El Conde, de Ibrahim Moustafa, publicado por cARTEm Cómics, es una obra que actualiza y establece, en un futuro distópico, la trama clásica de El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas
El Conde de Montecristo es una de las mejores novelas, si no la mejor, escritas por Alejandro Dumas, en clara disputa con otra de sus historias más famosas: Los Tres Mosqueteros. Esta obra, ya clásica y esencial, de la literatura universal es una oda a la condición humana, con todas sus virtudes y todos sus defectos, que van mostrando cada uno de los personajes.
En la obra de Dumas, ambientada en la época napoleónica de la que cARTEm también ha narrado en otras de sus obras como Recuerdos del Ejército de Napoleón, la envidia, la corrupción y el ansia de poder lastran a un hombre honrado, Edmon Dantés –Gérard Depardieu fue uno de sus intérpretes en el celuloide-, a cumplir condena por un delito que no había cometido en el castillo de If, donde escapar con vida es poco menos que imposible, pero desde ahí jura venganza contra sus acusadores.
A partir de este relato, Ibrahim Moustafa guioniza y dibuja El Conde, además de actualizarlo a un público ávido de aventuras y acción, para lo cual traslada la trama a un futuro indeterminado, donde la condición humana no evoluciona, pero la tecnología sí. El autor cuenta con dos grandes escuderos para realizar la obra, el colorista Brad Simpson y el rotulista Hassan Otsmane-Elhaou.
La trama
Redxan Samud, primer oficial, es el mejor marino en la nave Forreas, la cual llega a puerto gracias a su destreza y valor, puesto que un modulador de polaridad fallaba y estaba a punto de hacer naufragar la embarcación. El capitán Kaster, al mando de la Forreas, es dado a la bebida y en los momentos de zozobra se esconde en ella, por lo que al llegar a puerto, el dueño de la naviera, el señor Murl lo aparta del mando para dárselo a Redxan.
Redxan está, además, comprometido con la sobrina del naviero, Meris, a quién también pretende el hijo del señor Murl, Onaxis. Este es un aristócrata, que no acepta la negativa de Meris ni que un plebeyo, mucho más capaz que él, pueda ascender y establecerse con los de su clase, por ello, elaborará un plan para deshacerse de Redxan y poder casarse con su prima.
Onaxis es, también, un sedicioso que ve a la Unión como un problema para sus ansias de poder y quiere establecer un sistema político para su propio beneficio creando un protectorado, por lo que actúa en la sombra para estallar un golpe de Estado que le permita hacerse con el poder. Su inquina hacia Redxan y una serie de magistrados corruptos, hace que el valeroso marino sea acusado de traición y sentenciado a la prisión de la isla de Fid.
En dicha isla, una prisión de alta seguridad, los guardianes son tan corruptos como Onaxis y sus magistrados, donde los presos son maltratados y vejados. Redxan echa de menos a su padre y a Meris, pero poco puede hacer salvo conservar la cordura. Por casualidad conocerá a Aseyr, un antiguo militar que irrumpe en su celda mientras trataba de escapar.
“Es culpa tuya. A mí también me detuvieron y me llevaron a una isla remota… para que muriera. Tan solo estoy devolviéndote el favor”
Redxan Samud
Aseyr es un hombre culto y paciente, que logra inculcar en Redxan disciplina y nuevas habilidades, facilitándole también información sobre un tesoro que podrá utilizar para volver a su hogar. Ambos tratarán de escapar de la Fid, de este modo, Redxan podrá cobrar su venganza y restituir su nombre, a la vez de poder vivir en paz con Meris.
Los autores
El norteamericano Ibrahim Moustafa no es un debutante en el medio con El Conde, sino que este autor nacido en Portland tiene mucho bagaje profesional, al haber trabajado para casi todas las grandes editoriales norteamericanas: DC, Marvel, IDW, Image, Dynamite, Dark Horse, BOOM Studios o Valiant. También fue nominado para un Eisner por Jaeger and High Crimes.
Al igual que otros autores, el hecho de trabajar para las grandes editoriales parece encorsetarles en unos universos muy definidos, pero en El Conde, Moustafa demuestra que no es así, al igual que ha sucedido con Saladin Ahmed o Dave Acosta con su obra Dragon, donde, por cierto, también colabora el rotulista de El Conde Hassan Otsmane-Elhaou.
En El Conde de cARTEm Cómics Ibrahim Moustafa despliega todo su arte, estableciendo una trama profunda y dinámica, que mantiene la tensión de las grandes novelas de aventuras haciendo mucho más mullido el sillón para poder seguir la trama sin perderse un ápice de ella y sufriendo por Redxan, al que el lector anima en su cruzada contra la injusticia.
