Alan Moore, el maestro detrás de Watchmen, no sólo ha mostrado su desagrado hacia el mundo de los cómics, sino que ha tomado una firme decisión sobre sus royalties
No hay duda de que Alan Moore es una de las figuras más controvertidas y emblemáticas del mundo de los cómics. Con obras maestras en su haber como Watchmen, V de Vendetta y Batman: La Broma Asesina, ha dejado una marca imborrable en la industria. Sin embargo, no todo es admiración y respeto hacia él. Su reciente declaración sobre la donación de sus futuras ganancias y su manifiesto desagrado hacia los cómics y sus seguidores ha causado revuelo.
Donación
El aclamado escritor, que ha manifestado en múltiples ocasiones su desagrado por las adaptaciones cinematográficas y televisivas de su trabajo, confirmó recientemente en una entrevista con The Telegraph su decisión de dirigir todos sus royalties futuras a la organización Black Lives Matter. Al preguntársele sobre si compartía sus ingresos por derechos de autor con otros creativos, Moore fue claro: “Ya no deseo que ni siquiera se comparta con ellos. No siento que, con las películas recientes, hayan mantenido lo que supuse eran sus principios originales. Así que pedí a DC que enviara todo el dinero de cualquier futura serie de televisión o películas a Black Lives Matter“.
¿Por qué este rechazo hacia el mundo de los cómics?
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Moore, es su franca opinión sobre el universo e industria del noveno arte. Para él, están diseñados principalmente para niños. Explicando por qué ya no desea interactuar con sus fans, comenta que al asistir a convenciones de cómics, muchos lo miraban como si estuvieran teniendo una experiencia religiosa en lugar de una conversación normal. “Me he retirado a lo que probablemente pensaba originalmente que era la vida de un escritor, donde te sientas en casa y escribes libros“, menciona.
El autor también expresó su falta de afecto hacia aquellos escritores y artistas que se inspiraron en su trabajo en el mundo de los cómics. Indica que no pretendía que sus experimentos con cómics fueran adoptados por toda la industria. Al reflexionar sobre su trabajo en Watchmen, dijo: “No estaba diciendo que los personajes psicópatas oscuros son realmente geniales, pero eso parece ser el mensaje que la industria tomó durante los siguientes 20 años“.
El revolucionario del mundo del cómic
Hablar de Moore es sumergirse en un universo complejo, oscuro y totalmente innovador dentro del panorama de la novela gráfica. Su figura trasciende más allá de un simple guionista; es el arquitecto de una era dorada en la narrativa gráfica, que rompió moldes y redefinió lo que se consideraba tradicionalmente una “historieta”.
Con su llegada, los tebeos dejaron de ser considerados solo para el público infantil y juvenil. Sus tramas densas, personajes profundos y cuestionamientos filosóficos y políticos transformaron el medio en una plataforma para el análisis crítico y social. Títulos como V de Vendetta desafiaron la percepción del bien y el mal, y mostraron los grises de la sociedad y la política.
Su estilo narrativo se caracteriza por ser enrevesado y altamente simbólico. Moore ha tenido el talento de entrelazar historias dentro de historias, creando capas de interpretación que desafían al lector y lo invitan a un reanálisis constante.
Influencia más allá del papel
Aunque ha mostrado desdén por las adaptaciones de sus obras, la realidad es que su legado también se ha visto reflejado en el cine y la televisión. Películas y series basadas en sus creaciones han generado debate y reflexión, evidenciando que la esencia de Moore va más allá del medio impreso.
Su legado es fundamental para entender el cómic moderno. Su huella, aunque a veces controvertida, es innegable en el desarrollo y evolución de la narrativa gráfica contemporánea. Es un pilar en la historia del noveno arte, y su influencia seguirá resonando en las generaciones futuras.
Pese a su posición crítica y en ocasiones considerada agria, el impacto de Moore en la industria de las viñetas es innegable. Si bien puede ser decepcionante para muchos seguidores escuchar su menosprecio hacia el género que lo ha hecho famoso, es innegable que tiene la libertad de tomar decisiones sobre su trabajo, incluida la gestión de sus regalías. Y aunque quizás no veamos su entusiasmo por la próxima adaptación animada de Watchmen el próximo año, su legado perdura.
