Ante la miríada de estrenos semanales, es muy fácil que se nos “escape” alguna buena película. Hoy vamos a hablar de una pequeña joya del cine animado que, además, es una de las elegibles como candidatas al Oscar a la mejor película animada: la española Robot Dreams.
DOG es un perro solitario que vive en Manhattan. Un día decide construirse un robot, un amigo. Su amistad crece, hasta hacerse inseparables, al ritmo del Nueva York de los ochenta. Una noche de verano, Dog con gran pena, se ve obligado a abandonar a ROBOT en la playa. ¿Volverán a encontrarse?
Robot Dreams es la primera película de animación dirigida por el multipremiado Pablo Berger, está producida por Arcadia Motion Pictures, con la que el director ya trabajó en ‘Blancanieves’ y ‘Abracadabra’.
La película ha sido nominada a 4 premios Goya: Mejor Película de Animación, Mejor Guion Adaptado, Mejor Música Original, Mejor Montaje, además de que ha sido seleccionada entre las cinco películas que pueden optar al galardón de “Mejor película de animación” en los European Film Awards.
Tras ganar el Gran Premio Contrechamp en el Festival de Cine de Animación de Annecy, la película tuvo su premiere norteamericana en el Festival de Toronto. El estreno nacional de la película tuvo lugar en el Festival de Cine de Sitges, donde se alzó con el Gran Premio del Público de la Sección Oficial. Recientemente, la película se ha alzado con el premio especial del jurado en el festival Animation is Film de Los Angeles.
Pablo Berger sorprendió con su primer corto ‘Mama’ ganando Alcine y tras estudiar cine en la Universidad de Nueva York en los años 90, dirigió numerosos cortometrajes entre los que destaca ‘Truth and Beauty’, por el que estuvo nominado al Emmy.
De vuelta en España, en 2003, dirigió su primer largometraje, ‘Torremolinos 73’, con el que consiguió numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos, la Biznaga de Oro a la mejor película en el Festival de Málaga y cuatro nominaciones a los Premios Goya.
En 2012 estrenó ‘Blancanieves’, ganadora de 10 premios Goya, además de otros muchos premios y nominaciones como el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián, Ariel a la mejor película iberoamericana, tres nominaciones a los Premios del Cine Europeo, nominada a los César a la mejor película internacional y elegida por la Academia para representar a España en los Premios Oscar. Su último largometraje fue ‘Abracadabra’ (2017), una coproducción hispano francesa que estuvo nominada a ocho premios Goya.
El mundo visual y sonoro en el que habitan Dog y Robot ha sido creado gracias a la colaboración de un gran equipo con experiencia tanto en animación como en imagen real.
José Luis Ágreda, diseñador e ilustrador, es el director de arte, que ya triunfó con el largometraje de animación ‘Buñuel en el Laberinto de las Tortugas’ (2019). El belga Benoît Feroumont es el director de animación de ‘Robot Dreams’ y de las inolvidables películas de animación ‘Bienvenidos a Belleville’ y ‘El libro de Kells’. También encontramos diseños de personajes de Albert Monteys.
Alfonso Villalonga es el compositor habitual de las bandas sonoras de las películas de Pablo Berger desde ‘Blancanieves’ y por la que ganó el Goya a mejor BSO. El equipo lo completan el reconocido montador (y director) Fernando Franco que ya trabajó con Berger en ‘Blancanieves’; la diseñadora de sonido Fabiola Ordoyo que también trabajó con Berger en ‘Abracadabra’ y que ganó un Goya por ‘As Bestas’ de Rodrigo Sorogoyen; y el director de producción Julian Larrauri, ganador del Goya por ‘Mortadelo y Filemón’.
Robot Dreams: el cine es soñar despierto
Basada en la novela gráfica homónima de la artista norteamericana Sara Varon y con guion del propio Berger, Robot Dreams es, en palabras de su director, “una historia sobre la amistad, su importancia y su fragilidad” y también la carta de amor a Nueva York de su director, ciudad donde vivió durante una década y que retrata con un aire ochentero muy agradable.
Esta película es un bello cuento que trata sobre la amistad, sobre lo importante que es para todos nosotros y, también, lo frágil que es. Y habla de muchas cosas más: del paso del tiempo, de la pérdida… pero también de cómo seguir avanzando a pesar de esas pérdidas y obstáculos que encontramos en la vida, porque la amistad y el amor son dos emociones maravillosas que llegan y muchas veces se van.
Con una (aparente) sencillez en la animación que llega a todo el público, Robot Dreams nos llega al corazón de una forma clara pero sin dramatismos. La película te deja una sensación agridulce porque es como la vida misma: con sus alegrías y sus penas. Pero es tan bonita de ver, de sentir, que nos hará tener una sonrisa en los labios durante casi toda la película.
Los dos protagonistas tendrán que luchar para mantener su amistad, su amor, y nosotros, como espectadores, compartiremos esas alegrías y esos sufrimientos, de tal forma que os aseguro que se os escapará alguna lágrima de emoción (y no necesariamente de pena).
Completamente muda, está tan bien trasladada a imágenes (diseño de personajes, ambiente, ruidos, música…) que no le hace falta ningún tipo de diálogo para transmitirnos todo lo que quiere. Es un viaje sensorial, como dice Berger. Es una gran historia donde lo importante son los sentimientos, donde los personajes (animales antropomórficos y robots) son muy humanos porque nos transmiten sus sentimientos con sus actos, con sus miradas… y nos emocionan porque su comportamiento ante las adversidades son completamente “humanas”.
Y, como no podía ser de otra manera, la mejor manera de acompañar y enfatizar esos sentimientos es a través de la música, tanto las canciones como la ya citada September, hasta la magnífica (emotiva y efectiva) banda sonora de Alfonso de Villalonga, con toques de piano que ensalzan la melancolía de algunas secuencias, mezclada con la alegría del “cool jazz” para conseguir ese tono neoyorkino que deseaba el director.
Pero es en la imagen donde esta película lo da todo de sí. Como decía antes, bajo un dibujo aparentemente sencillo, con un estilo muy de “línea clara”, Berger ha querido experimentar con el formato, con el medio de la animación y sus infinitas posibilidades, jugando con el ritmo, la percepción del espectador y mucho más (que no puedo contar sin entrar en spoilers).
Cada personaje, incluso los más anecdóticos, son muy expresivos, y Berger y su equipo han dado una gran importancia a las miradas, que nos expresan sin ambigüedades lo que están sintiendo cada uno de ellos.
Y es una película para todos los públicos. Aunque el tema principal está dirigido a los adultos, los niños podrán disfrutarla a otros niveles y, dependiendo de su madurez emocional, entenderán las emociones que Robot Dreams nos regala.
Y una cosa más. Seguro que habéis escuchado miles de veces el tema “September” de Earth, Wind & Fire… Pues os aseguro que, después de haber visto Robot Dreams, la escucharéis de una forma totalmente diferente, y mejor.
Robot Dreams se ha estrenado en cines el 6 de diciembre de la mano de Bteam Pictures