Frankman Román en su visita a la Madrid Comic Pop Up, gracias a su editorial cARTEm Cómics, a través de Aimara Martín, ha concedido una entrevista a La Casa De El en la que explica más detalles de su obra File Number. Las sombras de Board Hills, así como de sus nuevos proyectos
En una lluviosa mañana otoñal, Frankman Román acompañado de su “primera dama” y Daniel Díez, Director Editorial de cARTEm Cómics, antes de la maratoniana jornada de firmas y presentaciones durante la Madrid Comic Pop Up 2023, han tenido la gentileza de responder a unas preguntas para los lectores de La Casa De El acerca de File Number. Las sombras de Board Hills, publicado dentro de la colección Spanish Bombs de cARTEm.
LA CASA DE EL: ¿Es necesario leer el Aviso Miranda antes de la entrevista o, como dice el Conde Drácula en el tomo homónimo de cARTEm, “entra con libertad y bajo su propia voluntad”?
FRANKMAN ROMÁN: Entra con voluntad y deja detrás todo miedo y todo prejuicio a la hora de hablar de File Number. Las sombras de Board Hills.
LCDE ¿Quién es Frankman Román?
FRANKMAN ROMÁN: Siempre me he definido, me hace mucha gracia decirlo, lo primero como un payaso gordo, por lo que lo siguiente va a ser bueno. De Málaga, nacido en los noventa, graduado en criminología y con un máster en detective privado porque al final es lo que tira desde chico.
Los que mamamos Batman, Spiderman, yo que nací en la época dorada de los cartoon con las Tortugas Ninja, los Cazafantasmas, los Power Rangers, al final le cala a uno dentro. Soy un poco el conjunto de todo eso que se vivió en los ochenta y noventa, que al final se ha extrapolado a mi trabajo del día a día y mi pasión de los cómics.
LCDE: ¿Cómo surgió la idea de File Number. Las sombras de Board Hills?
FRANKMAN ROMÁN: File Number es una historia real, que en su momento tuve que investigar hace un par de añillos y es de estas que… siempre tengo ideas que me golpean en la cabeza, y Daniel [Director Editorial de cARTEm] lo sabe, muchas ideas para cómics y demás y File Number no era ni un proyecto, ni un prototipo, lo último que me había imaginado de hacer en cómic.
Lo que pasa es que, con el caso este, que tardó varios meses en resolverse, al final uno termina por desahogarse cuando llega al trabajo y se lo contaba un poco a mi padre, a mi novia, porque era bastante curiosón. Mira lo que pasa con este caso y resulta que este tal, y ahora el otro resulta que vino… además, ahora aparece el hermano, el hijo y tal…
Entonces se lo iba contando día a día, mes a mes, por lo que todos me decían lo típico: esto da para una película, escribir un libro, una serie de Netflix… y dije, para una película no, pero yo que dibujo… para un cómic puede funcionar, he hice las primeras páginas. Se la enseñé a gente cercana y me dijeron: ¡oye, adelante con esta historia que es increíble!
Al final te animas, escribí el guion, lo dibujé entero y se lo propuse a cARTEm que dijo adelante, nos flipa. Por lo que nació de la casualidad y del desfogue del día a día en realidad.
LCDE: ¿Cómo se gestó la colaboración con cARTEm Cómics?
FRANKMAN ROMÁN: La colaboración con cARTEm Cómics es magnífica desde el minuto uno porque a File Number no es que le costase mucho salir, lo que pasa que el panorama nacional con el tema del cómic está muy complicado. Yo creo que es una realidad que vemos todos los días los que estamos en el mundillo.
Hay mucha competencia, muy buena, con gente con muchísimo talento, con muchísimas buenas ideas, entonces que se fijen en ti es algo no complicado, sino que tienes que estar en el momento indicado y dar con la persona indicada. Antes de en cARTEm se pegó en muchas puertas, incluso antes de tener el cómic finalizado nos dijimos, vamos a hacer esto en serio, confeccionando un dossier de ventas en condiciones y moverlo.
