Descubre las dos series animadas de Spiderman que vieron la luz en los noventa
Desde que, en 1983, terminó la serie de El Hombre Araña y sus sorprendentes amigos, Spiderman tardó mucho tiempo en volver a protagonizar unos dibujos animados en la pequeña pantalla. Aunque es cierto que, en ese intervalo de tiempo, se dejó ver por capítulos sueltos de series como Muppet Babies (1984 – 1991) o X – Men (1992 – 1997), como ya comentamos en su momento, no fue hasta 1994 que volvió a situarse como personaje principal de un show de animación, al que, poco después, le siguió otro de mucha menor aceptación y escaso recorrido. A continuación, si continuas leyendo este artículo, podrás ser testigo de nuestro análisis sobre dichas series.
Spider-Man (1994 – 1998)
Dado el éxito que había supuesto la ya mencionada serie animada de televisión basada en X – Men, tanto en niveles de audiencia como en venta de merchandising relacionado, era cuestión de tiempo que Spiderman corriera una suerte similar, siempre y cuando la temática resultase algo más adulta de lo que se había visto hasta la fecha.
Puesto que había que hacer bien las cosas, se buscó un redactor para escribir la Biblia del show animado de Spiderman. Avi Arad fichó a Martin Pasko para este cometido, pero acabó siendo sustituido por John Semper, que tenía una dilatada carrera al respecto y se consideraba un orgulloso seguidor del personaje, por lo que acabó siendo productor, coordinador de argumentos y guionista de la serie.
Uno de los primeros inconvenientes que tenía el show era que estaba condicionado por la película que, por aquel entonces, aún iba a desarrollar James Cameron, lo que impedía la utilización de los villanos que estaba previsto que aparecieran en el filme, como Electro (que terminó por hacer acto de presencia cuando la película ya estaba más que desestimada) y el Hombre de Arena.
Fox Kids, la cadena que se iba a encargar de retransmitir la serie, también puso sus propias condiciones al respecto: temas comprometidos, violencia excesiva, armas de fuego, puñetazos en la cara, gente que atravesara cristales, niños que estuvieran en peligro, sangre, Jameson fumando puros y la palabra muerte o sus derivados estaban completamente prohibidos, como ya se comentó en su momento.
Por supuesto, la compañía juguetera Toy Biz también sacó tajada de la serie de Spiderman, hasta el punto de que algunos personajes aparecieron en el show para poder contar con su propio muñeco, aunque John Semper tenía claro que no quería adaptar literalmente los argumento de los cómics, sino quedarse con lo que creía que funcionaría y desechar lo que no.
No obstante, hay que reconocer que John Semper estuvo acertado a la hora de mantener en la serie aspectos de Spiderman que funcionaban muy bien en los cómics, como es el caso del sentido arácnido o los lanzarredes mecánicos (en contraposición a la idea de James Cameron de que fueran orgánicos), de modo que Stan Lee se encontraba muy satisfecho con su trabajo.
John Semper decidió dejar a Gwen Stacy fuera de la ecuación, ya que sabía que no podría tener el mismo fin que en los cómics, además de que no se trataba de un personaje de actualidad, por lo que Felicia Hardy, que con el paso del tiempo se convirtió en la Gata Negra, ocupó su lugar. No obstante, la chica principal siempre fue Mary Jane Watson, a la que, al igual que en los cómics, Peter conoció a la fuerza, después de que su tía le preparara una cita a ciegas con la sobrina de su mejor amiga.
Ya desde el episodio piloto de la serie, titulado El Lagarto de las cloacas, Japón fue el país encargado de animar la serie, con un resultado más brillante en las escenas de acción que en los paseos en red, para los que se empezó utilizando un efecto generado por ordenador muy impresionante pero que rompía la estética y que acabó siendo relegado a ocasiones puntuales debido a las limitaciones presupuestarias de la serie.
