viernes, septiembre 27, 2024

Las 3 versiones del hijo de King Kong

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Panini

Tres adaptaciones diferentes sobre la descendencia de King Kong.

Merian C. Cooper, director, productor, guionista y aviador estadounidense, es considerado como el responsable de la creación de King Kong, aunque es muy probable que no fuera consciente de el éxito que iba a suponer el personaje, cuya potencia audiovisual aseveraba que sobreviviría a su padre creativo por un amplio margen.

Como todos sabemos, King Kong es un simio gigantesco, creado en la década de los treinta, que no necesita ningún tipo de presentación, ya que su descomunal aspecto es tan conocido como su triste historia, pues no es ningún secreto que, en la mayoría de las adaptaciones cinematográficas, su amor por una mujer humana lo lleva a acabar defenestrado desde lo alto del Empire State, una imagen que no pasa de moda aunque hayan trascurrido casi un siglo desde que los espectadores pudieron verlo por primera vez en la gran pantalla.

No es de extrañar, por tanto, que King Kong se haya convertido en una de las figuras icónicas de cultura popular moderna, gracias a la cual se le han concedido apodos completamente adecuados para el personaje, como Rey de las Bestias u Octava Maravilla del Mundo.

No obstante, en este artículo, en lugar de centraremos en si el simio muere o no, fijaremos nuestra atención en un aspecto muy distinto de su filmografía, que hasta ahora solo hemos podido ver en tres películas. Nos estamos refiriendo a las pocas ocasiones en las que hemos visto a King Kong tener descendencia, aunque no se trate de hijos biológicos en todos los casos, tal y como se puede comprobar si se continúan leyendo los siguientes apartados de este artículo.

Kiko

Baby Kong, Kiko, King Kong, Suko

Aunque no se le llama así en ningún momento de la película, es el nombre oficial que tiene este simio en El hijo de Kong (1933), cuya fecha de estreno hace que sea el primero de la lista, además del único rodado en blanco y negro. Según se nos cuenta la trama, cuya acción transcurre un mes después de los hechos narrados en el largometraje anterior, este descomunal mono albino es encontrado en la Isla Calavera, a la que Carl Denham regresa acompañado del tipo que le vendió el mapa del lugar, el capitán del barco que llevó a King Kong a la civilización y de una amaestradora de monos llamada Hilda, en busca de un tesoro oculto.

Se da por hecho que se trata de un descendiente de King Kong, ya que ha sido encontrado en la misma isla que su padre, pese a que no sabemos de dónde ha salido, ya que no hay ningún indicio de la existencia de una madre de por medio. Afortunadamente, el gigantesco simio se muestre mucho más amistoso que su padre, tal y como se demuestra en la foto que acompaña a este apartado. Por desgracia, pese a su carácter benévolo, acaba sufriendo la misma suerte que King Kong, ya que fallece, aunque lo hace de modo heroico, al salvar la vida de Carl Denham, cuando un terremoto sacude la isla.

Baby Kong

Baby Kong, Kiko, King Kong, Suko

Continuamos nuestro repaso con la siguiente película relacionada con el tema del artículo, que no es otra que King Kong 2 (1986), en la que somos testigos de cómo, durante diez años, el simio gigante, tras su caída, es mantenido vivo, en un laboratorio, en un estado de coma inducido, con la intención de salvar su vida. El problema es que para que eso suceda se necesita una transfusión de sangre de otro ser que pertenezca a su misma especie. Y resulta que sí existe una hembra de características similares, a la que se conoce como Lady Kong, que se encuentra en Borneo.

Fruto del amor entre ambos nace el pequeño simio que protagoniza este apartado del artículo, que, al final de la película, acaba viviendo en Borneo, junto a su madre, ya que su padre ha sido abatido a tiros por segunda y definitiva vez, aunque, al menos, tuvo el tiempo justo de acariciar a su recién nacido hijo antes de cerrar los ojos para siempre.

Suko

Baby Kong, Kiko, King Kong, Suko

Y en último lugar nos encontramos con el más reciente miembro de este listado, es decir, este pequeño simio, que alguno podría decir que no tiene cabida aquí porque, al contrario que los otros dos, no es hijo biológico de King Kong, a lo que yo respondo que en las películas de Tarzán dejan claro que él y Jane tampoco son los padres de Boy y eso no les impide tratarlo como si realmente lo hubieran engendrado ellos.

Algo similar sucede en el filme Godzilla y Kong: El nuevo imperio (actualmente en cartelera), en la que el gigantesco simio, tras un complicado inicio, cría al pequeño como si se tratase de su verdadero hijo, motivo por el que luego recibe su fundamental ayuda en la batalla final.

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