domingo, septiembre 29, 2024

El Videoclub: Mad Max (1 – 4)

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Panini

Mad Max, la tetralogía original al completo.

En 1979, George Miller comenzó una franquicia de ciencia ficción, ambientada en un futuro post-apocalíptico, titulada Mad Max, cuyo éxito logró que, a día de hoy, siga vigente con un total de cinco películas, hasta la fecha actual, además de haberse extendido a otros medios, como el del cómic.

Ahora que se encuentra en cartelera el filme Furiosa, es un buen momento para repasar las cuatro películas de Mad Max rodadas anteriormente, sin olvidar que los acontecimientos del nuevo largometraje tienen lugar entre la tercera y la cuarta de las películas originales.

Mad Max: Salvajes de autopista (1979)

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George Miller se pone al frente de esta película, de 93 minutos de duración, protagonizada por Mel Gibson (como Max Rockatansky), Joanne Samuel (en el papel de Jessie Rockatansky), Hugh Keays-Byrne (que interpreta al Cortaúñas), Steve Bisley (que encarna a Jim “El Ganso” Rains), Tim Burns (que se mete en la piel de Johnny, el Niño), Roger Ward (que hace de Fred Macaffee), Geoff Parry (que se convierte en Bubba Zanetti), Jonathan Hardy (que se tranforma en Labatouche), Brendan Heath (como Sprog Rockatansky), Sheila Florance (en el papel de May Swaisey) y Vincent Gil (que interpreta a Crawford Montazano, el Jinete Nocturno).

Tras la muerte de su compañero Jim “El Ganso”, a manos de una banda de salvajes motoristas, el patrullero Max Rockatansky abandona el cuerpo y decide dedicarse a disfrutar de la vida junto a su mujer, su hijo y su perro. Sin embargo, los problemas parecen perseguirle y cuando es su familia la que se ve amenazada, solo puede pensar en la venganza.

George Miller se desenvuelve como pez en el agua en esta franquicia, ya que trabajó como médico de urgencias en Sídney, por lo que estaba más que acostumbrado a ver accidentes automovilísticos, lesiones y muertes, algunas de ellas sucedidas a amigos suyos cuando solo era un adolescentes. Parece bastante evidente que, en cierto modo, Mad Max es un reflejo de las experiencias de su director.

A la hora de producir la película, George Miller, acompañado por los cineastas aficionados Byron Kennedy y James McCausland (que hace un cameo al inicio de la película) tomó la decisión de situar la trama en un futuro distópico y sombrío para que el público no rechazase la película por encontrarla demasiado violenta.

Quiso la casualidad que, la noche antes de presentarse para el casting de Mad Max, Mel Gibson se metió en una pelea de bar, con lo que acudió con la cara llena de heridas y moratones, que fue el motivo por el que George Miller le dio el papel de protagonista, ya que le pareció que ese rostro desfigurado encajaba de maravilla en la película. No obstante, el primer día de rodaje, descubrió que sin inflamaciones ni golpes, el rostro del actor era muy distinto.

Los extras de la película eran auténticos motoristas, que tuvieron que viajar en sus propias motos desde Sídney hasta Melbourne, donde tenía lugar el rodaje, ya que no había presupuesto para pagarles el transporte aéreo.

Hasta un total de catorce vehículos fueron destruidos durante el rodaje de Mad Max, debido a las escenas de acción en las que Mel Gibson se negó a usar un doble.

Para el estreno en Estados Unidos de Mad Max: Salvajes de autopista, toda la película fue doblada por actores de allí, por si acaso al público le costaba entender el acento australiano.

Con un presupuesto de 350000 dólares y una recaudación de un millón, resulta evidente que el filme funcionó mejor que bien en taquilla, lo que explica que se llevasen a cabo el resto de la secuelas.

Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981)

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Mi vida concluye, la visión se oscurece y todo lo que queda son recuerdos. Recuerdo un tiempo de paz en los sueños de una tierra lejana, pero, sobre todo, recuerdo al guerrero de la carretera, un hombre llamado Max. Para entender quién era debemos regresar a otra época. La época a donde el mundo era impulsado por el combustible negro y los desiertos eran poblados por ciudades de acero en bruto . Desaparecidas ahora, acabadas. Por razones que ya se olvidaron, dos naciones guerreras lucharon entre sí y alcanzaron una destrucción que acabó con todo. Sin combustible, no era nada. Y cuando ya no había por qué luchar, entonces guardaron las máquinas y se detuvieron.

Sus líderes hablaron, hablaron y hablaron, pero nada detuvo la guerra. El mundo tembló, las ciudades explotaron. El mundo se convirtió en una tormenta de fuego. Los hombres se alimentaban de hombres, los caminos se convirtieron en una pesadilla. SOlo aquellos capaces de moverse o capaces de luchar sobrevivían. Las bandas se aporedaban de los caminos y acababan con los que los cruzaban. Y en esta época de decadencia, la gente ordinaria era transformada o aniquilada.

