¿Cómo es posible que Jesse Pinkman, con su estilo de vida autodestructivo, tenga una dentadura perfecta? Vince Gilligan se sincera sobre el fallo que casi nadie notó
La genialidad de Breaking Bad ha cautivado a miles de fans por años. Sin embargo, en una reciente entrevista, Vince Gilligan, su creador, confesó un fallo que podría sorprender hasta al más devoto seguidor. No es un agujero de guion ni un fallo de continuidad. Es algo que casi todos hemos pasado por alto: los dientes de Jesse Pinkman.
Si te preguntan sobre la serie, es probable que la palabra ‘perfecto’ cruce tu mente. Pero Gilligan argumenta que esta serie, que se emitió entre 2008 y 2013, tiene un pequeño pero llamativo error. “Creo que lo único que hicimos mal fueron los dientes de Aaron Paul”, dijo Gilligan. “¡Son demasiado perfectos! Para alguien que recibió tantas palizas y fumó tanta metanfetamina, sus dientes no tendrían tan buen aspecto. Probablemente le hicimos un flaco favor al país”.
Jesse Pinkman: Un superviviente inesperado de Breaking Bad
Si te has maravillado con la trayectoria de Jesse a lo largo de las cinco temporadas de Breaking Bad, prepárate para un giro de trama: Jesse no iba a sobrevivir más allá de la primera temporada. Originalmente, el personaje iba a ser un mero dispositivo de trama para impulsar a Walter White, interpretado magistralmente por Bryan Cranston, hacia el submundo criminal de Albuquerque. Sin embargo, los fans se encariñaron tanto con Jesse que descartar su personaje habría sido un error monumental.
No sólo esta serie catapultó a Pinkman al estrellato, sino que el personaje también hizo apariciones en la última temporada de Better Call Saul, y Aaron Paul retomó su icónico papel en la película de 2019, El Camino. Además, tuvimos la suerte de ver a Jesse y a Walter reunirse una vez más en un anuncio de PopCorners que se emitió durante la Super Bowl de este año.
Un Universo en Constante Expansión
Aunque parece que Jesse y Walter han dicho su último adiós, la verdad es que en el universo de Breaking Bad, nunca se sabe lo que el futuro puede deparar. Tanto la serie principal como Better Call Saul y El Camino están disponibles en Netflix, lo que permite a nuevos y antiguos fans sumergirse en este oscuro pero cautivador mundo una y otra vez.
Aun así, no solo la serie ha tenido un impacto en la industria del entretenimiento, sino que también ha influido en la cultura popular y social. Desde camisetas con la cara de Walter White hasta un cambio en la percepción pública de la metanfetamina y las drogas en general, la serie ha llegado a lugares que pocos programas de televisión logran. Hay incluso tours en Albuquerque que llevan a los fans a locaciones clave de la serie, permitiendo que el mundo ficticio y el real se entremezclen de una forma única.
Además, el merchandising alrededor de la serie es abundante. Desde figuras Funko Pop hasta videojuegos que intentan capturar la esencia del show, la marca Breaking Bad ha trascendido los límites de la pantalla. Las camisetas, tazas y pósters son tan omnipresentes que se han convertido en un fenómeno cultural en sí mismo.
Un legado perdurable
Este legado perdurable demuestra que Breaking Bad es más que una serie: es un hito cultural que ha cambiado el panorama televisivo. A pesar de los pequeños errores que el propio Vince Gilligan pueda señalar, el poder y el impacto de la serie son indiscutibles. No es solo una serie que capturó la imaginación de los fans durante su emisión; es una obra de arte que sigue siendo objeto de análisis y admiración años después de su final.
Con todo esto en mente, el detalle de los “dientes perfectos” de Pinkman parece minúsculo en comparación con el monumental logro que es esta serie. Sin embargo, es un recordatorio de que incluso las más grandes obras maestras tienen sus pequeñas imperfecciones. Y quizás sean esas pequeñas imperfecciones las que hacen que algo sea verdaderamente perfecto.
