Si pensabas que conocías todas las caras de Venom, un vistazo al arte promocional de Spider-Man 3 podría hacerte cambiar de opinión
Para los que recuerdan los momentos oscuros del héroe arácnido en Spider-Man 3, allá por 2007, el traje alienígena que se apoderó de Peter Parker fue tema de mucho debate. Pero ahora, un arte promocional resurgido pone la polémica del diseño de Venom en la mesa de nuevo.
El diseño que dividió a los fans
El traje negro que vistió Tobey Maguire no fue la única licencia creativa que se tomó. El villano de la trama, también recibió su cuota de rediseño, cortesía del productor Avi Arad, un auténtico fan del simbionte. Un diseño que, hasta hoy, sigue despertando sentimientos encontrados en la comunidad de fans.
Con Tom Hardy como la cara moderna del personaje, es inevitable hacer comparaciones. Pero si lo tuyo es la fidelidad a los cómics, la versión de 2007 podría tener más que ofrecer. Efectivamente, lucía el icónico logo en el pecho, aunque en una versión reducida que no dejó a todos contentos.
El legado del Venom de Sam Raimi: Un capítulo oscuro en busca de redención
El año 2007 no fue especialmente bueno para los aficionados de Venom. La tercera entrega dirigida por Sam Raimi, presentó al simbionte de una manera que dejó un regusto amargo en la comunidad de fans. Para muchos, el tratamiento del personaje rozó lo superficial, sin explorar la complejidad y la oscuridad que le han convertido en uno de los villanos más queridos del universo de Spider-Man. Además, la falta de fidelidad al diseño original del personaje en los cómics generó muchas críticas.
Raimi admitió años después que el personaje de Eddie Brock, y por extensión Venom, no le resultó tan cercano ni entendible, algo que se reflejó claramente en la película. Esta falta de conexión y entendimiento relegó a Venom a un papel que no le hacía justicia, convirtiéndolo en un punto negro en la franquicia de Spider-Man en ese momento.
Buscando la redención con Tom Hardy
Entramos en una nueva era cuando Tom Hardy se mete en la piel (o más bien, en el simbionte) del ahora superhéroe en la película homónima de 2018. Aquí, es el protagonista, lo que permite una exploración más profunda de su personalidad y motivaciones. Sin embargo, hay un detalle clave: Spider-Man está notablemente ausente. Esta decisión resulta curiosa, pero también estratégica. Al aislar al villano de su némesis arácnida, los creadores tienen la libertad de construir un personaje desde cero, sin las sombras de interpretaciones anteriores.
La versión de Hardy ha sido bien recibida, especialmente por su enfoque más humano y complejo del personaje. Aunque no está vinculado con el arácnido, Peter Parker, este nuevo enfoque parece una tentativa exitosa de redimir al personaje y ofrecer una visión más cercana al material original. Es una especie de reinicio espiritual que, aunque corre riesgos al separarlo de Spider-Man, hasta ahora ha demostrado que se puede, de hecho, brillar por sí mismo.
La tercera entrega con Tom Hardy como Venom promete elevar la franquicia a nuevos horizontes. Después de una segunda parte que profundizó en la dualidad simbionte-humano, los fans están ansiosos por saber qué dirección tomará el personaje. Si bien los detalles son escasos, se espera que esta secuela ofrezca una trama más compleja y quizás introduzca personajes o elementos que expandan el universo del simbionte, consolidando así su legado separado de Spider-Man.
La versión de Spider-Man 3 quizás no dejó un buen sabor de boca en su momento, pero su impacto en la cultura pop es innegable. La película abrió las puertas para discusiones sobre la complejidad de adaptar personajes de cómic al cine, un tema que resurge cada vez que se anuncia una nueva adaptación.