Se habló con varias editoriales, a cARTEm antes de enviarlo, por deformación profesional, yo los bicheé, conocía el Drácula, que es un tomo increíble. Yo me dije: la calidad es muy buena, encaja con el tono que tiene y, lo típico, muchos te escriben y te dicen: no nos interesa, no entra en nuestro calendario de publicaciones… cARTEm no me escribió, este hombre aquí al lado [Daniel] directamente me llamó y me dijo ¡Oye, te quiero en mi equipo directamente!
DANIEL DÍEZ: Y además el mismo día en que leí el cómic, nada más acabar lo llamé, que no lo hago nunca.
FRANKMAN: ¡Increíble! Claro, yo no tenía su número y dije, ya están los de la telefonía dando por saco. Me pasó como a Superman, que después devolví la llamada para ver que me vendían y no me vendían nada… ¡¡¡me compraban!!! y fue genial. Desde el minuto uno todo el equipo de cARTEm se implicó en el cómic, con cariño, con propuestas para mejorarlo e, incluso, estando ya finalizado me dijeron queremos más, dando una gran confianza y a día de hoy yo estoy que bailo lo que haga falta con cARTEm.
LCDE: ¿Ardyan Longbow podría definirse como tu álter ego en las viñetas? ¿Es un tipo de fiar?
FRANKMAN ROMÁN: Longbow es como la Máscara de Jim Carrey, yo soy un tío muy payasete, pero un tío formal, siempre doy la cara cuando hace falta, me gusta tenerlo todo muy controlado. Longbow es todo lo contrario, mi álter ego es mi Máscara, es un tipo hastiado de la vida, fumador, bebedor, no digo mujeriego porque me pareció meterle demasiado en la decadencia, pero a mí siempre me ha gustado volcar en mis personajes lo que no soy en la vida real.
De hecho, aquí mi acompañante, mi primera dama, me preguntaba: a ti que no te gusta fumar, que no aguantas el tabaco ¿Por qué la mayoría de los personajes que dibujas fuma? O sea, primero en este caso, porque Longbow que pertenece al noir, tiene que tener un cliché de personaje del género.
El tema de fumar tiene algo que atrapa, hay ciertos clichés, aunque esté totalmente en contra de fumar, que he de presentar en mi alter ego que no soy en la vida real y me encanta.
LCDE: ¿Una buena historia de detectives requiere de un investigador duro y taciturno, una femme fatale y jazz?
FRANKMAN ROMÁN: Sí, esa es la base. Eso yo creo que es el ABC de las historias noir o políacas. No hablo solo de File Number, sino de grandes como Blacksad de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido, Noir Burlesque de Marini… todos tienen su tabaco, su personaje hastiado de la vida y su femme fatale.
Son los tres puntos claves, que yo no sé quién los estandarizaría en algún momento, pero si tienes esos tres pilares y vas construyendo hacia arriba, la base la tienes hecha, y con una buena base puedes triunfar.
LCDE: ¿Board Hills es un nuevo Twin Peaks en Washington u Oregón, o un pueblo en la Redneck profunda de los EE.UU.?
FRANKMAN ROMÁN: Board Hills, mira, esto no lo he contado nunca, es una primicia para La Casa De El. Board Hills está basado en un pueblo real, obviamente, de hecho, leía una crítica hace un par de días que decía “me ponen inspirada en un hecho real, pero me cambian todos los nombres…”. Es que hay que hacerlo, sino te puede caer una demanda como un camión, pero hay que hacerlo.
Board Hills es un pueblo real, aquí en España, pero evidentemente volvemos a lo mismo, a nivel de ventas tienes que tener un poco de idea y saber el mercado que hay, lo americano, lamentablemente, siempre nos tira más.
Ya cambiará eso también en el mundo del cómic, pero lo americano siempre nos tira más. Board Hills es un pueblo ficticio, pero inspirado en uno real. Los pueblos están rodeados de colinas, Hills; y yo trabajo en una mesa, Board… Board Hills, tal cual. Es el típico pueblito americano oscuro y tiene muchísimo de Twin Peaks.
