El guardaespaldas de Masud es el primer título de la colección Historias de la guerra publicada por cARTEm Cómics, con la invasión soviética de Afganistán como transfondo
El guardaespaldas de Masud, publicada por cARTEm Cómics, es una historia original de Jean-Pierre Pécau, versado en temática militar, y Renato Arlem ambientada durante la invasión soviética de Afganistán en la década de los ochenta del siglo pasado, publicada originalmente en Francia por Ediciones Delcourt en 2021 como Historie & Destins. Le Garde du corps de Massoud.
La guerra soviética en Afganistán
La guerra de Afganistán, tras la invasión soviética del país en la Navidad de 1979, fue el hecho más relevante en esa nueva etapa de tensión de la guerra fría, cuando el gobierno de Kabul viraba peligrosamente hacia los Estados Unidos, después de más de un lustro de intensas reformas para hacer del país un bastión comunista -sin tener en cuenta las tradiciones y religión imperantes-.
Además, la influencia iraní hizo saltar aún más las alarmas en Moscú. El 23-24 de diciembre de 1979, el Ejército Rojo tomó el control del país , sumergiéndose en una guerra que fue su “Vietnam” -junto con sus propios traumas-, con una geografía y una población hostil, contando también con una insurgencia apoyada por los EE. UU., China y varios países árabes.
De hecho al país asiático se le nombra el “Cementerio de imperios”, debido sobre todo al libro publicado en 2010 por David Isby: Afghanistan Graveyard of Empires, porque ahí sucumbió el poder de Alejandro Magno, el del Imperio británico o el del soviético narrado en El guardaespaldas de Masud.
Esta invasión supuso el derrumbe de la imagen de la URSS como apoyo de los países pobres y centro neurálgico para los fundamentalistas musulmanes del mundo. Los americanos bajo la presidencia de Carter, además de dar apoyo a los muyahidines, anunciaron sanciones como la prohibición de venta de grano o el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
La trama
Jean-Pierre Pécau y Renato Arlem narran en El guardaespaldas de Masud una historia verídica, la de un soldado soviético hecho prisionero por los muyahidines: Nikolai Bystrov. El recluta llega al país asiático en 1983, donde la guerra no es tal y como se narra en la Madre Patria, por lo que Bystrov decidió seguir a su conciencia y se convirtió en la sombra del comandante Masud.
Nikolai Bystrov se haría musulmán y afgano, demostrando a sus nuevos compañeros que daría a la vida por Ahmad Shah Masud, conocido jefe afgano a quien su valentía y arrojo le otorgó el sobrenombre de el León de Panshir, por rechazar a los soviéticos en el valle homónimo.
Ahmad Shah Masud se convertiría en ministro de defensa del gobierno de unidad nacional de Afganistán en 1992 y uno de los máximos exponentes del país asiático contra el integrismo talibán, lo que le supuso estar en el punto de mira de los radicales que pergeñaron un atentado contra él, costándole la vida.
Jean-Pierre Pécau y Renato Arlem
Los autores de esta obra no son autores noveles sin experiencia, sino que están ya consagrados en el noveno arte y precedidos de grandes obras en diversas editoriales, europeas y norteamericanas.
Jean-Pierre Pécau, autor francés nacido en la Ciudad de la Luz, estudió Historia y llegó a trabajar como profesor universitario. A partir de ahí se dedicó a los juegos de rol y a escribir guiones de juegos de rol y series de televisión, hasta que su hijo, gran lector de cómics, hizo que escogiese también ese medio.
Como guionista de cómics debutó en la Éditions Delcour con Zentak, siguiendo otras obras, destacando varias de ellas como Lignes de front, Luftballons, Sonora, Cavalerie rouge o la más conocida en España M.O.R.I.A.R.T.Y.
En El guardaespaldas de Masud Pécau sabe adaptar la historia de Nikolai Bystrov y darle un toque vívido, mostrando la pasión de los personajes, que se describen correctamente con el trasfondo donde transcurre la acción. El punto de vista de Bystrov hace destacar al personaje y mostrar la valentía de los personajes consecuentes con la guerra y la cobardía de algunos “profesionales” de esta.
El brasileño Renato Arlem sabe expresar con su arte las ideas del guion de Pécau. Este autor estuvo a los lápices de varias colecciones como Aniquilación, X-Men o X-Factor en Marvel, así como en otras grandes editoriales estadounidenses como DC (El día más brillante, entre otros) o Image.
El dibujo de Arlem es claro y detallado en algunos aspectos como en el equipamiento militar, tanto en los clásicos helicópteros del Ejército Rojo Mil Mi-24, las armas automáticas o los diferentes vestuarios de afganos y soviéticos. Los personajes aparecen también perfectamente definidos y la acción está bien resuelta y representada en las diferentes viñetas.
La edición de cARTEm Cómics
La editorial cARTEm ha publicado El guardaespaldas de Masud en un tomo de 60 páginas, con cubierta de tapa dura y unas dimensiones de 22,5×31.5 centímetros; siguiendo su habitual gran calidad, acompañándolo de varios extras, entre ellos, una pormenorizada descripción de la época histórica y de los personajes protagonistas.
En conclusión, El guardaespaldas de Masud de cARTEm Cómics es una gran lectura para el lector de cómic bélico, el de cómic histórico y para todo aquel que desee disfrutar de una historia humana en un mundo deshumanizado como es un conflicto militar.
LA HISTORIA REAL DE NIKOLAI BYSTROV, PRISIONERO SOVIÉTICO Y GUARDAESPALDAS DEL COMANDANTE MASUD.
Bystrov llegó a Afganistán en 1983, donde la guerra con la URSS hacía estragos. Hecho prisionero por los muyahidines, y convencido de que iba a morir, se ganó la confianza del comandante Masud e incluso se convirtió en su guardaespaldas.
CÓMIC HISTÓRICO
La historia comienza en los últimos años de Nikolai Bystrov en 2001 cuando descubre que la persona a la que eligió proteger con tanta pasión ha fallecido, pero el resto de la trama se desarrolla en Afganistán durante los años 80.
Nikolai era un comunista ruso que luchaba contra los afganos, hasta que fue secuestrado y termina uniéndose a su captor, convirtiéndose en afgano y musulmán.
El cómic tiene un final sorprendente.
