Una nevera llena de cabezas es la continuación de la hilarante y alocada Un cesto lleno de cabezas de Hill House Comics/DC, publicada por ECC
Cuando Joe Hill a través de su línea de cómics Hill House introdujo una línea de terror en DC, al puro estilo de la extinta Vértigo, no dudó en hacer un gran equipo creativo con Dave Stewart, Leomacs y Riccardo La Bella, para publicar la exitosa Un cesto lleno de cabezas.
En Una nevera llena de cabezas, el guionista Rio Youers retoma la trepidante trama de Un cesto lleno de cabezas, con los hechos que ocurrieron en la isla de Brody, haciendo transcurrir un año desde estos… pero el filo del hacha vikinga sigue exigiendo cabezas que cercenar por haber hecho esperar a los lectores tanto tiempo.
Vuelta a la isla de Brody
Una vez que el misterioso hacha desapareciese tras el fuerte huracán del verano de 1983, esta permaneció sumergida en el fondo de la bahía de la isla, pero una herramienta tan poderosa no podía permanecer ignota y sepultada durante mucho tiempo, así que de ella emanaba una llamada a ser buscada y nuevamente encontrada, para seguir con su misión mítica.
La isla de Brody tiene nuevos visitantes y turistas, así como un nuevo sheriff en la ciudad, por no mencionar las playas cerradas a los bañistas debido a la presencia de un gran tiburón blanco avistado en las cercanías de las playas insulares. En este caso, una pareja de turistas, Calvin Beringer y Arlene Fields, pasarán el verano en la isla, donde tendrán un desafortunado encuentro con los moteros de la isla.
El grupo de moteros parece estar protegido por el nuevo sheriff y cuando Calvin tiene un encuentro con ellos las cosas se tuercen y ha de huir para salvar su vida de ellos, huyendo hacia la costa, pero al ser acorralado por los pandilleros decide saltar al mar y zambullirse, donde unos extraños reflejos desde el fondo marino llamarán su atención…
Una secuela con vida propia
Una nevera llena de cabezas está guionizada por Rio Youers, con los lápices de Tom Fowler y con colores de Bill Crabtree. Esta historia se asemeja a los blockbuster de las películas de acción de los años ochenta y noventa, con acción a raudales y viñetas dinámicas.
Youers implica en la acción a dos agentes del Departamento de Defensa que han de investigar unas reliquias nórdicas, específicamente un hacha que mantiene las cabezas vivas, aunque estén cortadas del resto del cuerpo, incluyendo nuevos personajes en la isla de Brody.
El hacha, como un instrumento mortal de violencia y masacre es el nexo de unión entre la trama originaria de Un cesto lleno de cabezas y su secuela, siendo una premisa tan poderosa que facilita una transición sin fisuras entre las dos historias.
Como una buena secuela, se mantiene un equilibrio entre la historia propia narrada en la trama actual y su contextualización del trabajo original, resultando muy interesante y haciendo que el lector quiera saber más de la historia, sumergiéndose profundamente en ella.
Ello no impide que una parte de la historia haga referencias explícitas a las tramas desarrolladas en Un cesto lleno de cabezas, haciendo crecer su conexión como una secuela directa, pero nunca se aleja de la trama establecida en esta historia, por lo que en algunos momentos pueda resultar confusa para aquellos lectores que no hayan leído la historia original.
El equipo artístico
Tom Fowler tiene un estilo característico, con una cierta reminiscencia caricaturesca, como la que aparecía en los carteles de las películas de finales de los años ochenta o comienzos de los años noventa, en sintonía con la atmósfera general del guion y la ambientación histórica de este. Este estilo enfatiza la acción trepidante y loca de las viñetas, además de hacerlas más viscerales.
El tomo publicado por ECC recopila las seis grapas originales del mercado estadounidense manteniendo una consistencia general, aunque en algunas escenas se echan de menos algunas viñetas secuenciales que eviten apariciones instantáneas, desmereciendo un poco la fluidez visual y narrativa de la acción.
Junto con los colores de Crabtree, que ensalzan el dibujo, hay que destacar la tipografía empleada para los diálogos, porque la hacen esencial para resaltar la propia trama, combinando perfectamente con ella y dotando de mayor energía a las viñetas, como puede observarse en las que aparece el tiburón, haciendo que sean escenas vibrantes y vívidas.
Un cómic muy recomendable
Al igual que la obra predecesora, Una nevera llena de cabezas es una buena historia que descoloca al lector a la vez que ofrece una aventura de acción visceral. Este cómic comienza a entretener desde las primeras páginas y no decae en ningún momento, al contrario, cada vez va a más y hace que el lector sea un yonqui de la trama, quien no puede abandonarla hasta haberla finalizado.
Edición original: Refrigerator full of Heads núms. 1-6 USA
Formato: 168 páginas . A color. Cartoné
¡La sanguinaria secuela del exitoso cómic Un cesto lleno de cabezas!
Desde hace un año, la misteriosa hacha que desató el caos en Brody Island durante el huracán del 83 ha reposado en el fondo de la bahía. Pero algo tan poderoso no podía permanecer enterrado eternamente. Mientras Calvin Beringer y Arlene Fields, una pareja que está de vacaciones, se encuentran en medio de los elementos indeseables de Brody, su caminata por la playa hará que encuentren algo mucho más afilado que un cristal de mar…
Regresa a las sangrientas orillas de Brody Island con esta nueva montaña rusa de la mano de los provocadores del terror Rio Youers, Tom Fowler, Craig A. Taillefer y Bill Crabtree. Este tomo recopila los seis números de la miniserie Una nevera llena de cabezas, coordinada por el afamado escritor Joe Hill, además de varias páginas de bocetos y diseños.