Twin Peaks es una serie que me encanta, me copó muy dentro y de alguna manera Board Hills bebe de ella. Los baress, todo lo relativo a la vida nocturna es un Twin Peaks 2.0 adaptado sin toda esa parafernalia onírica, de los sueños, bla, bla, bla… pero bebe mucho de ello, con ese tono que creo que se capta muy bien.
LCDE ¿Crees que la secuenciación de las viñetas y la inclusión de una banda sonora para vivirlas son unos de los motivos del éxito de la historia entre los lectores?
FRANKMAN ROMÁN: A mí, por ejemplo, el story telling es a lo que más detalle le presto a la hora de escribir, no es lo más complicado, pero es lo que más me cuesta, es donde más atención he de prestar; de modo que tu guíes al lector a donde tú quieres llevarlo, que preste atención a unas cosas y a otras no, cosa que al final consigues con una buena narrativa.
Eso quizá es lo que más cuesta, pero Daniel, por ejemplo, lo dice, que hay páginas que le flipan por la secuenciación y no solamente él, por suerte, han sido muchas personas quienes me lo han dicho y está gustando mucho en ese aspecto.
El tema de la banda sonora fue un añadido final, estaba ya pactado todo con su color y todo. Es una de estas ideas que te golpean la cabeza y ¡zas! me falta algo, ¡ah! la banda sonora, es algo que todo noir ha de tener, porque es otro personaje más. Cuando hay esos momentos de tensión, de acción, de intriga y la música te acompaña completamente, hace que la escena te inunde.
Eso con el QR es el detallito, la guinda… pues es lo que más está gustando, lo más llamativo. La gente me para y me dice: ¡Oye! El cómic me ha gustado mucho, pero lo de la banda sonora cómo mola, cómo me ha petado la cabeza, qué guay leerlo y tal.
Pues mira, por dónde menos me esperaba yo que saliese el tema, es lo que le ha dado ese puntito diferente, ese toque más original, digamos, así que ya estoy pensando cosas para un segundo.
LCDE: ¿Qué es más difícil de investigar para Longbow, una muerte en una escena de delito secundaria o una alterada por el asesino?
FRANKMAN ROMÁN: ¡Uh! ¡Uf! Yo creo que al final ahí pasa igual que en la vida real, te llaman para una cosa y acabas descubriendo otra totalmente diferente que tú, realmente, no tienes que investigar. O sea, a ti te llaman para el caso A, pero acaba derivando en B, C, D.
Dices, a mí no me han contratado para B, C, D, pero el bichillo que tienes dentro hace que te olvides del A y te metas en el B, C, D, y entonces lo que más le costaría a Longbow sería el B, C, D, pero porque es lo que más le gustaría, lo bonito, es lo que descubre, sin hacer spoiler, que lo que parecía un accidente de coche típico se acaba convirtiendo en otra cosa completamente diferente.
LCDE: Un axioma de la investigación es seguir el rastro del dinero y el otro el clásico latino qui bono ¿Utilizas tus conocimientos como investigador para engañar a Longbow y al lector?
FRANKMAN ROMÁN: Efectivamente, de hecho, siempre digo lo mismo. El cómic está hecho para aquellas personas que no entiendan nada del tema, pero si tú eres un fan ávido de todos esos documentales de crímenes, de asesinatos sin resolver, te gusta todo lo policíaco y tal; lo vas a ver no solo con ojos de lector, sino con ojos de querer averiguar qué pasa en realidad.
Si eres un poquito avispado y vas prestando atención a todos los detallitos que hay desde la página uno, al final, puedes llegar a descubrirlo. Siempre habrá algo, algún giro, que te sorprenda, que intente sorprenderte de alguna manera y que haga saltar ¡esto, por pequeño que sea, no me lo esperaba! He resuelto el caso entero, pero esto ¡uy! no lo he visto venir.
