Norma Editorial publica el último cómic de Alcante, Bollée y Rodier, donde se cuenta la historia de cómo se creó el arma capaz de destruir mundos, la bomba atómica
La Segunda Guerra Mundial es uno de los momentos más tristes y oscuros de la historia de la humanidad. En esa época, se cometieron auténticas barbaridades y crímenes que deberían de avergonzar a la humanidad. Sin duda muchos saben como empezó el conflicto, con la invasión de la Alemania Nazi a Polonia, y como acabo, con el lanzamiento de armas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos de América.
Hay que decir que el final del conflicto podría haber sido muy diferente, pues el país norteamericano no era el único que había estado investigando las aplicaciones de la fisión nuclear. Todas las grandes potencias del mundo se encontraban en una carrera armamentística para diseñar lo que muchos científicos habían deducido, la bomba atómica. Un arma que dejaría obsoleta cualquier otra herramienta de guerra. Un arma capaz de destruir mundos.
La película de Christopher Nolan, Oppenheimer. Sabiendo que la película narrará el Proyecto Manhattan, Norma Editorial ha querido aprovechar el momento para publicar la nueva edición de La bomba, el cómic donde se cuenta todo el proceso de la creación de la primera bomba atómica.
La bomba de Alcante, Bollée y Denis Rodier
El 12 de septiembre de 1933, el físico Leó Szilárd descubrió o teorizó que era posible liberar de manera controlada grandes cantidades de energía mediante la reacción en cadena, un año más tarde solicitó la patente de una bomba atómica.
Este descubrimiento sacudió a la comunidad científica mundial y muchos gobiernos se empezaron a interesar en el concepto de las armas nucleares. Que en el año 1938, científicos alemanes descubrieron la fisión nuclear, haciendo que la creación de la bomba atómica pasará de ser una teoría a algo posible. El temor de que Alemania, ya bajo el gobierno de Hitler y de los Nazis, fueran los primeros en disponer de semejante arma, Szilárd y Eugene Wigner mandaron una carta al presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt. En ella explicaron y advirtieron de que se debía acelerar las investigaciones sobre las reacciones nucleares en cadena.
Lo que ocurrió a continuación ya lo sabemos todos, EEUU lanzó dos bombas atómicas sobre Japón, lo que hizo que el país nipón firmará su rendición y que acabará el mayor conflicto militar de la historia. Lo que ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial también lo conocemos todos. Con la creación de las armas nucleares, el mundo entró en una era completamente diferente, nuestra era.
Ciencia, destrucción y muerte
Los artistas Alcante, Bollée y Denis Rodier, han realizado un trabajo de investigación para traernos un cómic donde se cuenta toda la historia relacionada con la creación de la mayor arma de la humanidad. En todo momento se ciñen a la realidad histórica y científica demostrando la gran labor de documentación que han ejecutado. Obviamente hay artículos científicos que explican con más detalle el proceso de la fisión atómica y la radiación, pero los autores explican bastante bien su funcionamiento.
Durante toda la obra veremos a las figuras clave del siglo XX: científicos como Szilárd, Enrico Fermi, Albert Einstein, Werner Heisenberg o Robert Oppenheimer (su película se estrena en nada); militares como Leslie Groves, Douglas McArhur o Dwight D. Eisenhower; políticos como Adolf Hitler, Winston Churchil, Iósif Stalin, Harry S. Truman o Franklin D. Roosevelt. Durante la obra veremos cómo estas personas juegan papeles esenciales para dar forma al mundo actual, y es que no hay un protagonismo absoluto en el cómic.
Aun con el rigor histórico, existen ciertas licencias creativas, relacionadas más con la narración de la historia, algo necesario por el medio. Posiblemente, la mayor licencia se encuentra en el propio narrador del cómic, el cual podríamos decir que es la clave de la obra, el Uranio.
Los autores podían haberse centrado únicamente en el proyecto Manhattan, algo lógico teniendo en cuenta que ahí se creó el arma y que se podría realizar múltiples documentales solo con la información del proyecto. Los artistas van mucho más allá y nos narran todo el contexto geopolítico del momento, pues aparte de la guerra en Europa o en Pacífico, había una guerra económica para hacerse con el Uranio.
