Reina roja: jaque a la ficción
Desde que Prime Video anunció, allá por junio de 2022, la adaptación de la famosa novela de Juan Gómez-Jurado, Reina Roja, la legión de fans de esta obra han esperado pacientemente. Y por fin, a partir de hoy, 29 de febrero, tienen disponibles los siete capítulos de que consta.
Para los que no saben de qué va Reina Roja, veamos su sinopsis oficial:
Con un cociente intelectual de 242, Antonia Scott es oficialmente la persona más inteligente de la Tierra. Su inteligencia le valió convertirse en la “Reina Roja” de un proyecto policial secreto y experimental, pero lo que parecía un don se convirtió en una maldición y acabó perdiéndolo todo. Cuando el hijo de una poderosa magnate aparece asesinado grotescamente en su mansión, y la hija del hombre más rico de España es secuestrada, la organización Reina Roja se pone en marcha. Mentor, antiguo jefe de Antonia, recurre a Jon Gutiérrez, un policía vasco y temperamental a punto de ser expulsado del cuerpo, para reactivar a Antonia.
Reina Roja es la adaptación a serie de uno de los best-sellers más exitosos en lengua española de los últimos años, escrito por Juan Gómez-Jurado. La serie llega a la pantalla de la mano de Amaya Muruzabal, showrunner de la serie y guionista de sus capítulos junto con Salvador Perpiñá.
Muruzabal había creado con anterioridad la serie Hernán (también disponible en Prime Video) en la que Óscar Jaenada interpretaba a Hernán Cortés en su conquista de Tenochtitlán, y había participado en la escritura de otras ficciones como la comedia romántica Amarres. Perpiñá ha trabajado en producciones como Isabel, Desconocidas y ¡Eureka!.
El encargado de traducir en imágenes las palabras de Muruzabal y Perpiñá ha sido Koldo Serra, que venía de dirigir varios episodios de Sin huellas y de La casa de papel, en la que ya había coincidido con Hovik Keuchkerian (Jon Gutiérrez en la serie). Julián de Tavira refuerza el trabajo de dirección, firmando dos episodios.
Del libro a la serie ¿una buena adaptación?
El reto mayor para afrontar la producción de esta serie es estar a la altura de lo que Juan Gómez-Jurado ha logrado con su novela, tan importante para tantos millones de lectores españoles. Una gran oportunidad, pero también una gran responsabilidad.
Desde luego, uno de los aspectos más complicados era trasladar a imagen en movimiento el funcionamiento de la cabeza de Antonia Scott, tanto a nivel técnico como a nivel conceptual. “Ver” cómo funciona la cabeza de Antonia, tanto en los momentos de investigación y deducción como en los momentos en los que ella entra en estados de tensión y de ansiedad.
La serie nos muestra imágenes y espacios visuales que siguen un patrón de total coherencia con la identidad de Antonia. Su cabeza no es una computadora, ella no es un robot, funciona por analogías visuales, metáforas y conceptos. Eso y que nunca descansa, algo que influye en todos los aspectos de su vida.
Esas imágenes de la cabeza de Antonia a pleno rendimiento fueron un reto técnico a la hora de rodar, tanto para la propia actriz, como para el equipo (antes y después de filmar), y eso se debe, en gran parte a Antón Laguna, director de arte de la serie. Estos recursos gráficos y visuales enriquecen la natación y nos hacen “ver” los ordenadores mentales de Antonia.
Por otro lado, la narrativa y el tono son fundamentales para definir Reina Roja sin perder la esencia de la novela, ya que en una época en la que proliferan los thrillers “monocromáticos” y con una fotografía muy apagada, han optado por huir de esos mundos y retrotraerse unos años (incluso unas décadas), volviendo a cierto clasicismo formal que les ayuda a contar la historia y, desde luego, influye en la sensación del espectador. Reina Roja es un thriller con una luz y colormás cercanos a Hitchcock que a los thrillers que llegan del norte de Europa.
En este aspecto, un recurso facilón pero muy efectivo es la aparición del color rojo, que marca uno de los temas de la serie: cuando la inteligencia se convierte en angustia. El rojo, además de estar presente en el título de la ficción, representa el lado oscuro del trabajo de Antonia y, en concreto, de su gran capacidad mental. Aparece de manera constante durante todos los episodios y en su uso se cita la influencia de Tres colores: rojo, de Krzysztof Kieslowski de 1994 (las décadas de las que os hablaba).
Además, los responsables tenían que encontrar un camino propio para trasladar a imágenes el estilo ya muy visual de Juan Gómez-Jurado y las referencias a películas, canciones y otros libros que incluye en Reina Roja. Y lo han encontrado al identificar los tres pilares sobre los que se asienta la serie: es un thriller sobre la dualidad entre superficie y subsuelo, sobre la relación entre Antonia y Jon y sobre lo que implica ser la persona más inteligente del mundo.
Luego está el ambiente, la ciudad. Reina Roja transcurre en Madrid y su ubicación es un elemento muy importante ya en la novela, que construye su trama entre las urbanizaciones de lujo de las clases altas, las calles del barrio de Lavapiés (donde vive Antonia) y el subsuelo de la ciudad.
Volvemos a la ambientación, a la fotografía y a la paleta de colores de la serie. Uno de los temas que “el color” nos muestra es el de los “dos Madrid” que conviven en la novela: el de la superficie, colorido, luminoso, vital, casi siempre bajo el cielo azul de Madrid, el de los protagonistas… Y el otro, el Madrid que está bajo tierra donde vive el mal, donde los antagonistas tienen su reino, y donde, en este caso sí, el uso de las sombras y los ambientes más recargados tienen su razón de ser.
