Detrás del aparente fallo de la trama, os explicamos la batalla de fuerzas y estrategias entre Saruman y los arboles milenarios de ESDLA
A simple vista, la omisión de Saruman en atacar a los Ents en Las dos torres parece un hueco argumental. Sin embargo, una mirada más profunda revela la astucia y el cálculo detrás de esta decisión. Saruman, un mago consumido por la corrupción y la ambición, vio su perdición en la subestimación del poder de los Ents y su amor por el bosque.
Una lucha de valores
Los Ents, criaturas milenarias custodias de los bosques, representaban todo lo que Saruman había abandonado. Su deseo de industrializar la Tierra Media chocaba frontalmente con la misión protectora de los Ents. La batalla de Isengard no fue solo física, sino también una colisión de ideales: la destrucción voraz de Saruman contra la defensa apasionada de la naturaleza por parte de los Ents.
El error de Saruman radicaba en una mezcla de arrogancia y desconexión con la naturaleza. A pesar de haber sido amigo de los Ents, su codicia lo cegó, impidiéndole ver la profundidad de su conexión con el bosque y su capacidad de lucha. La aparición de Gandalf el Blanco y la influencia de Merry y Pippin en Fangorn fueron el catalizador que despertó a los Ents, algo que el mago blanco jamás anticipó.
Arrogancia y desprecio
La transformación del Istari en un ser malvado y orgulloso lo llevó a subestimar no solo el poder de los Ents, sino también su propia vulnerabilidad. Creyendo en la supuesta debilidad de estos guardianes del bosque, no previó la furia y determinación con la que lucharían para proteger su hogar, una omisión fatal para sus planes de dominación.
Incluso si Saruman hubiera considerado a los Ents una amenaza real, un ataque directo habría debilitado significativamente sus fuerzas. Reconocer la fuerza de los Ents equivalía a admitir que podrían devastar a sus Uruk-hai, un riesgo demasiado alto para sus ambiciones de conquista más allá de Fanghorn. El Istari, enfocado en objetivos mayores, decidió no desperdiciar recursos en un enfrentamiento que consideraba improbable.
Un viaje desde la sabiduría hasta la corrupción
El mago, inicialmente conocido como Saruman el Blanco, desempeñó un papel crucial en la historia de la Tierra Media. Sabio y respetado, era uno de los Istari, enviados para combatir la creciente amenaza de Sauron. Sin embargo, su transformación de un ser de luz a uno corrompido por la ambición es un elemento central de su narrativa. La historia de Saruman es una advertencia sobre los peligros del poder y cómo incluso los más grandes pueden caer.
En contraste con otros personajes de ESDLA, Saruman representa la traición a los ideales originales de los Istari. Mientras Gandalf se mantiene fiel a su misión, Saruman se desvía, seducido por el poder del Anillo Único y su propio deseo de dominio. Esta divergencia entre ambos magos pone de relieve las opciones y los caminos que uno puede tomar en la presencia del mal absoluto, y cómo estas decisiones definen el carácter y el destino final de cada uno.
La ironía de la estrategia
En última instancia, la estrategia de Saruman resultó ser su perdición. Su rapidez en actuar, contraria a la deliberación de los Ents, lo llevó a subestimar la unión de fuerzas entre Rohan y Gondor, así como la capacidad de resistencia de sus enemigos. Esta falta de previsión, combinada con su arrogancia, selló su destino en ESDLA.
El conflicto entre Saruman y los Ents en ESDLA es más que un enfrentamiento físico; es una lección sobre el poder de la naturaleza y las consecuencias de la ambición desmedida. Saruman, cegado por su sed de poder, falló en reconocer la fuerza y el valor de los Ents, llevándolo a su inevitable caída. Así, lo que parecía un fallo de trama, se revela como una compleja trama de estrategias, valores y el triunfo final de la naturaleza sobre la codicia.