Algo que hay que admirar de la obra es que no se mantiene equidistante sobre ningún bando. En este conflicto mundial se cometieron toda clase de crímenes contra la humanidad, por ambos bandos. En La Bomba se reflejan todas las barbaridades que se cometieron, tanto dentro como fuera de las batallas. Desde el trato que recibieron trabajadores y científicos en esa época, pasando por condiciones de esclavitud, hasta los horribles experimentos sobre seres humanos para comprobar los efectos de la radiación. Ningún bando se salva.
Un dibujo sólido, pero no soberbio
El dibujo de Rodier es algo que no podemos calificarlo de excelente, pero cumple con creces. La decisión de que la historia este en blanco y negro es un gran acierto que fortalece la sensación de documental. Por el tono de la obra y por su aspecto documental, es posible que no permitiera experimentar con el dibujo, razón por la que el artista realiza un dibujo competente, pero que no se puede destacar como destacable. Realiza la función de narrar la historia.
Aunque el dibujo no sea muy llamativo, el artista sí que genera algunos dibujos espectaculares, sobre todo en las splash pages y double pages. Rodier saca partido de estos recursos narrativos para mostrar imágenes muy impactantes, donde se puede ver hasta donde llega la crueldad del ser humano y de sus acciones.
Aun así, hay que destacar la labor del artista en cuanto a las expresiones faciales, en ese aspecto sí que hay que destacar que Rodier realiza un gran trabajo. En una época de grandes conflictos, los sentimientos están a flor de piel, y el artista saca partido a las situaciones para mostrarnos un gran rango de expresiones. Teniendo tantos personajes y en blanco y negro, el lector podría confundir muchos personajes, pero el dibujante también hace una gran labor al hacer a los personajes bastante diferenciables.
La edición de Norma Editorial de La bomba
La edición creada por Norma es de buena calidad. Estamos ante un tomo de 472 páginas en blanco y negro, un tamaño considerable, pero al ser un formato de tapa blanda con solapas, no se hace nada incómodo para que se lea desde cualquier postura. Tal vez la edición podría haber sido algo mejor si hubiese habido mayor separación entre los márgenes interiores de las páginas, pero esto puede que sea más un detalle mío, pues en ningún momento he tenido problemas durante la lectura.
Al final del cómic, hay un posfacio de los tres autores donde narran de manera muy interesante su experiencia con la creación de la obra. Además, también viene la bibliografía que han usado para crear La bomba, evidenciando la gran labor de investigación que llevaron a cabo.
La bomba de Alcante, Bollée y Rodier debería de ser una obra indispensable para cualquier amante del cómic y de la historia. Aun cuando se generó la bomba atómica con la intención de que otros (peores) no la tuvieran, es necesario saber qué fue lo que se hizo y cómo se hizo, pues en todo el proceso se cometieron auténticas barbaridades. Con una historia que funciona como un documental, y un dibujo que cumple, los artistas nos muestran uno de los momentos más importantes del siglo XX, una época donde se vio de lo que éramos capaces los seres humanos, y no siempre en el buen sentido. Con un precio de salida de 35,00 €, el cómic ya esta disponible.
Si el formato rústico no os convence y preferís el formato de tapa dura, Norma también ha publicado el cómic en formato cartoné por un precio de 45,00 €.
Autores: Alcante / Bollée / Denis Rodier
Editorial: Norma Editorial
Páginas: 472 en blanco y negro
Formato: Cartoné / Rústico
Precio: 35,00 € / 45,00 €
Sinopsis: El descubrimiento de la fisión nuclear fue el primer paso en el largo camino que desembocó, el 6 de agosto de 1945, en el lanzamiento de la bomba atómica sobre la localidad japonesa de Hiroshima. La construcción de esta bomba es una historia que atraviesa el mundo, desde Washington al Congo Belga. Es una historia planificada por un puñado de personas, desde el físico Robert Oppenheimer al presidente Harry Truman. Pero, sobre todo, es la historia de sus víctimas anónimas. Anónimas en los libros de Historia, sí, pero no en las páginas de este cómic.
Los guionistas Alcante y L. F. Bollée se unen al dibujante Denis Rodier para dar vida a una de las gestas científicas más significativas del siglo XX en una novela gráfica que aúna el rigor histórico con el ritmo de los mejores thrillers.