayores eventos importantes, al menos hasta que Bilbo cumplió 111 años, algo que ya se narra en El señor de los anillos y que dio inicio a una de las mayores historias de la literatura fantástica.