Los lectores que tengan presente la obra de Dumas no se verán lastrados por esta durante la historia desarrollada en El Conde, porque los giros argumentales de Moustafa hacen que la esencia del francés perdure, pero a través de una nueva visión más acorde con los nuevos tiempos. El desenlace de la trama muestra un nuevo final, que no desmerece en modo alguno al clásico literario.
Al ser el propio autor quien da vida al dibujo, la estructura de las viñetas hace que la trama sea tremendamente dinámica, puesto que estas no son uniformes, sino que adaptan perfectamente los acontecimientos narrados en un espectáculo visual, como el asalto de los rebeldes a página completa, que enfatiza la paleta de colores de Brad Simpson, destacando el colorido de los fondos y las grandes extensiones aéreas y marítimas.
Los trazos de Moustafa definen perfectamente las expresiones de los protagonistas, haciendo fácilmente interpretables sus emociones y facilitando la identificación de todos ellos. Incluso las máscaras transmiten una intensidad que no muchos autores consiguen, como el duelo de miradas entre Redxan y el autómata del Gran Protector.
El rotulador Hassan Otsmane-Elhaou, demuestra su versatilidad y el porqué es uno de los más utilizados del medio, no en vano trabaja en Red Sonja y, también, es requerido frecuentemente en DC, ya sea para estar junto con el general Zod en el Mundo de Krypton; pero también Valiant lo requirió para Archer & Armstrong o Bloodshot.
La edición
Cuando parece que cARTEm Cómics no podía sorprender debido a su alta línea de calidad, surge El Conde, que enfatiza este valor nuevamente dotando a una grandísima historia de aventuras de un continente digno de ellas. El Conde está encuadernado en cartoné, en un formato grande de 19 x 29,7 cm y una longitud de 140 páginas, con traducción de un habitual de la editorial como es el magnífico Víctor García de Isusi.
En los extras de la obra, se incluyen los bocetos en los que trabajó Moustafa para dar forma a El Conde, con los diferentes atuendos del protagonista y sus diferentes rostros. También los diseños de otros personajes de la obra y de dos islas esenciales, la de la Pena y la de la FID. Además aparecen las diferentes ideas sobre la portada y los diseños de las naves y vehículos, así como unas notas biográficas de los autores.
El Conde
En un mundo donde la traición y la corrupción son moneda corriente, la vida de Redxan Samud se ve truncada por una injusta acusación. Sus rivales celosos, respaldados por un magistrado corrupto, lo confinan en una colonia carcelaria flotante, donde su libertad se reduce a una mera ilusión. Sin embargo, la llama de la venganza arde inquebrantable en su interior.
La oportunidad para la redención llega de manera inesperada cuando su único amigo en la prisión, en su lecho de muerte, le confía un legado invaluable: un mapa que señala la ubicación de un tesoro escondido, repleto de créditos de la Unión. Este tesoro no solo representa una riqueza material inimaginable, sino también la llave para desenmascarar la conspiración que lo dejó encerrado injustamente.
Con el mapa en sus manos y una determinación férrea, Samud se embarca en un viaje épico hacia la liberación y la justicia. Cada paso que da está meticulosamente planeado, como si estuviera tejiendo una telaraña que envolverá a sus enemigos en su propia red de engaños. La trama se complica a medida que Samud descubre aliados inesperados y enemigos ocultos, y se enfrenta a dilemas morales que ponen a prueba su deseo de venganza.
A lo largo de su búsqueda, Samud traza un elaborado plan que involucra la manipulación de las debilidades de aquellos que lo traicionaron: la codicia, la ambición y la confianza ciega en su propia impunidad. Cada movimiento calculado lo acerca más a su objetivo final: hacer que sus conspiradores enfrenten las consecuencias de sus acciones.
Versión futurista de El Conde de Montecristo
Esta historia futurista evoca el espíritu de “El Conde de Montecristo”, donde la venganza se convierte en una trama magistralmente orquestada. Sin embargo, en este relato, el escenario se traslada a un mundo tecnológico y distópico, donde los avances científicos y las maquinaciones políticas dan forma a la narrativa. A medida que la historia se desenvuelve, los lectores son arrastrados hacia una emocionante confrontación final, donde la justicia y la venganza convergen en un clímax inolvidable. Del guionista y dibujante Ibrahim Moustafa – nominado a los premios Eisner – nos llega la versión de la mayor historia de venganza jamás contada. La literatura clásica cobra nueva vida en esta novela gráfica de manos de un maestro moderno.