Doble estándar en Marvel: cómo la casa de las ideas tropieza cuando se trata de representar mujeres poderosas en sus historias
El universo de Marvel deslumbra con superhéroes inigualables, pero bajo esa luz resplandeciente se esconde una triste realidad: sus heroínas poderosas son tratadas de manera muy diferente a sus compañeros masculinos.
La editorial de las ideas irrumpió en el mundo de los cómics en los años 60, dejando una huella indeleble con héroes que lidiaban con cuestiones éticas y morales. El público quedó enganchado a tramas innovadoras y personajes complejos. Pero entre esos personajes, las heroínas poderosas no parecen recibir el mismo trato que los héroes masculinos.
Doble estándar en Marvel
En una revisión más cercana, este desequilibrio se vuelve evidente. Los héroes masculinos son celebrados como parangones de virtud, incluso cuando cruzan límites éticos. En cambio, las heroínas son temidas, como si su poder fuera una señal de inestabilidad o una amenaza latente.
El enigma de Bruja Escarlata
Wanda Maximoff, también conocida como Bruja Escarlata, ha evolucionado desde su debut como villana a una de las más poderosas Vengadoras. No obstante, su creciente fuerza se vio eclipsada por guiones que la presentaban como una figura inestable. La dinámica se perpetuó en arcos como Avengers Disassembled y House of M, donde Wanda perdió el control de sus habilidades divinas, llevándola a un ciclo destructivo que aún le cuesta romper.
El fenómeno Jean Grey
Similarmente, el avatar de la Fuerza Fénix, ha sido retratada como una mujer que no puede manejar su poder. Incluso cuando se reveló que Jean nunca fue realmente la Fuerza Fénix, el estigma de su supuesta inestabilidad continuó, afectando la percepción que sus compañeros X-Men tenían sobre ella.
La Trampa de la Mujer Poderosa en Marvel
Desde los comienzos de la edad plateada, Marvel Comics nos ha presentado a heroínas icónicas como Jean Grey, Wanda Maximoff y la Mujer Invisible, mujeres con habilidades sobrenaturales tremendamente poderosas. Pero, ¿por qué a menudo se las teme o castiga por su poder, en lugar de ser celebradas? No es un tema exclusivo de las mujeres, pero parece que la varita de medir es distinta cuando se trata de heroínas en el universo Marvel.
Grey y Wanda sirven como ejemplos emblemáticos de esta doble moral. Son de las más poderosas en sus respectivos equipos, pero su poder es percibido como una amenaza más que como un atributo. A diferencia del Hulk, que fue concebido como una advertencia sobre las armas nucleares, estas mujeres empezaron como superheroínas sin una etiqueta de advertencia adjunta.
Conocidos por la representación pobre de personajes femeninos durante la edad plateada, los escritores de Marvel trataron a la Mujer Invisble como un mero accesorio en Cuatro Fantásticos, relegada a tareas domésticas y tratada de forma casi despectiva. Aunque su personaje fue mejorado más tarde, el legado de esa época aún pesa.
Los Héroes y Anti-Héroes Masculinos: Impunes
Los personajes masculinos como Silver Surfer, Vision, y Professor X, a pesar de sus acciones cuestionables y tremendos poderes, raramente enfrentan el nivel de desconfianza o miedo que rodea a sus colegas femeninas. A menudo se les da el beneficio de la duda, e incluso personajes con historias problemáticas como Loki y Magneto se les permite la redención.
Nuevas Generaciones, Viejos Problemas
Lobezno, conocido por su violencia, entrena a Kitty Pride, quien adopta una actitud similar y cambia su nombre a Shadowkat. En lugar de ser alabada por su coraje, como Lobezno, se la cuestiona y se juega su cambio como una “pérdida de inocencia”.
Otro ejemplo es la muerte reciente de Ms. Marvel, que no sirvió más que para el desarrollo del personaje masculino Spider-Man. Las heroínas de Marvel han recorrido un largo camino, pero todavía están sujetas a una doble varita de medir que las penaliza en lugar de empoderarlas.
El Camino a Seguir: Desafiar los Viejos Moldes
Si bien es cierto que la editorial ha progresado en la representación de las mujeres, la necesidad de abordar estos desequilibrios y estereotipos sigue siendo una asignatura pendiente. Historias donde las emociones de las mujeres se convierten en su perdición deben ser cosa del pasado. La industria necesita avanzar para lograr una representación igualitaria, sin necesidad de estigmatizar el poder en las heroínas.
No es suficiente solo celebrar la diversidad; es necesario examinar y corregir la doble moral en la forma en que se tratan los personajes masculinos y femeninos en las historias de Marvel. Y para ello, tanto los creadores como los fans deben tomar cartas en el asunto.