sábado, noviembre 23, 2024

Los secretos detrás de la película de Spider-Man 3 (2007)

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Panini

¿Cuánto sabes de los entresijos de la tercera película de Spiderman dirigida por Sam Raimi?

Spider-Man 3 llegó a las pantallas de cine en un mal momento, ya que vino precedida de películas como Blade: Trinity (2004), Elektra, Man-Thing y Los Cuatro Fantásticos (todas ellas estrenadas en 2005), que no lograron alcanzar el éxito esperado. El estreno de X – Men: La decisón final (2006) y Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer (2007) tampoco ayudaron demasiado a la causa. Por suerte, largometrajes como Batman Begins (2005), sumados al recuerdo de la buena acogida que, en su día, habían tenido Blade (1998), X – Men (2002) o Spider-Man (2002) evitaban que el cine de superhéroes desapareciera por completo.

Teniendo en cuenta que Spider-Man 3 continuaba con el mismo equipo que su predecesora, todo parecía ir encaminado a un buen resultado. El hecho de que el presupuesto de la película fuera de doscientos cincuenta y ocho millones, veintiocho más de lo que había costado Spider-Man 2 (2004), la colocaba, por aquel entonces, como el proyecto cinematográfico más caro de una película de superhéroes, aunque eso no significaba que la película no tuviera que lidiar en cartelera con rivales tan duros como Piratas del Caribe: En el fin del mundo.

Sam Raimi decidió enrolar a su hermano Ted para que se encargara de la acción y el humor de Spider-Man 3. Cuando ambos terminaron el libreto, Alvin Sargent fue el encargado de pulirlo. Todos tenían claro que querían mostrar en qué punto de su vida se encontraba Peter Parker y cómo era la relación que tenía con Mary Jane Watson y Harry Osborn, mientras continuaba su vida con sus hazañas como superhéroe y acababa descubriendo la necesidad de ser humilde, pese a que te hayas convertido en alguien famoso y querido por las masas.

En lo que se refiere a los villanos de Spider-Man 3, era evidente que el Duende Verde no podía faltar (aunque, en esta ocasión, se tratara de Harry Osborn), pero también se contó con el Hombre de Arena, impecablemente encarnado por Thomas Haden Church, un villano que gustaba tanto a Sam Raimi como a Tobey Maguire. Se trataba de un personaje muy bien construido, ya que no era un megalomaníaco más, sino una persona con un conflicto familiar que adquiría poderes, de manera accidental, mientras escapa de su destino. El mayor problema fue convertirlo en el verdadero responsable del asesinato de Ben Parker, algo que no fue del agrado de muchos espectadores.

Spider-Man 3 tendría otro villano. La intención inicial de Sam Raimi era que se tratara del Buitre, ya que solo quería utilizar villanos de la era dorada de los cómics. La idea era que el héroe mandara a Adrian Toomes a la cárcel, donde el anciano conocería a Flint Marko, quien, tras escapar de prisión, regresaría, ya convertido en el Hombre de Arena, para rescatar al amigo que había hecho durante su reclusión.

Se trataba de que el perdón fuera el eje sobre el que debía girar Spider-Man 3, por lo que, en algún momento de la trama, todos tendrían sus propias dosis: Peter, con Mary Jane, Harry y Flint; Harry con Mary Jane; el Hombre de Arena con su hija y el Buitre con Spiderman.

En el estudio, todos parecían estar de acuerdo con el planteamiento, incluso con el hecho de convertir a Flint Marko en el nuevo asesino de Ben Parker. El único problema es que, al contrario de lo que había pasado con todos los villanos anteriores, no había forma de encontrar un vínculo que uniera a Peter con Adrian Toomes, por lo que se decidió reemplazarlo por Veneno, pese a las protestas de Sam Raimi, que no estaba nada contento con dicha decisión.

Fue Avi Arad el encargado de convencer al director para que diera su brazo a torcer e incluyera a Veneno en Spider-Man 3, alegando que era algo que el público quería ver. Así, Topher Grace se convertía en Eddie Brock, un nuevo fotógrafo del Daily Bugle, mientras que, por otro lado, también hacían acto de presencia Gwen Stacy y su padre George, encarnados por Bryce Dallas Howard y James Cromwell, respectivamente. Los triángulos amorosos estaban servidos.