Guionistas arácnidos de renombre ayudaron a John Semper en capítulos puntuales de la serie, como fue el caso de Marv Wolfman, J. M. Dematteis, Len Wein o Gerry Conway, que se encargo del episodio piloto, en el que se mostraba a Peter Parker como un adolescente universitario que vivía con su tía May, mientras sacaba fotografías para el Daily Bugle, donde trabajaban J. Jonah Jameson, Joe Robertson y Eddie Brock. Como ya hemos mencionado, el Lagarto era el primer enemigo a batir. Y, en el terreno amoroso, Felicia Hardy tontearía con Peter Parker antes de la llegada de Mary Jane.
El primer opening de Spider-Man dejaba bien claro que algunos de los personajes que iban a desfilar por la serie eran el Duende, Kingpin (inicialmente rebautizado como Malicioso), Doctor Octopus, Felicia Hardy, los Mata-Arañas o Veneno. John Semper tenía claro que tanto el simbionte original como su hijo Matanza (aquí llamado Masacre) tenían que aparecer, porque era lo que el público quería ver, aunque reconoce que la creación del alter ego de Eddie Brock no fue solo cosa suya, sino un trabajo en equipo.
Los estilos de John Romita y Todd McFarlane se dejaron notar a lo largo de la serie, así como la serie setentera de Nicholas Hammond, que, como ya comentamos, se tomó como referencia para Peter Parker. También pusieron cuidado en reflejar lo parlanchín que era Spiderman, tanto en sus habituales monólogos como en sus bromas mientras luchaba con villanos, además de los problemas habituales con los que tiene que lidiar un adolescente, acentuados por el hecho de ser un superhéroe.
No obstante, la serie Spider-Man no vio la luz hasta primeros de 1995, con una primera temporada de 13 capítulos. Pese a los deseos de John Semper de crear un arco argumental que abarcase toda la temporada, Avi Arad, que había escarmentado de ello en un proyecto anterior, se opuso con gran firmeza, ya que prefería hacer episodios autoconclusivos, aunque conectados entre ellos por pequeñas subtramas. Sin embargo, John Semper no tardó en salirse con la suya con los capítulos 2 y 3, titulados La Viuda Negra y El regreso de la Viuda Negra, lo que plantó la semilla para el resto de arcos argumentales, como los de Veneno y el Duende, aquí encarnado por Jason Macendale.
Para la segunda temporada, Avi Arad dio el visto bueno para que la trama principal de Spider-Man girara en torno al arco argumental conocido como Pesadilla Neogénica, en el que, aparte de tener al protagonista a punto de convertirse en una araña gigante, hacían acto de presencia personajes tan variopintos como Morbius, Blade, el Castigador o el Buitre. A lo largo de sus 14 episodios, pudo disfrutarse de adaptaciones de historias clásicas de los cómics, como la aparición de Los Seis Malignos (rebautizados así por la censura), la saga de La Estela del Tiempo, la de los brazos extra de Peter Parker o la del Buitre rejuveneciendo a costa de Spiderman, además de un cruce con los X – Men.
La tercera temporada de Spider-Man, compuesta por 14 capítulos recoge el arco argumental de Los pecados de los padres, en el que destaca las batallas entre el Duende Verde y el Duende, mientras que Richard Fisk y Alistair Smythe cobran una mayor importancia. Además, se nos muestra a un Spiderman amnésico ayudando al Doctor Octopus, se profundiza en el origen de Lápida y se asiste a la primera aparición del ya mencionado Matanza, pese a tratarse de un psicópata asesino.
Es en esta temporada donde aparecen por primera vez muchos personajes, como el Doctor Extraño, Daredevil, Iron Man, Corredor Cohete o Madame Webb (doblada en el idioma original por la esposa de Stan Lee). Sin duda, el capítulo final de dicha etapa, llamado Momento crucial, destaca por adaptar la historia de la muerte de Gwen Stacy, aunque aquí era sustituida por Mary Jane, la cual, en lugar de morir era transportada, al igual que el Duende Verde, a otra dimensión, en el que puede que fuera el mejor capítulo de toda la serie.
