Lo que define a Superman no es su capacidad de volar o su superfuerza, sino algo más simple que poseemos todas las personas
Los superhéroes de los cómics son seres excepcionales. Las proezas físicas que son capaces de realizar estos personajes ficticios están muy por encima de lo que sería capaz de hacer una persona normal y corriente. Incluso Batman, que no tiene superpoderes, es capaz de realizar hazañas que son imposibles para atletas olímpicos. Quizás el Caballero Oscuro y sus compañeros de la Liga de la justicia son el ejemplo perfecto de seres excepcionales, pues los personajes de DC son muchas veces vistos como auténticos dioses, aunque no lo son.
Sin duda, el ser más excepcional de la editorial es Superman, el Hombre de Acero, uno de los personajes más importantes de la cultura popular. Un alienígena criado por un par de granjeros que posee capacidades sobrehumanas gracias a la luz solar. Entre sus poderes más conocidos están la capacidad de volar, superfuerza, supervelocidad, durabilidad aumentada, resistencia, aliento helado, visión de rayos X y muchos más.
Los poderes de Superman son habilidades que más de uno desearía poseer y convertirse en un “super hombre”. Pero incluso poseyendo todos los poderes de Kal-El, no significa que te conviertas en el Superman de los cómics, pues falta algo esencial, algo que a mucha gente se le olvida a la hora de hablar del Hombre de Acero y que poseemos todos. Da la casualidad de que hemos encontrado en internet un sujeto que explica muy bien cuál es la cualidad más crucial de Superman.
Se conoce en redes sociales como Tall Clark, aunque su nombre real es Leonardo Muylaert, un abogado que con sus 2,03 metros de altura, su pelo y sus gafas recuerda mucho al mismísimo Clark Kent. Ya sea por su apariencia o porque le gusta el Hombre de Acero, esta persona suele ponerse el uniforme de Superman y sale por las calles grabando sus interacciones con la gente.
Como se ve en el siguiente video, la gente reconoce sin problemas el uniforme de Superman y con mucha felicidad se acercan para abrazar y sacarse fotos con el mismísimo Kal-El. Tall Clark con toda la calma del mundo, interactúa con todas las personas sin perder la sonrisa y completamente relajado. Solo hay que ver la reacción de los niños para ver el significado que tiene el personaje de DC. Tal es la notoriedad de Muylaert, que DC Comics ha querido reconocer el trabajo solidario que está haciendo anunciando que la próxima portada de Action Comics estará inspirada en él.
El video también lo tenéis en X (Twitter).
Quizás muchos os preguntaréis como este sujeto es un ejemplo perfecto de cómo debería de ser Superman, es obvio que el hombre no posee habilidades sobrehumanas, pero muestra algo esencial del personaje de DC, humanidad y cercanía. La actitud que muestra Tall Clark y la sensación de que está cómodo y relajado, dejando que todo el mundo, tanto adultos y niños, es un claro ejemplo de cómo debería de verse Superman entre nosotros.
La humanidad es lo que define a Superman
Aun con sus increíbles poderes, que para muchos es motivo para situar al personaje por encima de la gente, Superman es considerado muchas veces uno de los personajes más humanos que hay en el mundo del cómic. Su empatía, sinceridad y valores son cualidades que no se deben a su origen kryptoniano, sino a la educación humana que recibió de dos simples granjeros de Smallville. En uno de los mejores cómics de la historia de DC, Kingdom Come, se realiza una de las mejores definiciones de lo que es el personaje, que su mayor cualidad es el discernir entre el bien y el mal y eso, es herencia de su origen en la Tierra, no por su legado kryptoniano.
Que Superman aparece con una sonrisa a rescatar a personas es algo que hace para tranquilizarlos, para hacerles entender que él está allí y no que no les va a pasar nada. No aparece como una especie de deidad aterrizando del cielo, se muestra cercano y cálido. Un buen ejemplo de esto podemos verlo en el cómic de Superman: arriba en el cielo. En la historieta vemos como el superhéroe realiza una auténtica odisea por todo el universo con la intención de rescatar a la persona más insignificante del mundo, una niña huérfana sin familia ni amigos. Lo que debería de transmitir el Hombre de Acero no es poder ni divinidad, sino esperanza.
Nadie puede negar que ver a Superman peleando contra Mongul o Darkseides épico, pero tampoco se puede negar que las mejores historias del Último hijo de Krypton son las que menos tienen que ver con combates épicos. Historias donde se ve el lado más humano de Clark Kent, donde se nos olvida el kryptoniano y solo vemos a un granjero de Smallville.
Hay gente que se ríe de forma despectiva ante la idea de que podamos ver al Hombre de Acero bajando gatitos de un árbol, pero que el ser más poderoso de la Tierra se dedicó a tareas tan nimias deja claro que el solo quiere ayudar a la gente, independientemente de si la tarea es “digna” de sus poderes o no.
Sin duda sería una pasada ver en la gran pantalla como el superhéroe detiene un meteorito gigante o detiene una invasión alienígena en una batalla épica, pero Superman es mucho más que eso. La idea es ver a uno de los personajes más poderosos de los cómics realizando las tareas más sencillas y humanas, demostrando que da igual lo fuerte que seas, siempre hay que ayudar a los más débiles y ser la mejor persona posible.
Las últimas adaptaciones del personaje en el cine no han salido muy bien y tal vez sea porque se ha mostrado al personaje más como una especie de deidad que solo un hombre que intenta mejorar al mundo. Al divinizar a Kal-El resulta imposible empatizar con él y tomarlo como un ejemplo a seguir, pero si lo humanizas, si lo muestras cercano, el personaje puede servir para ser toda una inspiración y ser un modelo a seguir. El mundo sería mucho mejor si todos tuviéramos como ejemplo a seguir a Superman.
Esperemos que la próxima adaptación al cine de este icónico personaje, Superman Legacy, tenga en cuenta todo eso y podamos tener un gran Superman.