Ya con eso, considero que el cómic ha triunfado entre los lectores que prestan más atención y son más detallistas.
LCDE: ¿Por qué un FIAT Tipo Hatchback de primera generación en los EE. UU.?
FRANKMAN ROMÁN: -CARCAJADAS- Aquí voy a romper una lanza en favor de La Casa De El, porque cuando hicisteis la primera reseña escrita de File Number me encantó, me llegó al alma. Mi padre, que también es un ávido lector de cómics, me dijo: ¡Fíjate tú si habrá gustado File Number a quien haya hecho la reseña, que se han fijado en el FIAT Punto de Longbow!
Un detalle que podía pasar perfectamente desapercibido, pero quien lo ha leído, le ha gustado que se ha fijado hasta en los detallitos. Realmente no se cuenta, porque era una escena que se planteaba al principio, de hecho, Daniel la conoce por un texto que hicimos hace poquito en otra mesa de presentación.
DANIEL DÍEZ: De hecho, habrá que hacer algo con eso.
FRANKMAN ROMÁN: Precisamente, habrá que hacer algo con eso y realmente es para dar un acercamiento al lector europeo, pero también para que el personaje no se lo tenga muy creído, porque la aventura transcurre en la primera década de los 2000 y el FIAT Punto es el primer capricho que se da Longbow en sus inicios, con los primeros sueldos que va consiguiendo.
Es un capricho, pero es un coche que está hecho polvo, por lo que fuera, ya se explicará más adelante, hay cositas preparadas.
Es un coche de segunda mano, pese a ser de primera generación y es lo único que podía permitirse en ese momento, así que imagínate el precio del coche, cuál tenía que ser… Le da un toque además de cercano, más barriobajero, de pobretón, que tiene que subsistir con lo que tiene y guarda mucho un toque sentimental para Longbow, que no quiero desvelar, por eso no quiere deshacerse de él, que volverá a una segunda entrega, espero, si me pongo a escribir y dibujar.
Ahí se sabrá algo más de la historia del coche, es una guinda para lo que viene, para que el lector se compre el segundo tomo y quiera saber lo que ha pasado con el FIAT Punto.
LCDE: ¿El detective Cole North en Daredevil o Bullock en Batman acaparan muchas veces más la atención del lector que el superhéroe, por qué será?
FRANKMAN ROMÁN: Es el supporting actor, había una anécdota que contaba Santiago Segura cuando hizo Torrente, la primera de ellas, que, a la hora de contratar a Tony Leblanc, él decía que este estaba acostumbrado a ser el protagonista de sus películas, el actor principal; y el actor de apoyo, el supporting actor, dejase el chiste preparado para que él lo rematase.
En Torrente, era Tony Leblanc quien le facilitaba el chiste a Santiago Segura y él le pedía que Santiago Segura se lo pusiese de vuelta, para rematarlo. Al final, de los mejores personajes que dio Torrente fue el de Tony Leblanc.
Entonces aquí, pasa exactamente igual, en Daredevil tienes a Foggy Nelson que es el que te prepara el camino y, por eso, tienes que tener una historia no solo con un protagonista bueno, sino con secundarios donde el protagonista se apoya para repartir un poco el peso entre sus hombros, de hecho, en el segundo, cuando se haga, Longbow tendrá un sidekick, que le sirva esos chistes e investigaciones en bandeja.
En Board Hills son los habitantes del pueblo, además de esa femme fatale, el “notas” que es el sospechoso número uno, la prima del fallecido… entonces a lo largo de la investigación va volcando esas premisas, esas dudas que surgen en estos personajes secundarios que en la escena le van preparando el terreno y pueda decir: esto es por esto, esto es por aquello…
Por eso el cómic está dividido en tres capítulos, inicio, nudo y desenlace, básicamente y al final de cada capítulo hace el volcado de la información que le han dado esos personajes y que le han puesto en bandeja, para que el lector si no ha estado avispado, aunque la mayoría de los lectores de cARTEm sí lo están, porque tienen mucha categoría, las cosas como son, vean el porqué de la investigación.