Gentes como Max, el guerrero Max, que con el estruendo de un motor lo perdió todo y se convirtió en otro tipo de hombre: un hombre misterioso y desolado, un hombre acechado por los demonios del pasado, un hombre que se aventuró al más allá. Y fue ahí, en ese lugar, donde aprendió a vivir otra vez.

Esta introducción da paso a la secuela, de 95 minutos de duración, en la que George Miler y Mel Gibson repiten en su papel de director y protagonista, respectivamente. Junto a ellos, destacan Bruce Spence (como el capitán Gyro), Vernom Wells (en el papel de Wez), Emil Minty (que interpreta a un niño salvaje), Michael Preston (que encarna a Pappagallo), Virigina Hey (que da vida a una mujer guerrera), Kjell Nilsson (que se mete en la piel de Lord Humungus), Max Phipps (que se convierte en Toadie), Arkie Whiteley (que se transforma en la mujer del capitán), Moira Claus (como Rebbeca) y David Donner (en el papel de Nathan).

Un grupo de gente que vive acampado en una refinería situada en mitad del desierto son asediados por unos pandilleros que quieren quedarse con el lugar. Al verse atrapado en el medio, Max decide ofrecerles su ayuda, aunque no lo hace de manera completamente desinteresada.

La película termina con esta reflexión que, ahora sabemos, que, al igual que la introducción, está narrada por el niño salvaje:

Así comenzó el viaje hacia el norte, a salvo, hacia nuestro nuevo hogar. Encontramos un nuevo líder, el hombre que vino del cielo, el capitán Gyro. Y justo como Pappagallo lo había planeado, viajamos más allá de donde se podía ver. El combustible, el valioso combustible estaba oculto en los vehículos. En cuanto a mí, que era un niño, con el paso del tiempo me convertí en líder, el jefe de la gran tribu del norte. Y al guerrero de la carretera fue la última vez que lo volvimos a ver. AHora solo vive en mi memoria.

George Miller se expresó en estos términos para explicar por qué llevó a cabo una secuela de Mad Max:

La filmación de Mad Max no fue una experiencia grata para mí. Hubo una fuerte presión para hacer una secuela y sentí que podíamos hacer un mejor trabajo en una segunda película

El héroe de las mil caras (1949), de Joseph Campbell, el trabajo de Carl Jung y las películas de Akira Kurosawa sirvieron a George Miller de inspiración para el rodaje de esta segunda parte de Mad Max. Además, contó con la ayuda de Terry Hayes y Brian Hannant para elaborar el guion.

No obstante, la ausencia de efectos por computadora hace que se noten más las imperfecciones de la película, como el hecho de que la persecución final se rodó a lo largo de diferentes días en detales como que el cielo pasa de golpe de estar nublado a despejado.

Con tres millones de dólares de presupuesto y 36 de recaudación, hubiese sido una mala estrategia no embarcarse en el rodaje de una nueva secuela.

Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno (1985)

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George Miller y Mel Gibson regresan como director y protagonista, respectivamente, en esta tercera entrega de Mad Max, dedicada a Byron, que cuenta con 107 minutos de duración, junto a Tina Turner (como Tía Ama), Bruce Spence (reconvertido aquí en Jedediah), Adam Cockburn (en el papel de Jedediah Jr.), Frank Thring (que encarna al Coleccionista), Angelo Rossitto (que interpreta al Maestro), Paul Larsson (que hace del Destructor), Angry Anderson (que se convierte en Ironbar Bassey), Robert Grubb (que se transforma en Pig Killer), Helen Buday (como Savannah Nix) y Tom Jennings (en el papel de Slake M’Thirst).

Tras tener un conflicto con los habitantes de Negociudad, Max es encontrado por una tribu de niños perdidos que lo confunden con un ser mesiánico al que denominan Capitán Walker, en el que tienen depositadas todas sus esperanzas.

El filme termina con esta reflexión:

Esto lo saben. Los años pasan rápido y siempre he narrado la leyenda, pero no es una leyenda personal, es la leyenda de todos y tienen que escucharla y recordarla. La escucharán hoy para después contársela a las generaciones futuras.

Veo hacia el pasado, regresando a la historia, veo a aquellos que tuvieron la suerte de emprender su camino a casa y recuerdo cómo nos trajo aquí y cómo agradecimos el haber visto lo que una vez anhelamos. Una sola mirada y supimos que debíamos cuidarlo. Aquellos que vivieron antes que nosotros tuvieron la sabiduría de las cosas más allá de nuestra ignorancia, más allá de nuestros sueños. El tiempo pasa y sigue pasando. Y ahora sabemos que el encontrar el secreto de lo que una vez se perdió no es tarea fácil, pero es nuestro deber y tenemos que buscarlo. Y no hay nadie que sepa hasta dónde va a parar. Desde entonces, todas las noches contamos la leyenda para no olvidar quiénes fuimos y de dónde venimos.

