Los primeros pasos de Spiderwoman en Marvel
Hasta bien entrado el nuevo siglo, antes de la aparición de Miles Morales, Peter Parker era el único personaje de Marvel que respondía por el nombre de Spiderman. No obstante, con su contrapartida femenina no sucede lo mismo, ya que son varias las heroínas que han ejercido bajo el nombre de Spiderwoman. En este artículo nos centraremos en la primera de ellas, cuyo nombre de civil es Jessica Drew, y aclararemos los motivos por los que fue creada.
Todo comenzó cuando Stan Lee descubrió que el estudio Filmation preparaba una serie para la cadena CBS, cuya protagonista se llamaba Spider-Woman. Parecía bastante claro que era una artimaña para lucrarse a costa de Marvel, pero sin pagar nada a la editorial. Por tanto, Archie Goodwin tuvo que trabajar a contrarreloj para sacar a la luz un proyecto que les permitiera registrar el nombre de la heroína antes de que la serie de televisión les pisase el terreno.
El primer uniforme de Spiderwoman
La tarea de diseñar el uniforme de Spiderwoman recayó en Marie Severin, que pensó en un traje superajustado y sexy, que contara con un elemento que abarcara desde el cuello hasta las inglés y recordara la forma de una araña. Aunque el rojo predominara, al igual que en el caso de Spiderman, el mencionado símbolo, las botas y los guantes serían de color amarillo, tal y como se muestra en la imagen que acompaña a este párrafo.
Como también puede apreciarse en la imagen, los brazos irían unidos al cuerpo por una red, a modo de telaraña, similar al ya desparecido concepto que Steve Ditko había diseñado para Spiderman. Al igual que el color del uniforme, los espacios blancos que cubrían los ojos de Spiderwoman eran el otro único elemento que asemejaba a la heroína con su homólogo masculino, aunque su máscara dejaba los labios al descubierto. En lugar de lanzar telarañas o trepar por las paredes, los poderes de esta justiciera la permitían volar, ser superfuerte y lanzar descargas eléctricas.
El debut de Spiderwoman
Finalmente, Spiderwoman debutó en Marvel Spotlight nº 32 (1977), con guiones de Archie Goodwin y dibujos de Sal Buscema, dentro de la historia Dark Destiny! En dicha aventura, la protagonista, bajo las órdenes de Hydra, intentaba matar a Nick Furia. Sin embargo, Spiderwoman actuaba así movida por el engaño al que le había sometido la organización terrorista, ya que padecía amnesia, quizás como consecuencia del experimento mediante el que El Alto Evolucionador le había otorgado sus poderes. Arrepentida y posicionada en contra de Hydra, Spiderwoman, en busca de su pasado, desaparecía de la vista de los lectores.
A Marvel le había salido bien la jugada, ya que Filmation no tuvo más remedio que cambiar el nombre de su serie, que fue rebautizada como Tarzan and the Super 7 (1979 – 1980), que la cadena CBS emitía los sábados por la mañana.
Marv Wolfman también acabó amando Spider-Woman
Sin embargo, la noticia de la creación de Spiderwoman no fue bien recibida por todos, ya que a Marv Wolfman le parecía estúpido e impropio de la editorial sacarse de la manga un personajes derivado de Spiderman. La admiración que sentía por el trabajo de Archie Goodwin fue lo único que lo animó para acercarse al cómic. Tras su lectura, cambió radicalmente de forma de pensar:
Era bueno. No, borra eso… ¡Era genial! Me encantó. No era Spider-Man. No tenía ni siquiera una relación lejana con él. De hecho, me dijeron que Stan no quería que Spidey y Webby (que era como yo llamaba a nuestra seductora arácnida) se encontraran en mucho, mucho tiempo. Spider-woman era interesante, y lo era por sí misma.
De hecho, Marv Wolfman quedó tan impresionado con Spiderwoman que le pidió permiso a Archie Goodwin para usarla como invitada de la saga narrada en los cómics 30, 31, 32 y 33 de la colección Marvel Two-In-One (1977), en las historietas Battle Atop Big Ben!, My Sweetheart… My Killer!, And Only the Invisible Girl Can Save Us Now! y From Stonehenge with Death!, respectivamente, en las que Ron Wilson se hizo cargo de los dibujos, con la excepción del primero mencionado, que fue obra de John Buscema.
Nueva cabecera de Spiderwoman
Dado que los resultados del mencionado Marvel Spotlight 32 resultaron favorables, Archie Goodwin propuso a Marv Wolfman y a Carmine Infatino ocuparse de una nueva cabecera protagonizada por Spiderwoman en solitario, en la que el guionista sugirió al dibujante que la parte superior de la máscara estuviera abierta para que una maravillosa melena negra (que, en realidad, sería una peluca) ondeara al viento, de modo que la heroína fuera mostrada con un aspecto visual aún más sexy.