El arco de Socios en peligro, recogido por la cuarta temporada, constó de 11 capítulos y presentó al Capitán América y al Merodeador, además de traer de vuelta a personajes como Blade, al igual que el Duende Verde, esta vez encarnado por Harry Osborn. Como guinda de pastel, Felicia Hardy asume por fin la identidad de la Gata Negra y se produce el inexplicable regreso de Mary Jane Watson.
La quinta temporada de Spider-Man, compuesta por 13 capítulos, aparte de la boda de Peter y Mary Jane y del regreso de Hydro-Man (donde se descubría que la Mary Jane que había vuelto era un clon), recogió tres arcos argumentales: Los Seis Guerreros Olvidados, Guerras Secretas y Guerras de arañas.
El primero de dichos arcos, traía a la pequeña pantalla a Silver Sable y a Electro, que ya no se encontraba vetado por la película de Spiderman que James Cameron nunca llegó a hacer. El segundo versionó las Secret Wars originales, aunque, a parte del alter ego de Peter Parker, los únicos héroes presentes fueron la Gata Negra, el Capitán América, Los Cuatro Fantásticos, Iron Man y Tormenta, mientras que en el bando de los villanos estaban el Lagarto (que acababa cambiando de bando), Cráneo Rojo, Doctor Muerte y Alistair Smythe. Por supuesto, no se hizo mención al traje alienígena, puesto que ya había aparecido en la primera temporada.
En el tercer y último arco de la serie Spider-Man se atrevieron a tratar el tema del clon de Peter Parker (que ya había sido iniciado con el ya mencionado asunto de Mary Jane), sin ningún reparo a la hora de mencionar a Ben Reilly, ya que existía tal descontrol dentro de Marvel que la serie acabo sin supervisión alguna, dando total libertad argumental a los creadores de la misma.
No obstante el capítulo final de la serie nos regaló momentos como versiones alternativas de Gwen Stacy y de Ben Parker, lo que daba a Peter la oportunidad de despedirse de su tío o la visita de Spiderman al propio Stan Lee, interpretado en el idioma original por él mismo. Al final del episodio, Madame Webb llevaba al héroe al reencuentro con la auténtica Mary Jane.
John Semper tenía la esperanza de rodar dos temporadas más, en las que Spiderman viajaría en el tiempo en pos de un Matanza que estaría imitando a Jack, el destripador, en el Londres victoriano. Nunca sabremos qué habría dicho al respecto la censura de la época, ya que un conflicto interno imposibilitó continuar con la serie.
Spider-Man Unlimited (1999)
Una vez cancelada Spider-Man, Marvel y Fox pensaron llevar a cabo una nueva serie del personaje que adaptaría la etapa de Steve Ditko, bajo el nombre de Spider-Man: Year One. Sin embargo, la idea ya comenzaba con un presupuesto muy pobre, de modo que acabó por desecharse. En su lugar, se creó Spider-Man Unlimited (traducida a nuestro país como El regreso de Spiderman), que trataba de funcionar como secuela no oficial de la serie anterior y transportaba al héroe, además de a John Jameson, a Veneno y a Matanza, a la Contra-Tierra del Alto Evolucionador.
Aparte de la tía May, que aparecía junto con Peter, llorando junto a la tumba de su marido, en el opening de la serie, solo Mary Jane y Nick Furia aparecían en el primer capítulo, titulado Mundos aparte, Parte 1, para no volver a dejarse ver en el resto de la serie.
Como ya comentamos en su momento, debido a su escaso éxito, la serie no pasó de una primera temporada de 13 capítulos, cuyo último episodio, titulado Destino desatado, dejaba a Spiderman y compañía en una apurada situación de la que nunca veríamos la resolución.