De hecho, la serie se podría describir como la dicotomía entre el submundo oscuro y la superficie luminosa. De hecho, según los responsables de la serie, la importancia de la ciudad se nota no solo en que Antonia y Jon se mueven por algunos de sus lugares más fácilmente reconocibles, como el Palacio Real o la Plaza de España, sino también en que sus cielos azules y su luz se convirtieron en un aspecto clave de la construcción visual de los capítulos.
“Una cosa de la que hablamos Amaya y yo en su momento, y que compartimos con las compañeras de Amazon, era intentar huir de los thrillers nórdicos tan de moda, del thriller llamémosle monocromático o desaturado”, apunta Koldo Serra: “Lo que buscábamos era algo que Amaya repite mucho, lo del cielo azul de Madrid. Es una ciudad que tiene mucho color, que tiene sol mucha parte del año y queríamos que eso se trasladara a la pantalla y al thriller”. Además, esto permitía diferenciar aún más claramente el subsuelo donde se mueve Ezequiel, más oscuro, con la superficie soleada y luminosa.
Ese ambiente también se consigue mediante la música que, como no podía ser de otra manera, viene directamente de la novela de Gómez-Jurado. La banda sonora, compuesta por el ganador de un Emmy Víctor Reyes incluye 28 temas musicales de la serie y tres covers exclusivas compuestas para momentos específicos de la historia: No mires a los ojos de la gente, de Tanxugueiras, Maquillaje de Maestro Espada y el chotis Madrid producido por Raül Refree e interpretado por Adriano Galante.
Al final, lo que se buscaba era dotar a Reina Roja de su propia personalidad dentro de un género tan popular como el thriller y respetar el espíritu del libro de Juan Gómez-Jurado, en el que no puede entenderse a Antonia sin Madrid.
(por cierto, también tenéis disponible Reina Roja: Bonus track, una serie documental de 7 episodios de 20 minutos donde el equipo artístico y técnico de Reina Roja desvelan todos los secretos detrás de la serie y se aborda el proceso de adaptación y producción)
De lo mejor que veremos en televisión en cuanto a producción
Y es que uno de los aspectos que más me ha llamado la atención (para bien, porque también hay alguno que ha sido para mal) es la producción. Se nota que han desplegado un volumen de medios raramente visto en la producción española: 6 meses de rodaje en dos unidades; mucho nocturno y cambio de localizaciones constantes, a lo que se suma un año de postproducción en el que se cuidó al milímetro todos los aspectos, incluyendo más de 1,400 planos de efectos visuales.
Un último apunte, más allá de la propia trama, para mí una de las grandes claves y lo que hace especial Reina Roja son sus personajes protagonistas: Antonia Scott y Jon Gutiérrez. La serie es un thriller, sí, pero el tema más importante es la relación entre ellos dos, el proceso emocional que viven. Reina Roja habla del corazón y del alma humana, representados por sus dos protagonistas, tan diferentes.
Por eso, mucho del trabajo de dirección ha recaído en conseguir que los protagonistas fuesen unos personajes creíbles (más allá de las cualidades especiales de Antonia). En este sentido, Vicky Luengo hace un gran trabajo debido a la dificultad de su personaje, sobre todo en su interpretación física (aunque a veces esté ligeramente sobreactuada).
Pero es Hovik Keuchkerian como Jon Gutiérrez quien me ha enamorado. Este enorme hombre, tan noble y tan blando por dentro, es un personaje que me ha fascinado y del que estoy deseando volver a ver más “casos” o lo que sea, incluso las escenas con su madre o haciendo gloriosas y breves críticas gastronómicas a la tortilla de la cafetería del hospital 😊.
Y es que al fin y al cabo, Reina Roja no deja de ser un símil de Sherlock Holmes, con su propio Watson (más cercano a Sancho por su sabiduría callejera). E incluso tiene a su propio Moriarty, que es Mr. White (de hecho Gómez Jurado tan solo ha tenido que girar la inicial para el archienemigo de su Reina Roja). Por eso Jon es un personaje tan entrañable, como lo es Sancho Panza: su cercanía, sus conocimientos, son familiares a todos nosotros (todo lo contrario que Antonia), su forma de ser es perfectamente reconocible y adoptable por todos nosotros (al contrario que Antonia, a quien admiramos, pero no nos identificamos con ella).
Estos “toques” de Sherlock, más otras pinceladas de obras ya conocidas (son evidentes y muy reconocibles las huellas tanto conceptuales como visuales de El silencio de los corderos, tanto del libro como de la película, por poner solo un ejemplo) son lo que, en mi opinión, rebaja un poco la calificación final de la serie… aunque venga originado por la novela, claro.
La tensión, el thriller, está muy bien llevado. La dirección de la serie consigue tener atrapado al espectador durante los 7 capítulos de los que consta… aunque preveamos varios de los giros y “sorpresas” (sobre todo de la parte malvada del elenco).
Sin embargo, y a pesar de esto, el resultado es notable, bien rodado, muy bien dirigido y bien interpretado, dejándonos una serie más que disfrutable y que, espero, tenga continuación.
Dirigida por Koldo Serra, junto a Julian de Tavira, que firma los episodios cuatro y seis, con Amaya Muruzábal como showrunner y productora ejecutiva junto a Pere Roca, y con un guion escrito por Salvador Perpiñá y la propia Muruzábal. Reina Roja está protagonizada por Victoria Luengo (Antonia Scott) y Hovik Keuchkerian (Jon Gutiérrez), y ya está disponible al completo en Prime Video.