Analizamos El Grinch en su tercera adaptación cinematográfica, que vuelve al terreno de la animación
Cada año, con motivo de las fiestas navideñas, las calles se llenan de adornos luminosos, los escaparates de las jugueterías ofrecen sus mejores novedades y los estantes de los supermercados hacen espacio para los turrones, los mazapanes y los polvorones. Otra aspecto habitual de dichas fechas es el aluvión de películas de esa temática que inundan las pantallas de nuestros televisores. Una muestra de ello lo tenemos en El Grinch (2000), largometraje live-action protagonizado por Jim Carrey, que ya contó con su primera versión animada en 1966. Sin embargo, en 2018, hizo la aparición otra película de dibujos homónima, que es, precisamente, el filme que analizamos en este artículo.
Más allá de donde naciste, más allá de tu imaginación, hay un lugar de ensueño, un lugar lleno de emoción. Pero no es un sueño, es una realidad. Y es que a Villa Quién ha llegado la Navidad. Sí, Villa Quién es genial, eso es de todos sabido. Y cuando llega diciembre es de lo más divertido.
Sí, los QUién de Villa QUién la Navidad adoraban , pero Al Grinch, en su cueva, la Navidad le espantaba.
Estas palabras, recitadas en modo de versos, como todas las pronunciadas por el narrador a lo largo de la película, sirven como introducción a este largometraje basado en el relato ¡Como El Grinch se robó la navidad! (1957), del Dr. Seuss, que cuenta con 92 minutos de duración y está dirigido por Yarrow Cheney y Scott Moiser.
Una vez que ha llegado la Navidad, los habitantes de Villa Quién se encuentran llenos de diversión y felicidad, con la excepción de un ser peludo y verdoso conocido como El Grinch, el cual, a raíz de un trauma infantil, odia dicha fecha y, por tanto, está dispuesto a hacer lo que sea necesario para fastidiársela a todos los demás.
Aunque la primera película animada sobre El Grinch se hizo de la manera tradicional, ya que en aquella época no se contaba con los mismos avances que tenemos hoy en día, la versión del 2018 ha sido rodada en 3D, tal y como demuestran las imágenes que acompañan a este artículo, lo que, sin lugar a dudas, resultará grato a los seguidores de este formato, mientras que desilusiona un poco a los que somos fanes de la animación tradicional.
Aunque la película se sostiene por sí misma y nos puede llegar a hacer sentir algo de lástima por el pasado del protagonista, al conocer sus motivaciones para odiar la Navidad, este aspecto resulta más trabajado en la película El Grinch del año 2000, en la que, además, se trata un tema que, por desgracia, está muy de moda en la actualidad, como es el del acoso escolar.
Al igual que sucede con la película de Jim Carrey, se encuentran diversas diferencias entre el cuento original y el filme, como el color del pelo y la piel Grinch, al que el Doctor Seuss había hecho blanco y con tonos rojizos, mientras que en la película optaron por el verde, con el fin de asemejarlo al largometraje de animación de 1966, titulado igual que el relato original.
Es inevitable encontrar similitudes entre El Grinch y la película Pesadilla antes de Navidad (1993), sobre todo al tratarse de dos filmes de animación generada por ordenador, ya que los protagonistas de ambos largometrajes se disfrazan de Papá Noel (o Santa Claus) y destrozan las fiestas de finales de diciembre. No obstante, mientras que Jack Skeleton lo hace con la mejor de las intenciones, las motivaciones del Grinch resultan mucho más perversas.
Evidentemente, El Grinch no deja de ser una película dirigida, sobre todo, al público infantil y, por tanto, viene cargada con la moralina que suele acompañar a este tipo de producciones, lo cual no es un impedimento para que un adulto también pase un rato entretenido con su visionado, siempre que no sea tan estrecho de miras como para que le moleste que se trate de un largometraje de animación.
Aunque El Grinch de 2018 obtuvo reseñas mixtas tanto por parte de la crítica como por la de la audiencia, no fue nominada a ningún permio, al contrario que su predecesora, que se llevó diez galardones de los veinticuatro a los que aspiraba.
Si te gusta esta temática y disfrutaste con la versión de Jim Carrey, no está de más que le des una oportunidad a esta nueva adaptación, sobre todo en estas fechas, lo que te permitirá comparar entre ambos filmes y decidir si te resulta más creíble El Grinch de animación o el que está interpretado por un actor de carne y hueso, al menos hasta que a alguien se le ocurra rodar una nueva versión, si es que con tres adaptaciones diferentes no es más que suficiente.