Así vio la luz Spider-Woman nº 1 (1978), cómic en el que, dentro de la historia …A Future Uncertain!, se decidió ahondar en los orígenes de la protagonista, aclarando que sus poderes provenían un suero que le había inyectado su padre. Para no entrar en contradicción con lo narrado por Archie Goodwin y Sal Buscema en el cómic original, dicho progenitor tenía una estrecha relación con aquel que llegaría ser conocido como El Alto Evolucionador. Por último, Spiderwoman fue bautizada como Jessica Drew, por el nombre de la hija de Marv Wolfman y por Nancy Drew, una detective de la literatura infantil.
Mientras que la mayoría de los superhéroes de Marvel viven en Nueva York, las aventuras de la Spiderwoman original transcurrían en Londres, para que un encuentro con Spiderman quedara descartado, lo que convirtió a Morgana LeFay en la principal enemiga de la heroína arácnida. No obstante, pronto se trasladó a Los Ángeles, aunque sequia quedando lejos del habitual radio de acción del alter ego de Peter Parker, además de que sus aventuras solían contar con amenazas sobrenaturales, algunas de ellas terroríficas, que no encajaban bien dentro de las aventuras convencionales de Spiderman. Según Marv Wolfman:
Traté de mantenerlos todo lo separado que pude. Quería que ella tuviera su propia razón de ser y que no fuera una versión barata de Spider-Man que replicase su origen o propósito.
El primer encuentro de Spiderman y Spiderwoman
Finalmente, los dos héroes arácnidos se vieron las caras por primera vez en Spider-Woman nº 20 (1979), en la historieta Tangled Webs, debido a que Peter Parker había hecho un viaje a Los Ángeles. Para entonces, Marv Wolfman se había marchado hace tiempo de la serie, mientras que Carmine Infantino acababa de abandonarla. Por tanto, el encuentro entre ambos personajes recayó en Mark Gruenwald, Steven Grant y Frank Springer. Como viene siendo habitual en primeras impresiones entre superhéroes, Spiderman y Spiderwoman no empezaron bien pero acabaron haciéndose amigos, como demuestran las palabras que el ater ego de Peter Parker le dijo a la heroína después de besarle en la frente:
Me recuerdas demasiado a mí mismo. Creo que básicamente estás bien.
El salto a la pequeña pantalla de la heroína arácnida
Sin embargo, antes de que ambos héroes cruzaran sus caminos en el mundo el cómic, la heroína ya había logrado dar el saltar a la animación televisiva, gracias a la productora De-Patie-Freleng, que, en 1978, ya había hecho lo propio con Los Cuatro Fantásticos.
Spider-Woman (1979 – 1980) era una serie de mala calidad, con reutilización de imágenes y guiones faltos de originalidad. Jessica Drew era reinventada como editora de la revista Justice Magazine, en la que solo parecían trabajar un fotógrafo llamado Jeff Hunt (extremadamente parecido a Peter Parker) y Billy, un sobrino adolescente de la protagonista. Además de sus poderes habituales, esta Spiderwoman también disponía de un sentido arácnido y podía transformarse al más puro estilo de la Wonder Woman televisiva, es decir, girando sobre sí misma.
El final de la serie y el cómic
La serie tuvo una escasa duración de 16 capítulos, entre los que podemos destacar el primero y el séptimo, titulados La amenaza de las pirámides y La araña Kongo, respectivamente, ya que, en ellos, Spiderman aparecía como estrella invitada, con un papel mucho más relevante que el que tuvo en aquellos cameos de los que ya hablamos en su momento.
Aunque villanos como Dormammu (en el segundo episodio, llamado El reino de las tinieblas) o Wilson Fisk (en el quinto, que llevaba por título Kingpin ataca de nuevo) se dejaron caer por la serie, la mayoría de las fuerzas del mal que enfrentaba Spiderwoman eran fantasmas vikingos, monstruos de cine o alienígenas. Tampoco podemos dejar de mencionar un disparatado homenaje a Star Wars en el último capítulo, titulado Sueño de muerte.
Con el final de la serie de televisión, tampoco tenía mucho sentido conservar un cómic cuyas ventas no cumplían las expectativa deseadas. Jessica Drew y su alter ego no consiguieron convertirse en el icono femenino de Marvel, ni aunque se acercara al entorno de La Patrulla – X, en su condición de detective privada. Finalmente, en Spider-Woman nº 50 (1983), obra de Ann Nocenti y Brian Postman, la heroína encontraba la muerte en la historia Lifeline.
El regreso de Spiderwoman
Sin embargo, con el paso de los años, Spiderwoman regresaría con nuevos autores y sugerentes conceptos por explotar. Además, su existencia fue clave para que, en 1980, Hulk también constase con su contrapartida femenina: Hulka.
Aún no hemos tenido la ocasión de ver a la Spiderwoman original en versión live-action, aunque, si hacemos caso a los rumores, todo parece indicar que aparecerá en algún producto audiovisual nuevo más pronto que tarde.
