Takashi Iizuki, productor de Sonic Superstars, desvela que los juegos venideros abandonarán el pixel art en favor de nuevas experiencias visuales
Nada permanece igual para siempre, especialmente en el mundo vertiginoso de los videojuegos. Un claro ejemplo es Sonic, el icónico erizo azul, que ha experimentado una evolución notoria tanto en 2D como en 3D. En una conversación reciente en Gamescom, Takashi Iizuki, el líder del estudio, compartió su visión para la franquicia en los próximos años, dejando en claro que el futuro no incluye el amado pixel art.
El futuro visual de Sonic
Iizuki no solo habló de cómo las diferentes dimensiones juegan un rol vital en el éxito de Sonic, sino que también abordó los cambios que enfrentará el equipo de desarrollo. Según él, mientras que Sonic Frontiers servirá como base para el desarrollo de futuras entregas en 3D, en el espacio 2D se verá una gran transformación en la estética visual.
Sonic Superstars, previsto para octubre, será una de esas entregas que marcará un antes y un después en la serie. El juego contará con personajes queridos como Sonic, Knuckles, Amy y Tails, pero a diferencia de las entregas anteriores, las visuales serán nítidas y en 3D. Iizuki fue claro: aunque el pixel art tiene su encanto, no será “un estilo de arte o presentación viable para nuestros jugadores” en el futuro.
La evolución de estilo y contenido
Esta decisión no ha sido fácil para el equipo, que busca continuamente formas de “evolucionar el estilo” sin perder la esencia de la franquicia. El propio Iizuki enfatizó que el Sonic Team está centrado en “crear nuevo contenido” del que puedan sentirse orgullosos en los años venideros. El juego incorporará una experiencia cooperativa para cuatro personas por primera vez, y además permitirá seleccionar desde el inicio a cualquiera de los cuatro personajes, cada uno con habilidades únicas.
¿Qué viene después de Superstars?
El lanzamiento de Sonic Superstars será una piedra angular para observar la dirección que tomará el Sonic Team en sus futuros proyectos 2D. El juego, que llegará a PC y consolas el 17 de octubre, apostará por una combinación de elementos clásicos y novedosos. No solo regresará el archienemigo Eggman, sino que también hará su reaparición Fang the Hunter e introducirá a un nuevo personaje misterioso, Trip.
Giros sónicos
El mundo del erizo azul ha sido siempre un crisol de innovación y nostalgia, un rincón del entretenimiento donde la velocidad se encuentra con la aventura y la exploración. De ahí viene la complejidad de abandonar una forma de arte como el pixel art, que para muchos representa la esencia pura de los videojuegos retro. Pero si algo ha demostrado esta franquicia a lo largo de los años, es su capacidad para adaptarse y sobrevivir en un mercado en constante cambio.
La decisión de cambiar la estética visual de los títulos futuros en 2D se suma a una larga lista de riesgos que el estudio ha tomado a lo largo de los años. Quién podría olvidar el momento en que Sonic se lanzó al mundo en 3D o cuando se experimentó con géneros completamente distintos como los juegos de lucha y los deportes. En cada etapa, el equipo ha tratado de equilibrar la innovación con la fidelidad a los elementos fundamentales que hacen a Sonic tan querido.
¿Qué significa todo esto para la comunidad de fans?
Bueno, los cambios siempre generan reacciones encontradas. Algunos recibirán con los brazos abiertos esta nueva dirección, emocionados por las posibilidades que abre en términos de narrativa y gameplay. Otros, más apegados al pasado, podrían verlo como una desviación indeseable del camino que hizo grande a Sonic. Sin embargo, lo que está claro es que el estudio de videojuegos no toma estas decisiones a la ligera; hay una visión estratégica detrás de cada movimiento.
Quizás la clave aquí sea mantener una mente abierta como comunidad de seguidores. Takashi Iizuki y su equipo están jugando un juego a largo plazo, diseñando un futuro donde Sonic no solo sigue siendo relevante, sino que también continúa sorprendiendo a nuevas generaciones. Y en ese sentido, es difícil no emocionarse por lo que vendrá, incluso si eso significa decir adiós al pixel art que muchos de nosotros amamos. Solo el tiempo dirá si esta audaz estrategia será la correcta, pero una cosa es segura: el mundo del erizo nunca dejará de girar, y eso, en sí mismo, es algo que vale la pena celebrar.
