Desde el inicio de la saga de Rocky en 1976 hasta la más reciente entrega de su aprendiz, Creed III ¿Cuál es el mejor combate y la mejor entrega de la saga?
Si te dicen “¡Yo, Adrian!”, seguro que sabes de qué estamos hablando. Rocky Balboa se ha convertido en uno de los héroes deportivos más icónicos del cine, dejando en la lona a cualquier otro pretendiente. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué peli de esta saga te haría volver al ring para darle al ‘play’ una y otra vez? Vamos a sacarte de dudas.
La Resurrección de un Ícono: Rocky Balboa (2006)
La madurez le sienta bien, pero no tanto. Stallone regresa para mostrar una versión de su personaje casi retirada más viejo, más sabio y profundamente humano. La película se redime del fracaso de la quinta entrega, ofreciendo una historia que recupera la dignidad de nuestro héroe, pero que ya se notaba un poco gastada y que parecía un intento de seguir sacando dinero de una maquinaria que podría haber llegado a un mejor final.
El patito feo: Rocky V (1990)
Para los que dicen “todos los Rocky son iguales”, Rocky V es la excepción que confirma la regla. Este filme de 1990, intentó volver a las raíces, pero se quedó a mitad de camino. Los vínculos melodramáticos con su aprendiz, Tommy Gunn, no encajan con la lealtad de Rocky hacia su familia, uno de sus rasgos definitorios.
Rocky Sale del Foco: Creed III (2023)
Adonis toma las riendas y comienza su viaje en solitario, Michael B. Jordan hace su debut como director y demuestra que la saga ya no necesita a Rocky para triunfar. La película brilla por su enfoque en las características que hacen a Adonis único como líder y como padre, además el encuentro con un antiguo amigo y las decisiones técnicas en el combate hacen de la película un buen espectáculo. Además retomando la tradición de la segunda entrega del personaje de Stallone, en esta ocasión Michale B. Jordan acabó dirigiendo esta entrega.
El traspaso de la antorcha: Creed (2015)
Un nuevo comienzo: La saga se renueva con Adonis Creed, interpretado por Michael B. Jordan, hijo del rival, compañero y amigo del personaje de Stallone, que ofrece una actualización fresca y moderna a la serie. Stallone demuestra que aún puede mover las masas con su actuación nominada al Óscar. Con esta entrega oficialmente se consiguio redimir los dos intentos anteriores de expandir la historia, tanto lo ocurrido con la quinta entrega como lo sucedido con la sexta. Aprendieron de los errores y lo arreglaron a la perfección dando un personaje interesante y capaz de darnos nuevas sensaciones en el ring.
Clubber Lang entra al ring: Rocky III (1982)
Otro nivel de antagonista: Si algo saben hacer las secuelas, es presentarnos villanos memorables. Clubber Lang, interpretado por el legendario actor de acción, Mr. T, como una fuerza de la naturaleza demoledora. Añade la primera aparición del mítico tema “Eye of the Tiger”, y tienes un cóctel de pura adrenalina.
La revancha del hijo: Creed II (2018)
Pasado y presente chocan: La película retoma la rivalidad de Rocky y Drago, pero con el aprendiz del primero y el hijo del segundo como protagonistas. Adonis se enfrenta al hijo de Ivan, Viktor, en un duelo donde se exploran temas de legado y redención. Un enfrentamiento que recuerda a la épica y emoción de las originales. Por su emoción al retomar ese legado y esa herencia, podría ser el combate más épico de la saga, pero todavía quedan un par de películas por encima.
La Guerra Fría en miniatura: Rocky IV (1985)
Ojo, que vienen los rusos: Este filme eleva la saga a nuevas alturas de ridiculez, pero oye, ¡es muy entretenido! La aparición del boxeador ruso Ivan Drago da lugar a una de las rivalidades más icónicas de la franquicia y además coincide con uno de los momentos más complejos entre Estados Unidos y Rusia.
El inesperado hit: Rocky II (1979)
Una continuación digna: Pasamos de un personaje totalmente desconocido a un nuevo héroe mediático. La historia juega con la noción de la fama repentina y cómo esta impacta en las vidas de nuestros personajes. Sylvester Stallone dirige esta entrega, añadiendo un toque personal que lo hace especial.
El ícono del submundo: Rocky (1976)
El origen de la leyenda: Esta película no solo definió el género de deportes, sino que también estableció a Rocky como un ícono del cine. Lo vemos como un humilde trabajador que solo quiere una oportunidad para demostrar su valía. El realismo crudo y la intensidad emocional de la primera entrega aseguran su estatus de clásico inmortal con momentos que no se nos borraran de la memoria como las míticas escaleras, el leit motiv del boxeador en los momentos finales del combate, lo cual se ha quedado en toda la saga o en sí todo el combate y entrenamiento del protagonista.
Ahora que ya tienes el cuadro completo, ¿coincides con nuestro ranking? Sea como sea, una cosa es segura: el espíritu de lucha de estas películas es contagioso, y estamos deseando que suene otra vez la campana para la próxima ronda.
