La fosa de cARTEm Cómics, es la segunda novela gráfica de Erik Kriek, que narra una atrayente y misteriosa historia en los bosques neerlandeses
Erik Kriek deslumbró con su primera novela gráfica: El exiliado, también publicada por cARTEm Cómics, pero en esta segunda novela gráfica, La fosa, deja el siglo décimo para narrar una historia contemporánea en los Países Bajos, cuna del autor.
“¡INTENTÉ ADVERTIRTE! ¡AHORA ES DEMASIADO TARDE! NADIE PUEDE AYUDARTE…”
Magda
Este autor es especialista en baladas de asesinato (Murder Ballads) un subgénero donde se narran los acontecimientos de un asesinato, incluyendo el antes y el después de este, como demostró magníficamente en su saga de libros “In the Pines”, que ya da la idea de lo que puede desarrollarse tras la portada de La fosa.
Misterio en los bosques del Veluwe
Huub y Sara Kuylder son un matrimonio que dejan la ciudad de Ámsterdam, para vivir en el campo, donde Huub ha heredado una casa familiar propiedad de su tío. Ambos son grandes trabajadores, Huub un arquitecto de dilatada experiencia y Sara una artista que expone en las mejores galerías. Tras la muerte de su hijo Rubén, necesitan pasar el duelo por la pérdida de este, por ello deciden mudarse e intentar rehacer sus vidas.
Huub se refugia en el trabajo como medio para afrontar la pérdida de su vástago, mientras que Sara es incapaz de retomar los pinceles porque le falta el genio creativo. En Oldenhove la paz es una constante, más aún rodeados de bosques majestuosos repletos de hayas, robles o abedules que conforman el Veluwe.
En la parte trasera de la nueva casa, el matrimonio encuentra árboles con la corteza tallada, donde se representan runas y otros símbolos que llaman la atención de los cónyuges. Además, en la reforma de la casa, encuentran libretas y notas del ancestro de Huub con esos mismos símbolos e inscripciones en islandés.
“SE ME HA IDO EL TIEMPO SIN DARME CUENTA. ESTOS CUADERNOS DE TU TÍO ABUELO SON REALMENTE FASCINANTES…”
Sara Kuylder
La irrupción de los vecinos en su propiedad, con Magdalena profiriendo a Sara maldiciones y supuestas alucinaciones, hace que esta se asuste y crea conveniente cerrar el acceso a su nueva casa. A partir de ese momento, sucesos inexplicables comienzan a suceder y el misterio y la tensión se palpan en el ambiente, desencadenando un torbellino de situaciones límite en la vida de Sara y Huub.
El autor
Erik Kriek, como en la novela gráfica precedente, realiza todas las labores artísticas en La fosa, consiguiendo un magnífico trabajo, que comienza con la propia portada. En la portada, que posteriormente aparece en boceto como un extra, se puede percibir el misterio que narra la historia, con Sara, la protagonista en primer plano antes de adentrarse en el misterio que acecha en lo profundo del bosque.
El guion seguido por Kriek sigue un desarrollo temporal secuencial salpicado con retrospectivas que van explicando poco a poco la vida anterior del matrimonio y la muerte de Rubén. Aquí también van apareciendo los personajes secundarios y su relación con los protagonistas, dando cuenta de la percepción que tienen de la pareja y su interacción con ella.
El desarrollo profundo de los personajes permite elaborar una historia de misterio, con muchas pautas de terror psicológico, porque… ¿Qué da más miedo que eso que se percibe, pero no puede verse? De este modo se va narrando la acción, aportando giros argumentales que hacen incrementar el misterio, más aún cuando una bruma de sospecha comienza a esparcirse en el bosque.
El dibujo del autor es espectacular enfatizando los primeros planos, pero sin descuidar el fondo de la viñeta. Cada personaje tiene unos rasgos muy definidos que lo identifican, pero además muestran con fuerza sus acciones. Las facciones de estos dan cuenta del sentimiento que poseen y lo transmiten directamente al lector, quien sufre, se calma o se aterra, según sea la viñeta donde se encuentre.
El fondo de las viñetas no se descuida y los bosques más que tranquilidad muestran cierto desasosiego pese a lo idílico del paisaje boscoso. El bosque es representado como el verídico de “los árboles que danzan”, Speulderbos -cercano a la localidad neerlandesa de Garderen-, debido a la forma sinuosa de los troncos con numerosos y grandes hongos elfenbankjes -asientos de hadas- sobre ellos.
El entintando y el color ensalzan este trabajo de Erik Kriek, definiendo el lápiz y arrastrando sentimientos con la paleta elegida por el autor. Las tonalidades ocráceas son las predominantes en esta novela gráfica, acompañadas por los tonos oscuros nocturnos, creando un ambiente otoñal muy propicio para La fosa.