Sam Raimi, Spider-Man 3, Tobey Maguire

Aunque, en un principio, Spider-Man 3 pretendía profundizar en la relación entre Peter Parker y Betty Brant, la idea fue desechada por falta de espacio material, algo que también afectó a la apariciones de J. Jonah Jameson. No obstante, mientras que Sam Raimi y su hermano trabajaban en un nuevo borrador que sustituía al Buitre por Veneno, llegaron a la conclusión de que serían necesarias dos películas para contar la trama con tranquilidad, ya que debía mostrarse a Peter encontrando el traje, su progresiva corrupción y, finalmente, el abandono de dicha indumentaria, que estaba destinada a acabar en manos de Eddie Brock.

Sin embargo, cuando Alvin Sargent se metió por medio, se decidió que él se encargara de la parte de la trama de Spider-Man 3 que involucraba al simbionte, mientras que Sam y Ted Raimi se ocupaban el resto de la historia, aunque Gwen Stacy aparecería en ambas. Pasadas cuatro semanas, los productores decidieron que no era buena idea partir la película en dos partes, ya que el punto de corte dejaría demasiadas tramas abiertas.

Las reescrituras del guion, para pasar de ciento cincuenta y dos páginas a ciento veintiocho, obligaron a aligerar el tono de la historia, por lo que, pese a los intentos de Sam Raimi, el Buitre terminó por salir volando de Spider-Man 3, pese a que ya se había contactado con Ben Kingsley para que lo interpretara.

En cuanto al vestuario, se volvió a contar con James Acheson, que hizo verdaderas maravillas con el Hombre de Arena. Sin duda, este villano de Spider-Man 3 conllevó mucho trabajo, desde los efectos digitales hasta los doce tipos diferentes de arena proveniente de diferentes países. La ausencia del encargado de efectos especiales John Dykstra fue suplida por Scott Stokdyk, su mano derecha, que supo estar a la altura de la situación a la hora de conseguir un Hombre de Arena creíble y, cuando fuera necesario, temible.

En lo que al Duende Verde se refiere, Sam Raimi no quería que Harry Osborn usara las misma máscara que su padre, por lo que James Acheson se decantó por una amalgama entre un SWAT y un caballero negro, pero montando en una sofisticada tabla voladora. Era necesario que el público notara la diferencia entre Norman y su hijo, ya que Harry solo tenía una idea en la cabeza: matar a Peter Parker.

La primera pelea de Spider-Man 3 entre el superhéroe y el Duende Verde fue una de las más complejas de rodar, pero también la que grabaron al comienzo. Dado que Peter Parker vestía su ropa de civil en dicha escena, se recurrió a especialistas, cables y muchos efectos especiales para que le resultara creíble al espectador, pese a que Tobey Maguire y James Franco actuaban delante de una gran pantalla azul.

Aunque algunas ideas poco afortunadas fueron desestimadas, como la de dotar al nuevo Duende Verde de una secuaces femeninas vestidas como él, Spider-Man 3 cometió un gran error con el remiendo de Bernard, el mayordomo de Harry interpretado por John Paxton, que esperó cinco años para confesar que la muerte de Norman había sido responsabilidad del propio villano, en lugar del héroe arácnido, mientras veía cómo la locura se iba adueñando de la mente del joven Osborn.

Como sabe cualquier fan de Spiderman que se precie de serlo, el aspecto visual del simbionte alienígena difería bastante del mostrado en los cómics, ya que, en realidad, se limitaba a funcionar como recubrimiento del uniforme clásico, con la intención de mostrarlo como reflejo oscuro del héroe arácnido. También parece evidente que las interpretaciones del traje negro plasmadas en el filme estaban influidas por las versiones de Todd McFarlane, Erik Larsen y su actualización Ultimate.

