El debate sobre las infraestructuras de internet aviva el momento convulso de Netflix tras suspender el uso compartido de contraseñas
Uno de los debates más antiguos sobre la neutralidad en la red es si las grandes plataformas digitales como Netflix, Amazon o Disney, por poner un ejemplo rápido, deberían pagar por las infraestructuras de internet y, sobre todo, por el tráfico que generan en los diferentes países en los que operan.
Eso ha hecho que las grandes compañías de streaming estén en el punto de mira de las grandes teleoperadoras y proveedores de internet alrededor del mundo. Se avecina una tormenta de dimensiones épicas.
Netflix, Amazon, Apple, Microsoft, Meta y Google por los datos aportados son las empresas que más trafico generan, y las grandes empresas de telecomunicaciones afirman que estas marcas generan entre el 60 y el 70% del consumo global de la red de comunicaciones. ¡Casi nada!
¿Ha llegado la hora de que Netflix, Disney, Amazon o Movistar+ paguen por el uso de Internet y el tráfico que generan?
Con el fin de ganar más dinero con el tema de las cuentas compartidas, la compañía ha experimentado un revés en la adquisición de nuevos usuarios en distintos países. No sabemos si es un revés con el que ya contaba o, en cambio, se ha visto desbordado por el resultado negativo de su “gran operación‘ de marketing.
En busca de nuevas formas de atraer suscriptores, la compañía se enfrenta ahora a un nuevo desafío: el aumento del tráfico en internet y su posible impacto en su modelo de negocio. ¿Deberán las plataformas pagar por las infraestructuras de internet y el tráfico que generan en los diferentes países en los que operan?
Muchos proveedores de internet argumentan que el tráfico generado por las grandes empresas está provocando un aumento de los costos y una degradación de la calidad del servicio. Pero… ¿Qué pasará para que esto mejore?, ¿quién pagara esto? Sí, amigos, lo habéis adivinado muy bien.
Lo pagarás tú, ellos y yo, todos los clientes de Netflix que hayan decidido seguir dándole una oportunidad.
El gigante del streaming se enfrentó una demanda porque una de sus series habría causado una caída generalizada del servicio, dejando incomunicados a servicios esenciales como hospitales y escuelas durante horas. Que una serie afecte al correcto funcionamiento de las infraestructuras de un país es algo para hacérnoslo mirar.
Durante la pandemia, estas empresas se vieron instadas a reducir la calidad y el ancho de banda para evitar colapsar las redes de los países en los que operan por parte de los gobiernos.
Ahora piden que, al menos, las grandes empresas sean también corresponsables del estado de internet.
José María Álvarez-Pallete, responsable de Telefónica, en un carta dirigida a la institución más importante de Europa descifraba el volumen de este problema:
“El streaming, los juegos y las redes sociales originados por unas pocas plataformas de contenido digital representan más del 70% de todo el tráfico que circula por las redes”
Otras fuentes resumían:
“Hay que pensar que en los últimos años hemos pasado de un tráfico de internet dominado por el texto, como quien dice, a un tráfico de internet dominado por Este y otros proveedores de video”
El desastre está servido.
Fuente El Confidencial
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