Mark Russell y Steve Pugh se van a Piedradura para examinar con ojo crítico la sociedad actual a través de la mirada de unos personajes tan bucólicos y supuestamente inocentes como Los Picapiedra en un tomo publicado por ECC Ediciones
Se trata de uno de los cómics más inesperadamente exitosos de los últimos años, y es que poca gente podía haber pensado que una serie de Los Picapiedra fuera a ser algo más que un producto sacacuartos que cumpliera con lo justo y se aprovechara de los lectores con nostalgia para sacar unos cuantos dólares de ganancia. Contra todo pronóstico un por aquel entonces desconocido Mark Russell puso este título en el centro de todos los focos gracias a su peculiar y brillante acercamiento a estos personajes, y ahora gracias a ECC Ediciones podemos hacernos con la serie al completo en una edición integral.
Una nueva visión de Hanna-Barbera
El estudio de animación Hanna-Barbera (que no es el nombre de una señora sino los apellidos de William Hanna y Joseph Barbera) es responsable de la creación de multitud de series de dibujos animados que fueron todo un referente especialmente durante los años sesenta y setenta. Los Supersónicos, El show del Oso Yogui, Don Gato, Maguila Gorila, Jonny Quest, Los autos locos, Scooby-Doo, Hong Kong Phooey y, por supuesto, Los Picapiedra fueron algunos de sus más conocidos productos que marcaron la infancia de más de una generación.
A pesar de que eran series orientadas a un público infantil, alguna de ellas mostraba ciertos componentes notablemente adultos si tenemos en cuenta la época en la que se emitieron. Tal vez este fue el enfoque con el que el guionista Mark Russell abordó esta serie cuando le fue encomendada la tarea de traer a estos personajes al mundo del cómic, pero teniendo en cuenta que nada tenía que ver el enfoque adulto de los años sesenta con el de bien entrado el siglo XXI.
Lejos de contentarse con hacer algo divertido con la IP con la que le habían dejado jugar, Russell optó por utilizar estos trasnochados conceptos para realizar toda una sátira social. Es habitual ver los defectos de nuestros tiempos reflejados en obras de ciencia ficción futuristas, pero en esta ocasión los vamos a ver en una realidad creacionista de miles (¿millones?) de años en el pasado…
Un reflejo mordaz
El entorno que el guionista maneja en Los Picapiedra es ideal para este propósito, ya que carece de todo lo accesorio y tan solo cuenta con lo fundamental: unos personajes de características totalmente válidas y unos elementos atemporales que le sirven para elaborar las historias que quiere contar. Y todo ello sin olvidar el gran sentido del humor con el que ya contaba la serie de dibujos a la hora de adaptar la civilización moderna a este mundo prehistórico en el que humanos y dinosaurios conviven en paz.
El sinsentido de la guerra, el consumismo salvaje, la ausencia de lógica en la religión o las complejidades y absurdeces de las convenciones sociales son algunos de los temas que Russell aborda en tramas disfrazadas de aventuras ligeras. Y, sin duda, cualquier lector se va a ver reflejado en algún punto y no va a poder evitar reírse de sí mismo. Porque de eso va este cómic, de aprender a disfrutar de nuestras propias incoherencias. Russell no se encarga de dar lecciones morales o proponer soluciones a los problemas, solo los pone en primera plana para que todos seamos conscientes de ellos y haya lugar para la reflexión.
Sin embargo, por mucho que este cómic nos haga reír, es esa ausencia de soluciones lo que otorga a la obra un cierto carácter pesimista y desesperanzador. En cierto punto el lector acaba por darse cuenta de que lo que aquí se relata parece ser la crónica de una sociedad abocada a un fracaso provocado por la eterna repetición de los mismos errores. No en vano, alguno de los momentos más graciosos puede dejar a más de uno con una sonrisa congelada…
Colorido creacionismo
En el apartado gráfico tenemos a un genial Steve Pugh (complementado en un número por el legendario Rick Leonardi) que aprueba con nota a la hora de trasladar toda esta imaginería a las viñetas. En sus lápices los personajes son expresivos, los entornos apropiados para cada situación y las locuras creacionistas tremendamente divertidas. Pugh logra dotar a este reducido universo de toda esa fantasía prehistórica que necesita, tanto si hablamos de vestuarios, de escenarios o de criaturas prehistóricas que pueden ser tanto vehículos de transporte como electrodomésticos caseros.
En resumidas cuentas, Los Picapiedra es uno de esos cómics que deberían ser de obligada lectura en institutos. El ingenio de Russell aquí le ha servido para colocarse merecidamente en un lugar de honor entre los guionistas actuales. Con muy poca ambición y contra toda lógica esta serie es por derecho propio un clásico desde el momento de su publicación que no tiene nada que envidiar a ninguna otra obra del medio. Un must-have indudable que, para colmo, incluye en esta edición el divertidísimo cruce de la ser con el héroe del Universo DC conocido como Booster Gold, enfrentando así el distante futuro con el remoto pasado.
Este tomo se presenta en formato cartoné de tapa dura, contiene 368 páginas en color e incluye la traducción de la edición americana de los doce números de la serie limitada The Flintstones y del especial Booster Gold/The Flinstones, además las portadas de los números incluidos y una buena sección de material extra. El precio de venta recomendado es de 43,5 € y se puso a la venta en febrero de 2024.
Los Picapiedra
En el pueblo de Piedradura, Pedro y Vilma Picapiedra, su hija Pebbles, sus vecinos los Mármol, y sus amigos, compañeros de trabajo y dinoaparatos protagonizan divertidas aventuras ambientadas en una Edad de Piedra que bien podría ser reflejo de nuestra era, tan confusa y cautivadora como alienante.
Esta versión moderna de la icónica serie de animación de Hanna – Barbera es oscuramente hilarante, y dirige su mordaz mirada sobre asuntos como el consumismo, la religión, la política y las relaciones interpersonales. Mark Russell y Steve Pugh convirtieron a la primera familia de los dibujos animados en protagonistas de una obra maestra del cómic contemporáneo.
A través de la miniserie recopilada en este volumen, construyeron una brillante sátira que sedujo a la crítica, cosechando nominaciones a los premios Eisner 2018 en las categorías de mejor serie limitada, mejor publicación de humor y mejor guionista y figurando en la lista de Esenciales 2018 de la ACDCómic.
Autores: Mark Russell, Rick Leonardi, Chris Chuckry y Steve Pugh