Una escena inicial El Problema de los Tres Cuerpos desata controversias y reflexiones sobre la historia y la censura
En un mundo donde la ciencia ficción se convierte en un espejo de realidades políticas y sociales, la serie de Netflix El Problema de los Tres Cuerpos ha desatado un fuego cruzado de opiniones y controversias. La adaptación de la novela homónima de Liu Cixin, premiada con el Hugo en 2008, ha logrado algo más que entretener; ha incitado a la reflexión y al debate, especialmente entre los espectadores chinos.
La representación de la Revolución Cultural China a través de una escena dramática ambientada en 1966, en una universidad de Beijing, ha tocado fibras sensibles. En ella, un profesor de física sufre una agresión brutal por parte de los Guardias Rojos comunistas, bajo la mirada burlona de una multitud, por oponerse a las ideologías gubernamentales.
Esta representación ha encendido las redes sociales chinas, con acusaciones hacia Hollywood de buscar retratar a China bajo una luz negativa mediante la figura de los Guardias Rojos. La situación ha cobrado tal relevancia que CNN informó sobre el “enfado nacionalista” que esta ha generado en el país asiático. A pesar de las críticas, la serie ha logrado captar la atención a nivel global, desencadenando un amplio espectro de reacciones y análisis.
La ausencia en la adaptación china
Notoriamente, la mencionada secuencia no aparece en la adaptación china de 30 episodios lanzada por Tencent en 2023. Este hecho ha alimentado acusaciones hacia el Partido Comunista Chino de intentar borrar de la historia y la cultura popular los horrores de la Revolución Cultural. Asimismo, las alteraciones “políticamente correctas” en la historia, como una mayor diversidad en el reparto internacional y el traslado de la narrativa a Londres, divergiendo del contexto chino original, han sido objeto de crítica. A pesar de ello, el hashtag “la versión de China gana” se ha popularizado, haciendo referencia a la adaptación de Tencent y subrayando las complejidades de la representación histórica y cultural.
Una visión internacional y la importancia de la historia
Rosalind Chao, quien interpreta a Ye Wenjie adulta en la serie, ha compartido su perspectiva sobre las escenas de la Revolución Cultural y sus adaptaciones, destacando la importancia de una versión internacional de la historia. Su punto de vista resalta una tensión entre el deseo de globalización del relato y las restricciones impuestas por la censura y la narrativa oficial en China. Chao expresa su frustración ante la estrechez de miras y celebra la oportunidad de contar esta parte de la historia mundial de una manera que abarca también el género de ciencia ficción, señalando lo crucial que es comprender la historia mundial para entender las motivaciones humanas.
El Problema de los Tres Cuerpos de Netflix no solo nos invita a sumergirnos en una narrativa de ciencia ficción apasionante sino que también nos empuja a reflexionar sobre la historia, la memoria y la censura. La serie se convierte en un punto de encuentro para debatir sobre cómo las sociedades recuerdan su pasado y el impacto de esas memorias en el presente y futuro colectivo. En un mundo interconectado, la historia de una parte del globo resuena en todas partes, recordándonos la importancia del diálogo, la comprensión y, sobre todo, la memoria.
Otros proyectos censurados en China
La censura en China no es un fenómeno exclusivo de El Problema de los Tres Cuerpos. La industria audiovisual ha visto cómo numerosos proyectos se han modificado o directamente prohibidos bajo las estrictas regulaciones del país. Por ejemplo, la icónica serie Juego de Tronos enfrentó múltiples cortes en su versión emitida en China, eliminando escenas consideradas demasiado violentas o sexualmente explícitas.
Del mismo modo, películas como Piratas del Caribe: En mareas misteriosas sufrieron ediciones para eliminar referencias a la muerte o lo sobrenatural, siguiendo la política de no mostrar “cultura fantasma” en medios. Estos casos evidencian un patrón de intervención estatal en los contenidos audiovisuales, buscando alinearlos con los valores y políticas gubernamentales, impactando tanto en la recepción local como en la percepción internacional de la censura y la libertad de expresión en el país.