La inesperada muerte de Akira Toriyama ha provocado un gran conflicto legal por los derechos y el futuro del manga de Dragon Ball
La comunidad de fans de Dragon Ball se encuentra en un estado de incertidumbre tras la inesperada muerte de su creador, Akira Toriyama. Según un informe de la revista financiera y empresarial japonesa Weekly Toyo Keizai, se ha desatado una disputa legal entre Akio Iyoki, un antiguo colega cercano de Toriyama, y la editorial Shuiesha por los derechos de la franquicia. Esta pelea promete cambiar el futuro de uno de los mangas más queridos del mundo.
Todo comenzó cuando Akio Iyoki, quien fuera el jefe de la Dragon Ball Room de Shuiesha, decidió independizarse y fundar su propia empresa, llamada Capsule Corporation (sí, como la compañía de Bulma y el Dr. Brief en la serie). Durante su tiempo en Shuiesha, Iyoki frecuentemente tomaba decisiones basadas en los deseos de Toriyama, lo cual no siempre coincidía con los intereses de los ejecutivos de la editorial. Esto generó tensiones internas que finalmente llevaron a su reasignación y posterior salida.
La relación entre Toriyama e Iyoki no es nueva; se remonta a los días en que Toriyama diseñaba personajes para Dragon Quest a finales de los años 80. Esta amistad profunda llevó a que Toriyama, conocido por su carácter reservado y su aversión a salir de su casa, nombrara a Iyoki como su portavoz para todos los asuntos comerciales relacionados con la franquicia. Este vínculo generó fricciones adicionales en reuniones con compañías como Bandai Namco, ya que no siempre quedaba claro quién tenía la última palabra en las decisiones importantes.
El futuro de Dragon Ball en juego
Con el fallecimiento de Toriyama, la pregunta sobre quién tiene la autoridad final sobre los derechos de la franquicia se ha vuelto crucial. Según Weekly Toyo Keizai, la familia de Toriyama deberá intervenir para decidir si Shuiesha o la Capsule Corporation de Iyoki controlarán los futuros negocios de la franquicia, que incluyen videojuegos, películas, anime y otros derivados del manga.
La situación es compleja. Kanzenshuu, una fuente confiable en el mundo de Dragon Ball, informa que Shuiesha posee los derechos del manga, mientras que Capsule Corporation controla las licencias de videojuegos y anime. Esta división de poderes podría explicar por qué se ha anunciado un nuevo anime, Dragon Ball Daima, en lugar de continuar con la adaptación del manga Super que está siendo tan esperada por los seguidores de la serie.
El nuevo anime subtitulado Daima, que se estrenará en octubre de 2024, introduce un nuevo Rey Demonio tras la derrota de Dabura en la saga de Majin Buu. Además, parece que varios de los Z-Fighters han sido reducidos a niños por las Dragon Balls, un guiño a la serie GT que seguramente despertará la nostalgia de muchos fans.
Un conflicto en las sombras
Aunque es probable que esta disputa se resuelva tras bastidores, su impacto en el futuro de la gran saga shonen es innegable. La comunidad de fans está a la espera de cómo se resolverá este conflicto y qué dirección tomará la franquicia sin su creador al timón. Mientras tanto, hay mucho material del manga de Super, como las sagas de Moro, Granola, Gas y Black Freeza, que aún esperan ser adaptadas al anime.
El futuro de Dragon Ball está en juego y solo el tiempo dirá qué dirección tomará esta querida franquicia. Los fans pueden esperar más noticias a medida que la familia de Toriyama y las compañías involucradas trabajen para resolver esta disputa y asegurar que el legado de Toriyama continúe brillando en el mundo del anime y el manga.