Es lo que decía al principio, desde el minuto uno tienes todo para que puedas sentirte identificado con esas premisas que ha hecho Longbow y no sea un poco como los libros de Sherlock Holmes, que son geniales, pero seguías a Watson quien exponía las cosas, aunque al final había una escena en la que Sherlock Holmes decía esto es por una colilla que tenía el pintalabios que no se vio, porque Sherlock Holmes nunca te enseñaba nada, siempre era Watson el bobalicón que iba detrás.
Sherlock Holmes es de culto, obviamente, pero siempre te deja una imagen que te sientes tonto como Watson y esperar a que Holmes te diga, esto era por esto que no viste.
En Longbow es diferente, esto es por esto que has visto, esto por esto que aparece aquí y por eso los personajes secundarios te han brindado el pie, para que si tú estás atento seas capaz de llegar a la misma conclusión que Longbow, porque este, como un detective de la vida real no saca la información de la colilla, sino de lo que observas y te cuentan otras personas.
En el cómic te encuentras muchas contradicciones, un personaje te dice que iban tres y otro que iba uno, que el lector cree que le ha dado un chungo a Frankman y no se acuerda lo que pone de una página a otra, pero no, esa es la vida real: vas a uno y te cuenta una cosa, vas a otro y te cuenta otra.
Entonces, ahí como detectives lo que hay que hacer en la historia es saber discernir la verdad, sacarla de entre las mentiras, para llegar al final apoteósico del cómic. Los secundarios son geniales de escribir, pero además de lo más necesario que hay en cualquier cómic, sea gente de un pueblo, sea como en otros cómics de cARTEm un robot. Te hace falta un secundario para desfogar ese peso de los hombros del protagonista.
LCDE: ¿Apagamos ya el flexo que te da directamente en los ojos o quieres añadir algo más en tu defensa?
FRANKMAN ROMÁN: No, simplemente que la gente que compre File Number. Las sombras de Board Hills entre en un mundo muy interesante y que, siempre me gusta decirlo, que la confianza de cARTEm, con Elena y Daniel quienes me dijeron que metiese un subtítulo, porque al principio era solo File Number, se acabó; ya que, si gusta, habrá más y me dije: ¡Esta gente tiente más confianza en el cómic que yo, me parece genial! -Carcajadas-.
LCDE: Aprovechando que tenemos a Daniel, director editorial de cARTEm con nosotros… ¿Cuándo volveremos a disfrutar de un caso de Longbow?
FRANKMAN ROMÁN: El segundo tomo, me han dicho, mándanos algo ya. Bueno, ya tienen el storytelling, cuál es la historia, no me han puesto ni un pero, así que tiene que ser buena o supongo que es buena y se llamará o tiene el título provisional de File Number. El culto olvidado, donde se mezclará un poco la situación completamente, mientras que aquí tenemos a Longbow que es el que va discerniendo un poco entre toda la oscuridad de la historia, en la segunda será la oscuridad la que se lo coma completamente, es él contra el mundo, estará en una situación de estrés puro.
En el primero la intención era que los lectores conociesen y se identificasen un poco con Longbow y en el segundo quiero meter presión, que la gente vaya a comprarse eso que hay que tomar para la tensión, este medicamento… Enalapril ¡Ah, Dios mío! ¿Qué va a pasar? ¿Longbow va a morir? O sea, no se sabrá y cARTEm me ha dado luz verde para hacerlo y estoy agradecidísimo, como dije antes, me falta sentarme y ponerme a escribir y dibujar y esperemos que en un tiempo tengamos listo File Number 2 y otras cositas, porque esto es una máquina que no para y que cARTEm siga queriéndome tener…
La Casa De El quiere agradeceder, nuevamente, a Frankman Román y a cARTEm Cómics, en especial a Aimara y Daniel, por su atención y predisposición para poder llevar a cabo esta entrevista.