La historia detrás de la decisión de Batman de no matar a su peor enemigo
Durante mucho tiempo, décadas y décadas, los seguidores de Batman se han preguntado por qué el Caballero Oscuro se niega a poner fin al reinado de terror de un payaso aterrador al cual le faltan todos los tornillos, y acabar con su vida de una vez por todas. Como reza un vulgar dicho español: “Muerto el perro, adiós a la rabia”.
Ahora, en el cómic ‘Batman’ #136, obra de Chip Zdarsky, Jorge Corona, Belen Ortega, Tomeu Morey, Ivan Plascencia y Clayton Cowles, se ha revelado la respuesta definitiva a esta incógnita que ha generado cientos de teorías, a cuál más personal, de los seguidores del héroe enmascarado.
La clave de este enigma radica en una personalidad separada de Batman conocida como Zur-En-Arrh. En su complicada psique, Bruce ha desarrollado esta identidad adicional que juega un papel crucial en su decisión de no matar al Joker, pero hay más en juego que simplemente la voluntad de Wayne.
La respuesta definitiva en el cómic Batman #136
En este número en cuestión, se desvela al fin que Zur ha estado trabajando en secreto en un androide llamado Failsafe. Este androide está destinado a matar al Caballero Oscuro en caso de que cruce esa peligrosa línea y asesine a un criminal. Es la propia existencia de este dispositivo lo que impulsa al Caballero oscuro a resistir la tentación de acabar con el maldito príncipe del crimen en Gotham.
Matarlo significaría abrir una puerta a un camino sin retorno. Bruce teme que una vez que traspase es puerta, su sed de venganza no tenga fin y se convierta en un monstruo sin control. todo aquello contra lo que el mismo combate.
Es un miedo fundamentado en su propia experiencia de corrupción pasada y en el deseo de evitar repetir su propio origen traumático. La personalidad de Zur, aunque menos conocida, es impredecible y más violenta que el propio Bruce.
Si permitiera que esa faceta de sí mismo se apoderara de sus acciones, podría caer en la oscuridad y perder su propósito como protector de Gotham City.
La lucha interna de Batman contra su propia corrupción
El Caballero Oscuro no busca simplemente detener al puñetero payaso, también salvar vidas y proteger la ciudad que ama. Bruce entiende que el asesinato de su antagonista sería solamente el comienzo de una descenso a un oscuro lugar de su alma donde la línea entre el héroe y el villano se desdibujaría peligrosamente.
Si lo hiciera faltaría a uno de sus primeros dogmas: Perder el control y convertirse en una amenaza para la sociedad que juró proteger.
Las peores versiones de Batman ya habitan el Universo DC
Es un hecho innegable que a lo largo de las múltiples dimensiones del multiverso, hemos presenciado una variedad de interpretaciones del Caballero Oscuro que han traspasado los límites establecidos y han comenzado a derramar la sagrada esencia de la vida.
Desde la oscura y siniestra figura conocida como el Grim Knight, cuyo arsenal está impregnado de munición letal, hasta el desquiciado Batman que Ríe, cuya mente fue corrompida por el retorcido genio del payaso, activando una trampa maquiavélica en el preciso momento de su muerte.
Incluso en las profundidades de su versión vampírica, cuyo corazón y sed de sangre fueron despertados por la maldición de la inmortalidad.
Cada una de estas representaciones ha sucumbido a la tentación de la venganza extrema, encontrando en el acto de matar una vía para liberar su ira acumulada. Sus caminos sangrientos no han conducido a la dicha o al triunfo, sino más bien a un sombrío destino de desesperación y soledad.
Es imperativo recordar que Bruce es un ser humano, y como tal, no está exento de las oscuras tentaciones que acechan en los recovecos más profundos de su ser. Tal como se evidenció cuando Bruce Wayne se vio seducido de manera irrefrenable por el poder que obtuvo al absorber las habilidades sobrehumanas de Superman, o durante los cataclismos eventos de ‘Darkseid War’, donde la silla de Mobius corrompió nuevamente su mente y corazón.
Batman, con su imponente presencia, logra infundir el más profundo temor en los corazones de los despiadados criminales. Cuando se aventura a tomar la decisión trascendental de quién merece seguir con vida y quién debe enfrentar su destino final, su convicción le dice que se transformará en una criatura monstruosa.
Bruce teme que al cruzar esa línea, y que su propia esencia se vea contaminada por la oscuridad y pierda la esencia de su humanidad. Pero con la existencia del androide y su propia voluntad personal, estese mantiene firme en su propósito de salvar vidas y evitar repetir los errores del pasado.
Fuente SR
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