A pesar de las ofertas, WB se niega a vender Coyote vs. Acme, la película que prometía reinventar los Looney Tunes
En un giro sorprendente que ha dejado a los fans de Looney Tunes y del cine en general al borde de sus asientos, Warner Bros. ha tomado una decisión que podría significar el fin definitivo para “Coyote vs. Acme”, una película que ni siquiera ha tenido la oportunidad de brillar en la gran pantalla. La expectativa alrededor de esta obra, que prometía ser una de las mejores adaptaciones de los icónicos personajes animados, ha sido sofocada por la estrategia corporativa, dejando un vacío en el corazón de los aficionados y una pregunta en el aire: ¿Por qué Warner Bros. se negaría a darle una oportunidad a esta joya cinematográfica?
El rechazo de una venta millonaria
La decisión de Warner Bros. de no vender “Coyote vs. Acme” a pesar de recibir ofertas atractivas de gigantes como Netflix, Amazon, y Paramount ha causado estupor en la industria. Se informó que el estudio buscaba al menos 75 millones de dólares por la película, pero adoptó una postura de “lo tomas o lo dejas” que dejó a otros estudios sin margen para contraofertas. Esta maniobra no solo ha sorprendido sino que ha llevado a especular sobre la intención de Warner Bros. de borrar silenciosamente el filme de la existencia, una estrategia que muchos consideran desalentadora y, francamente, incomprensible.
Dirigida por Dave Green y con un guion de Samy Burch basado en una historia de James Gunn, Jeremy Slater, y Burch, “Coyote vs. Acme” se inspiró en parte en un artículo de Ian Frazier para The New Yorker en 1990. La película prometía una mezcla innovadora de animación y acción real, al estilo de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, con John Cena como el CEO de Acme y Will Forte interpretando al abogado de Wile E. Coyote. La premisa: Coyote demanda a la corporación Acme por los defectuosos y explosivos productos que constantemente frustran sus esfuerzos por capturar al Correcaminos.
La controversia y las consecuencias
La decisión de Warner Bros. de desechar la película después de completarla ha suscitado críticas y la ha etiquetado como un estudio “antiarte”. La revelación de que el CEO David Zaslav ni siquiera ha visto el filme agrega una capa de desconcierto a la situación, especialmente cuando la decisión de desechar la película parece haber sido tomada principalmente por motivos fiscales. El silencio podría ser la última palabra para “Coyote vs. Acme”, a menos que los cineastas detrás del proyecto logren encontrarle un nuevo hogar antes de que sea demasiado tarde.
A pesar de los obstáculos, la esperanza de que “Coyote vs. Acme” pueda ser rescatada y finalmente apreciada por el público mundial persiste. Las reacciones de quienes han tenido la suerte de ver la película son unánimemente positivas, destacando su humor, corazón, y el ingenioso uso de cameos animados. La posibilidad de que este trabajo, descrito como posiblemente la mejor encarnación de los Looney Tunes en la pantalla grande, nunca sea visto, es una perspectiva desalentadora no solo para los creadores y el elenco sino para los fans de estos personajes atemporales.
Un futuro incierto pero lleno de potencial
El destino de “Coyote vs. Acme” sigue siendo incierto, pero la situación ha destacado una vez más la compleja intersección entre el arte y la estrategia corporativa en la industria del cine. Mientras Warner Bros. permanece firme en su decisión, la comunidad cinematográfica y los fans de Looney Tunes albergan la esperanza de que, de alguna manera, la película encuentre un camino hacia la luz del día. En un mundo donde las historias innovadoras y el talento creativo a menudo luchan por superar las barreras financieras y corporativas, “Coyote vs. Acme” se ha convertido en un símbolo de lo que podría haber sido y, quién sabe, de lo que aún podría ser.