¿Por qué los creadores de La casa del dragón decidieron obviar una relación tan importante?
Si eres fan de la saga de George R.R. Martin y has estado viendo La casa del dragón, te habrás percatado de algunas diferencias clave entre la serie y el libro Fuego y sangre. Hoy, queremos centrarnos en una omisión en la serie que tiene a más de uno levantando cejas: la relación entre Laena Velaryon y Rhaenyra Targaryen. ¿Por qué este descuido puede tener un efecto dominó en todo el universo de la serie?
La ausencia de una amistad poderosa
Para los que no estén al tanto, la serie explora la historia previa a la guerra civil Targaryen, abarcando varios personajes y tramas interconectadas. Aquí es donde entra en juego la amistad truncada entre Laena y Rhaenyra, una relación que podría haber añadido capas y más capas de profundidad a una historia ya de por sí intrincada. Laena Velaryon, interpretada por Nanna Blondell, es un personaje que, aunque presente, se ve sumamente reducido en su papel. Y eso, amigos, es un desperdicio narrativo.
Estamos hablando de dos mujeres que no solo están conectadas por sangre, sino también por matrimonios, hijos comprometidos y, sí, una amistad que la serie simplemente ignora. Ambas son cuñadas, primas y tenían a sus hijos prometidos desde jóvenes. ¿Cómo puede ser que la serie deje de lado una conexión tan rica y llena de posibilidades?
¿Y si la amistad hubiese estado allí?
Vamos a meternos un poco en el qué hubiera pasado si. Imaginemos que la serie hubiese decidido incluir esta amistad. De entrada, esto añadiría una nueva dimensión a la ya complicada dinámica entre Rhaenyra y Alicent. Si Rhaenyra hubiese desarrollado una nueva amistad con Laena, eso podría haber avivado aún más la rivalidad con Alicent. Pero ahí no acaba todo; esta relación también podría haber añadido contexto a otros momentos clave de la serie, como la traición de Rhaenys y el posterior matrimonio apresurado entre Daemon y Rhaenyra.
Lo más emocionante de esta omisión es que incluso podría haber arrojado luz sobre la sexualidad de Rhaenyra. Hay pistas en el libro que sugieren que podría haber algo más entre Laena y Rhaenyra, algo que la serie podría haber explorado. Además, eso habría dado a Laena un papel mucho más sustancial, y con ello, una oportunidad de conectar emocionalmente con los fans antes de su trágico destino.
Una oportunidad perdida
No todo en una adaptación tiene que ser una réplica exacta de la obra original, eso lo sabemos. Pero el olvido de una relación tan impactante como la de Laena y Rhaenyra nos hace preguntarnos qué otras joyas narrativas pueden estar pasando por alto los creadores de La casa del dragón. ¿Acaso las limitaciones de tiempo justifican omitir una trama que podría haber enriquecido enormemente la serie? A juzgar por lo que hemos perdido, parece que la respuesta es un rotundo no.
Claro, es fácil preguntarse qué podría haber sido, pero centrémonos en lo que tenemos. Laena Velaryon es una figura apasionante por sí misma. Su historia, tal y como se presenta en los libros, nos muestra a una mujer fuerte, aventurera y dispuesta a retar las normas sociales. Ella reclama a Vhagar, uno de los dragones más antiguos y poderosos, y en los textos, se muestra menos como un peón en el juego de los hombres y más como una jugadora en su propio derecho.
De hecho, este cambio en la serie podría verse como parte de una tendencia más amplia en adaptaciones televisivas y cinematográficas. Cada vez más, los personajes secundarios complejos son despojados de sus capas adicionales para simplificar la trama. Pero, ¿a qué costo? Al hacerlo, se pierde la riqueza que podría haber hecho de La casa del dragón algo más que una precuela; podría haber sido una obra maestra en sí misma.
