Godzilla y Kong: de tour por todo el mundo
El Monsterverse cinematográfico de Legendary Pictures retoma el enfrentamiento de “Godzilla vs. Kong” con una aventura totalmente nueva que enfrenta al todopoderoso Kong y al temible Godzilla contra una colosal amenaza aún por descubrir que se oculta en nuestro mundo, poniendo en peligro su propia existencia… y la nuestra.
Tal vez sea por lo bien que lo pasé de niño con este tipo de películas (las de los Titanes de la Soho), el caso es que cada vez que se anuncia una nueva entrega me ilusiono y deseo ir a verla. Esto es un arma de doble filo, por supuesto.
Hay que tener muy claro qué vamos a ver cuando acudimos al cine a ver una película de King Kong, Godzilla, Mothra o el resto de sus “amigos”: básicamente una película de acción con enormes monstruos peleando entre sí y destrozando todo lo que encuentran a su paso. Esto, por supuesto, es lo que encontraremos en Godzilla y Kong El Nuevo Imperio.
Sin embargo, aunque el objetivo principal de este tipo de cine sea el entretenimiento, muchos esperamos que, al menos, éste sea de cierta calidad: una historia interesante y más o menos original, personajes (humanos) con algo de enjundia y carisma y, en definitiva, que no sea una película “de usar y tirar”.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio se adentra aún más en las historias de estos titanes y sus orígenes, así como en los misterios de la Isla Calavera y otros muchos. Al mismo tiempo, nos descubre la mítica batalla que ayudó a forjar a estos extraordinarios seres y los vinculó para siempre con la humanidad. Ese adentrarse el cuore del mundo de Monarch y todas sus investigaciones se agradece porque enriquece este mundo y abre nuevos caminos donde adentrarse y crear nuevas historias.
Sin embargo, y como siempre digo, una parte fundamental del cine (comercial, al menos) es el guion: sin una buena historia, tan solo tendremos una colección de bellas imágenes secuenciadas. ¿Tenemos esto en Godzilla y Kong: El nuevo imperio?
Un monsterverse que no termina de funcionar… en parte
El guion, obra de Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater, a partir de una historia de Rossio y Wingard & Barrett, es demasiado simple, siendo magnánimos. Carece de emoción o de sorpresas que puedan mantener al espectador interesado en la historia que estamos viendo. Es tan previsible y tópica que prácticamente podríamos disfrutar de la película sin escuchar los diálogos de los personajes humanos.
Godzilla se pasa la mayor parte de la trama “paseándose” por el mundo (Roma, El Cairo, Cádiz o la costa de Francia), preparándose para el inminente ataque de una nueva/vieja amenaza. Mientras, Kong se enfrenta a varios problemas: enemigos de varios tamaños y, sobre todo, su edad (y su soledad): es maravilloso el carácter melancólico que le están dando en estas últimas películas, así como el carisma que, sin hablar, consiguen que transmita el “Rey de los monstruos”.
Su aspecto, aviejado, casi de anciano, pero a la vez impresionante y temible, se enfatiza sobre todo en los primeros planos de Kong: el trabajo (repito) es admirable, tanto en efectos visuales como en la “humanización” del monstruo: sus gestos, sus pequeñas muecas, sus miradas… Es un personaje mucho más real que varios de sus compañeros humanos.
Además, las escenas de acción, las escenas protagonizadas por Kong, Godzilla y sus enemigos, son impresionantes, muy bien efectuadas y verlas en pantalla grande es un gran placer no solo para los fans de este tipo de cine “de monstruos”, sino para cualquier aficionado al cine de acción.
El director de fotografía Ben Seresin y el diseñador de producción Tom Hammock han realizado un trabajo magnífico volviéndonos a traer a estas enormes criaturas, impresionantes y siempre con aspecto renovado, sin perder la esencia de estos caracteres con tantos años (y películas) tras de sí.
Godzilla, al ser un ser “irracional”, muestra su cambio en su aspecto físico: debido al enorme peligro que debe afrentar, su cuerpo “evoluciona” ligeramente. Sigue siendo totalmente reconocible, no cambia en lo básico, pero lo hacen más vistoso, mucho más espectacular y disfrutable en pantalla grande.
Kong, como decía un poco más arriba, además de estar realizado visualmente de forma magistral, está caracterizado de manera que podamos seguir empatizando con él, que sigamos admirando a este adorable (y temible) ser. Llegamos a sufrir con él, a alegrarnos con él… mientras clavamos las uñas a la butaca cuando Kong ruge, se golpea el pecho o enarbola su gigantesca maza.
Entre las nuevas criaturas (de las que no desvelaré nada), destaca un antiguo Titán, “más viejo que el mundo”, que reaparece y cuyo aspecto, sinceramente, me ha recordado demasiado al de cierto Pokémon legendario.
En resumen, una historia demasiado básica, simple y previsible, frente a unos efectos visuales magníficos y unos Titanes que da gusto volver a ver en pantalla. Echamos de menos un guion interesante pero, al menos, parece que el futuro del monsterverse avanza con algo de estabilidad. Yo, al menos, esperaré atento a la siguiente entrega.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio está dirigida por Adam Wingard y protagonizada por Rebecca Hall, Brian Tyree Henry, Dan Stevens, Kaylee Hottle, Alex Ferns y Fala Chen.
El guion es obra de Terry Rossio, Simon Barrett y Jeremy Slater, a partir de una historia de Rossio y Wingard & Barrett, basada en el personaje de “Godzilla”, propiedad de TOHO Co., Ltd y creada por esta.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio se estrena el 27 de marzo de 2024.