Los colores más asociados con el otoño son el naranja, el rojo, el amarillo y el marrón, debido al follaje caduco producido por el cambio estacional de los colores de las hojas a medida que bajan las temperaturas y se reduce la luz del día. Es un ocaso progresivo que culmina en el equinoccio invernal, haciendo aquí el autor un paralelismo con la historia que está desarrollando, acompañado por colores como el negro o el verde medianoche.
Los tonos ocres evocan fuertes sentimientos, porque son capaces de captar rápidamente la atención del lector, con la paradoja de parecer un color cálido y delicado, pero que en abundancia causa fatiga y cansancio visual, siendo también tonos característicos de la materialización del apego al espacio terrenal. Tanto en Grecia como en Roma clásica, así como en la cosmología de otras partes del mundo como México, el ocre significa algo divino y de nueva vida.
Con ello Erik Kriek utiliza el rojo de forma ambivalente, mostrando felicidad y peligro. Usa el naranja como energía de la vida, de la creatividad. El negro, representando lo misterioso y la magia. Los tonos morados, color intenso resultado de la unión del rojo y del azul, los liga a la historia del protestantismo del tío de Huub, porque en tonos equivalentes de sus colores primarios representan la sabiduría y el amor.
La edición de cARTEm Cómics
La editorial cARTEm ha publicado La fosa en un tomo de 148 páginas, con cubierta de tapa dura y unas dimensiones de 21 x 28,5 centímetros, que permiten al lector disfrutar del trabajo artístico integral de Erik Kriek; con traducción de Irene de la Torre.
La fosa de cARTEm Cómics es una gran lectura, con un espectacular Erik Kriek en todas sus facetas, que permite al lector sumergirse en una historia de misterio que permite más de una relectura, porque quizá los personajes no sean quienes parecen ser, ni la historia sea tan clara como se cree entender. De hecho, la conclusión de la obra es apoteósica, porque da pie a que un misterio en verdad mundano sea representado como extraordinario, al fin y al cabo, Kriek es un experto en narrar baladas y decir al lector con su obra Fijne dag verder! -¡Que pases un buen día!-.
La fosa
Thriller psicológico con elementos sobrenaturales
En el corazón de los densos y misteriosos bosques del Veluwe, Huub y Sara Kuylders se embarcan en un viaje emocional tras la devastadora pérdida de su hijo Rubén en un accidente de tráfico.
Esta pareja, compuesta por un arquitecto y una artista, busca desesperadamente un nuevo comienzo lejos del remolino de dolor que ha consumido sus vidas. Su elección de refugio es una antigua casa familiar, un legado de un tío fallecido que promete ser un santuario de paz y reconstrucción.
Sin embargo, la esperanza de tranquilidad se ve rápidamente envuelta en capas de misterio y tensiones ocultas. Huub, enfocando su energía en el trabajo y los aspectos prácticos de la mudanza, intenta forjar una sensación de normalidad. Por otro lado, Sara se encuentra en una lucha constante por encontrar su camino de vuelta a la luz, una batalla que la lleva a descubrir un libro manuscrito lleno de textos y símbolos incomprensibles.
Estos signos, junto con las extrañas marcas grabadas en las hayas circundantes, sugieren la presencia de fuerzas desconocidas que acechan en las sombras de su nuevo hogar.
La aparición de una anciana que advierte sobre las oscuras entidades que habitan el bosque solo sirve para profundizar el enigma, una advertencia que Sara elige ignorar, en parte debido a su lucha interna y su decisión de dejar la medicación. Esta elección desencadena una serie de visiones (¿o alucinaciones?) que borran la línea entre la realidad y el horror psíquico, arrastrando a la pareja a un abismo de incertidumbre y miedo.
Entre el duelo y las sombras
Se nutre de una atmósfera que recuerda a las obras de H.P. Lovecraft, con un toque distintivamente contemporáneo y localizado en el escenario poco convencional del Veluwe holandés.
A través de una narrativa que combina la desesperación humana con lo sobrenatural, se construye una tensión que evita revelaciones directas, dejando al lector en un estado de inquietud persistente. La oscuridad no solo se presenta en el tema, sino también en el estilo visual adoptado por Erik Kriek, cuyas páginas están llenas de sombras e imágenes que evocan una sensación palpable de temor.
Esta historia, más que un simple relato de terror se convierte en un estudio sobre el duelo, la resiliencia y la indomable naturaleza del espíritu humano frente a las adversidades desconocidas. A través de los ojos de Huub y Sara, nos enfrentamos a la pregunta de si es posible encontrar la luz en medio de las sombras más profundas.
Con elementos que recuerdan a “The Twilight Zone”, invita a reflexionar sobre los misterios que nos rodean, sugiriendo que, quizás, hay verdades que es mejor dejar sin explorar. Es una conmovedora exploración de la pérdida, el amor y la búsqueda de esperanza. A medida que los límites entre lo real y lo paranormal se desdibujan, se nos recuerda el poder de la tenacidad y el coste potencial de enfrentar los misterios que se esconden justo más allá de nuestra comprensión.