Sam Raimi, Spider-Man 3, Tobey Maguire

Sin embargo, el simbionte alienígena no fue debidamente desarrollado en ningún momento de Spider-Man 3, como se muestra desde su origen, ya que aterrizó cerca del lugar en el que se encontraban Peter y Mary Jane como pudo hacerlo en cualquier otro, además de pasar por alto el hecho de que nunca alertó al sentido arácnido del héroe (del que parecen olvidarse durante toda la película). Solo una breve aparición del doctor Curtis Connors, encarnado por Dylan Baker, aporta algunos datos sobre dicho simbionte.

Aunque Sam Raimi sabe cómo hacer lucir el traje negro en Spider-Man 3, la película está tan cargada de tramas que, después de que se desechase la idea de partir el filme en dos, Veneno apenas puo lucirse en el tercer acto del largometraje, ya que el Hombre de Arena y un redimido Harry Osborn también tenían que hacerse notar.

Sam Raimi, Spider-Man 3, Tobey Maguire

Finalmente, la inclusión forzosa de Veneno obligó a modificar algunos planes originales, ya que la historia se estaba alargando demasiado. Aunque, en esta ocasión, la chica en apuros iba a ser Gwen Stacy, Sam Raimi no tuvo más remedio que disculparse ante Kirsten Dunst para que volviera cumplir con dicho rol por tercera vez. Además, la derrota que el héroe infligía a Veneno, en un plano en el que se dio rienda suelta a todos los excesos gráficos posibles, era necesaria para evitar que el protagonista de Spider-Man 3 desapareciera entre tal maraña de personajes.

Sin embargo, a pesar de todo lo dicho anteriormente, el mayor defecto que se le puede achacar a Spider-Man 3 es el tratamiento del propio héroe, al que se mostraba como un antipático durante gran parte de la trama, hasta el punto de parecer un cretino, incluso antes de vestir el traje negro, como el propio Tobey Maguire llegó a reconocer. Aunque, al final de la película, las aguas volvían a su cauce y Peter estaba otra vez con Mary Jane, no se alcanzaba una resolución definitiva, a pesar de que el anillo de boda había sido tan relevante al principio del filme.

Por tanto, igual que les ocurriera a las franquicias de Superman, Batman y X – Men, el tercer filme de Spiderman acabó siendo reconocido como una película dolorosamente fallida. Aún así, solo en su primer fin de semana, superó los ciento cincuenta millones de recaudación, quedando por encima de la taquilla de sus dos predecesoras. Además, a nivel internacional, también salió ganando, ya que acabó por embolsarse más de ochocientos noventa millones de dólares.

Al igual que sus antecesoras, Spider-Man 3, que también contó con el habitual cameo de Stan Lee (con frase propia en esta ocasión), fue adaptado al formato de novela por Peter David.

Mientras Spider-Man 3 se encontraba en postproducción, el estudio ya estaba pensando en la cuarta parte. No obstante, Sam Raimi, Tobey Maguire y Kirsten Dunst solo volverían si los otros dos también estaban involucrados. La idea era contar para esa nueva película con Electro, Buitre, Lagarto, e incluso Los Seis Siniestros. James Vanderbilt fue contratado como guionista y ya se pensaba en rodar juntas la cuarta y la quinta, además de un spin-off sobre Veneno. Cuando todos se pusieron de acuerdo, el rodaje fue programado para marzo del 2010.

Mientras Vanderbilt redactaba el guion de Spider-Man 4, Sam Raimi se aseguró de tener un mayor control que en su antecesora y contactó con John Malkovich para el Buitre y con Anne Hathaway como Gata Negra (curioso, ¿eh?), mientras que aseguraba que Dylan Baker por fin se convertiría en el Lagarto.

Ya sabemos cómo acaba la historia. Cuando Sam Raimi comprendió que no haría nada que no fuera grandioso, y no estaba seguro de conseguirlo, se lo comunicó a Amy Pascal y, poco después, Sony anunció la cancelación de la saga y su futuro reinicio con otro actor como Peter Parker. Así que, a menos que se tuviera en cuenta Spider-Man: No Way Home (2021), Spider-Man 3 parecía ser el fin de las andanzas de Tobey Maguire como el hombre araña, aunque recientes rumores indican lo contrario, de modo que solo el tiempo lo dirá.

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