Pero la mayoría de nosotros recuerda al hombre que nos encontró, aquel que vino a rescatarnos e iluminamos la ciudad. No solo por él sino por todos los demás que están allá fuera, porque sabemos que llegará la noche y cuando vean la luz distante vendrán a casa.

Al contrario que en el resto de las entregas de Mad Max, la acción de esta película transcurre en paisajes desérticos, por lo que se rodó en localizaciones áridas de Australia y Estados Unidos.

Al tratarse de una película de Warner Bros, no es extraño que aparezcan referencias a otros productos de la empresa, como es el caso del muñeco de Bugs Bunny que vemos en cierto momento del filme.

Aunque la banda sonora está compuesta por Maurice Jarre, Graham Lyle y Terry Britten, algunos de los temas son cantados por Tina Turner, ya que no es de recibo desaprovechar su voz siendo una de las actrices de la película.

Cabe destacar que, aunque haya ciertas similitudes entre los personajes interpretados por Bruce Spence en esta película y en la anterior, queda claro que son roles completamente independientes.

Con un presupuesto de 12 millones, está tercera entrega de Mad Max recaudó 36.230.219 dólares estadounidenses y 4.272.802 australianos, por lo que no es extraño que se siguiera exprimiendo a la gallina de los huevos de oro, aunque se tardaron treinta años en volver a hacerlo.

Mad Max: Furia en la carretera (2015)

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Mi nombre es max. mi mundo es de fuego y sangre. Antes, fui policía, un guerrero de la carretera buscando una causa justa. Al caer el mundo, todos, a nuestra manera, fuimos dañados. Costaba trabajo saber quién estaba más loco: yo o todos los demás.

Aquí vienen de nuevo, royendo su camino hasta la materia negra de mi cerebro. Me digo a mí mismo que no pueden tocarme. Ya están muertos. Yo soy aquel que huye tanto de los vivos como de los muertos, cazado por carroñeros, acosado por los que no pude proteger. Y ahora existo en este yermo. Un hombre reducido a un solo instinto: sobrevivir.

George Miller se sienta por cuarta vez en la silla del director en esta nueva entrega de Mad Max, de dos horas de duración y dedicada a Jaco Espach, cuyo reparto está formado por Tom Hardy (que sustituye a Mel Gibson en el rol de Max Rockatansky), Charlize Theron (como Imperator Furiosa), Nicholas Hoult (en el papel de Nux), Hugh Keays-Byrne (que interpreta a Inmortal Joe), Josh Helman (que encarna a Slit), Nathan Jones (que se mete en la piel de Rictus Erectus), Rosie Hungtinton-Whiteley (que hace de Angharad, la Espéndida), Riley Keough (que se convierte en Capable), Zoë Kravitz (que se transforma en Toast), Abbey Lee Kershaw (que se convierte en Dag), Courtney Eaton (como Chedoo, la Frágil) y John Howard (en el papel del Comehombres).

Max se ve obligado a unir sus fuerzas con las de Imperator Furiosa y Nux para derrotar a Inmortal Joe y su ejército. Sin embargo, tienen que aprender a aparcar sus diferencias antes de poder trabajar en equipo.

La película finaliza con esta reflexión, atribuida al primer historiador:

¿A dónde debemos ir los que vagamos por este yermo para encontra lo mejor de nosotros?

Aunque, en un principio, George Miller barajó la idea de rodar esta entrega de Mad Max en blanco y negro, finalmente acabó por estrenarse en color. A lo largo de su trama, salen a la luz distintos focos de atención, como la supervivencia o el feminismo, aunque, sin lugar a dudas, lo que no pasa desapercibido a nadie es el hecho de que se trata de la primera película de Mad Max, sin Mel Gibson, algo bastante lógico si tenemos en cuenta el tiempo que George Miller tardó en estrenar esta cuarta entrega.

Esta entrega de Mad Max estuvo nominada a una gran cantidad de premios, de los que se acabó llevando seis Óscar (mejor diseño de producción, mejor sonido, mejor edición de sonido, mejor maquillaje, mejor diseño de vestuario y mejor montaje), cuatro BAFTA (mejor edición, mejor diseño de producción, mejor vestuario y mejor maquillaje y peinado), diez de la Crítica Cinematográfica (mejor película, mejor película de acción, mejor director, mejor actor en una película de acción, mejor actriz en una película de acción, mejor dirección de arte, mejor vestuario, mejor montaje, mejor maquillaje y mejores efectos visuales), uno de los MTV Movie Awards 2016 (a mejor actriz) y un Sant Jordi de Cinematografía (mejor película extranjera).

Con un presupuesto de 150 millones de dólares, esta cuarta entrega de Mad Max recaudó 380. 436. 354

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CRÍTICA

Mad Max: Salvajes de autopista
Mad Max 2: El guerrero de la carretera
Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno
Max Mad: Furia en la carretera

RESUMEN

Las cuatro primeras películas de la saga Mad Max.

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