De Jedi a… ¿qué? Descubre el misterioso pasado de Baylan Skoll y cómo desafía las expectativas del futuro de Star Wars en Ahsoka
En el universo de Star Wars, Baylan Skoll se desmarca de la imagen tradicional del Sith. No busca poder y control, sino la destrucción de la galaxia para reconstruirla de forma superior. Su singular perspectiva y su admiración por los Jedi lo convierten en una figura diferente dentro de la amplia gama de villanos de la saga.
Antes de profundizar en Baylan, debemos recordar que el lado oscuro de la Fuerza ha sido responsable de icónicos antagonistas. Desde el inolvidable Emperador Palpatine hasta el insuficientemente aprovechado Maul, los Sith son garantía de maldad en su máxima expresión. Pero Baylan Skoll, interpretado magistralmente por Ray Stevenson en la serie Ahsoka, trae un soplo de aire fresco. En el episodio Jedi Caído, nos sumergimos en el pasado de Baylan, desvelando que sus objetivos distan mucho de los de un Sith convencional. Su simpatía hacia los Jedi y su desdén hacia Anakin Skywalker por su transformación lo convierten en un antagonista fascinante y enigmático.
Un protagonista fuera de la norma
Es claro que, aunque Ahsoka ya no es una Jedi, Baylan tampoco es un Sith en esencia. Algunos detalles lo delatan, como su sable de luz, que se inclina más hacia el naranja que al característico rojo Sith. Este matiz visual, producto de un proceso conocido como “sangrado”, separa a Baylan de los Sith tradicionales. Pero es su motivación la que verdaderamente lo diferencia.
A diferencia de los Sith que buscan poder, Baylan aspira a encontrar a Thrawn, a quien espera seguir, subordinándose a una figura que considera más grande que él. No busca iniciar una guerra, sino encontrar a alguien que pueda liderar lo que queda del Imperio, una posición que podría haber reclamado si hubiera seguido el camino típico de los Sith.
Dentro de Star Wars, son pocos los usuarios de la Fuerza que no se encasillan como Jedi o Sith. Baylan es uno de esos raros ejemplares. Su singularidad lo hace aún más atractivo para los aficionados, ofreciendo un matiz diferente al maniqueísmo tradicional de la saga.
Baylan: un espejo del pasado Jedi
Como ex Caballero Jedi, no debería sorprendernos que Baylan sienta simpatía por los Jedi. Pero va más allá. Baylan recuerda con nostalgia los viejos tiempos, demostrando un conocimiento profundo y un respeto duradero por la Orden Jedi. Su aprendiz, Shin, luce una trenza de padawan, un símbolo exclusivo de los Jedi. Si bien Baylan condena la destrucción causada por Anakin, también parece resentir el camino que tomó. No es un líder en busca de su propia causa oscura, sino un mercenario al servicio de los restos del Imperio.
El hecho de que aún sienta ira por la destrucción de los Jedi, a pesar de haberse unido al lado oscuro, abre un abanico de interrogantes sobre su personaje. ¿Por qué no sigue el camino de los Jedi? ¿Por qué no ayuda a reconstruir la Orden? ¿Por qué apoyaría al Imperio que los exterminó? A medida que se desarrolla su personaje, Ahsoka tiene la oportunidad de explorar un camino diferente para un Jedi caído.
La versatilidad de Baylan Skoll
Con su ambigüedad y el hecho de que no sea un verdadero Sith, Ahsoka tiene ante sí una oportunidad única para profundizar en un antagonista original. La impecable actuación de Ray Stevenson solo intensifica la experiencia, sobre todo al saber que es el último personaje que vamos a ver del actor tras su repentina muerte hace unas semanas.
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