Rob Benedict es el 3º actor que se une a The Boys procedente de Sobrenatural con un personaje exclusivo de la serie que promete sorpresas
Desde sus inicios, “The Boys” ha revolucionado la manera en que vemos a los superhéroes, mezclando acción, política y sátira de una forma que sólo podría describirse como audazmente original. En su cuarta temporada, la serie no solo se consolida como un éxito indiscutible, sino que también nos brinda un puente entre el presente y el pasado televisivo del showrunner Erick Kripke.
El legado de Erick Kripke
Antes de ser el cerebro detrás de “The Boys”, Kripke dejó su marca con Sobrenatural, una serie que exploró los límites del horror y lo sobrenatural durante quince temporadas. Esta conexión no ha sido olvidada, como demuestra la incorporación de actores icónicos de Sobrenatural en roles clave dentro de la serie de superhéroes. Jensen Ackles y Jeffrey Dean Morgan son solo dos ejemplos de cómo Kripke ha sabido mezclar su antiguo elenco con su nuevo proyecto.
Además de Ackles y Morgan, Rob Benedict se suma a la lista, interpretando a Splinter en el segundo episodio de la temporada, titulado “Life Among the Septics”. A diferencia de su papel como Dios en “Supernatural”, Benedict aquí adopta un tono mucho más oscuro y cómico. Splinter, que no aparece en los cómics originales, es un personaje creado exclusivamente para la serie, una parodia de Jamie Madrox, el Hombre Múltiple de Marvel. Su habilidad para clonarse no se utiliza para el bien, sino como parte de un esquema más grande y siniestro que refleja los temas recurrentes de la serie sobre el abuso de poder y la corrupción.
El impactante y polémico Splinter
En un giro que solo podría esperarse de la serie de Kripke, Splinter se introduce en una escena gráficamente intensa que desafía los límites de lo que es aceptable en televisión. En una convención de apoyo a Homelander, utiliza sus clones para promover la agenda de un culto de ultraderecha, culminando en un enfrentamiento violento y sangriento que pone de manifiesto la brutalidad y el humor negro que caracterizan a la serie.
Esta representación gráfica no solo sirve como crítica a la sociedad contemporánea y su fascinación por los antihéroes, sino que también pone de manifiesto la complejidad de los personajes que, aunque moralmente ambiguos, son irremediablemente humanos. La muerte de Splinter tiene repercusiones significativas para Firecracker, otro personaje nuevo que utiliza la tragedia para ascender en su carrera, manipulando la percepción pública y fortaleciendo su posición dentro del corrupto conglomerado Vought.
La integración de personajes de Sobrenatural
Benedict y su transformación de divinidad a duplicidad marca una interesante evolución de su carrera. De interpretar a un Dios caprichoso y omnipotente en “Supernatural” a encarnar a Splinter, un personaje con el poder de clonarse y que no teme usar esta habilidad para fomentar la controversia y el caos. Esta transición no solo resalta su versatilidad como actor, sino que también profundiza la conexión entre ambas series, reforzando cómo Kripke integra elementos de su pasado en sus proyectos actuales.
La capacidad de Splinter para multiplicarse y manipular situaciones a su favor refleja un tema recurrente en “The Boys”: la corrupción del poder y cómo se manifiesta en formas inesperadamente grotescas. La confrontación entre Splinter y The Boys culmina en una batalla que no solo es físicamente intensa sino también simbólicamente rica, destacando las ramificaciones de sus acciones tanto para él como para los demás personajes involucrados. Esta complejidad añade una capa adicional de intriga y profundidad a la serie, haciendo que cada episodio sea una crítica mordaz del culto a la personalidad y la influencia mediática en la sociedad moderna.
Un legado de poder y manipulación
La 4ª temporada no solo continúa explorando temas de poder, corrupción y la naturaleza humana, sino que también reitera la habilidad de Kripke para entrelazar su pasado televisivo con su visión actual, creando un universo donde los superhéroes son tan defectuosos como aquellos a quienes juran proteger. Con cada episodio, la serie no solo entretiene, sino que provoca, cuestiona y deja a los espectadores ansiosos por más.
“The Boys” no es solo un espectáculo sobre superhéroes; es una mirada crítica a nuestra sociedad, una donde las sombras de Sobrenatural siguen resonando, añadiendo capas de profundidad y continuidad a una serie que, temporada tras temporada, redefine lo que significa ser un héroe en el mundo moderno.
