En Batman: Mala sangre la justicia se imparte en familia.
En 2013, Warner Bros Animation tomó la iniciativa de llevar a cabo una serie de películas de dibujos inspiradas en la que es conocida como la continuidad de The New 52 (2011 – 2013) de DC Comics, de las que, desde sus inicios hasta 2020, se han realizado un total de quince largometrajes. En esta ocasión, nos centraremos en la sexta película, cuyo título es Batman: Mala Sangre, de la que ya se comentaron algunos detalles en su día.
Con un total de 72 minutos de duración, este filme, que vio la luz en 2016 y está dirigido por Jay Oliva es el tercero que está protagonizado por el hombre murciélago, de la saga mencionada en el párrafo anterior, ya que anteriormente se estrenaron El hijo de Batman (2014) y Batman contra Robin (2015). Posteriormente a la película que analiza este artículo, vio la luz Batman: Hush (2019).
La trama de Batman: Mala sangre nos relata cómo, tras una lucha contrra el crimen en la que el alter ego de Bruce Wayne y Batwoman (Kate Kane) estaban implicados, aunque cada uno de ellos por su propia cuenta, se produce una explosión después de la cual no sabe nada el hombre murciélago. Ante la posibilidad de que haya muerto, los ciudadanos de Gotham temen que ahora no haya nadie que vaya poder protegerlos de los villanos, por lo que Batwoman, Robin (Damian Wayne), Nightwing (Dick Grayson) y Batwing (Luke Fox) deciden unir sus fuerzas para localizarlo.
Y ya que hablamos de todos estos personajes, cabe destacar que en Batman: Mala sangre no solo se nos relata la aventura principal, sino que también se exploran los orígenes de Batwoman y Batwing para que el espectador no se sienta perdido en ningún momento con estos superhéroes menos conocidos de la franquicia del hombre murciélago.
Aunque, a lo largo de Batman: Mala sangre aparecen diversos villanos habituales del hombre murciélago, como son Máscara Negra, Luciérnaga, Calculador, Polilla Asesina o Pingüino, su presencia en el filme es bastante breve, mientras que los que llevan la voz cantante son Talia al Ghul y Sombrerero Loco.
Por supuesto, tampoco faltan los secundarios habituales como Alfred Pennyworth, el comisario Gordon, Lucius Fox, Renée Montoya y Batgirl (Bárbara Gordon), aunque esta última aparece al final del filme en una imagen puramente testimonial, tal y como se muestra en la foto que acompaña a este párrafo, además de que ni siquiera tiene una frase de diálogo. También hay un momento de la trama de Batman: Mala sangre en el que vemos a un tipo pelirrojo detrás de una cámara de fotos, lo que podría indicar que se trata de Jimmy Olsen, pese a que no hay más evidencias al respecto.
Un tema sobre el hombre murciélago sobre el que se hace cierto hincapié en Batman: Mala sangre es el hecho de que el alter ego de Bruce Wayne, al contrario que Batwoman, no utiliza armas de fuego, aunque la verdad es que, en sus primeras apariciones en el mundo del cómic, sí que lo hacía. Y todo parece indicar que volverá a las andadas en una futura aventura alternativa del personaje que tendrá lugar durante los eventos de la Segunda Guerra Mundial.
Pese a que ahora está de moda que las películas de dibujos animados sean generadas por ordenador, aquellas que están protagonizadas por los superhéroes de DC aún parecen resistirse a ello y el filme Batman: Mala sangre no es una excepción, lo que es de agradecer por aquellos veteranos que aún seguimos siendo seguidores de la animación tradicional.
Es bastante habitual que las películas de hoy en día, independientemente de que salgan al mercado en cine, en streaming o en formato doméstico (como es el caso de Batman: Mala sangre) cuenten con escenas post-créditos. Sin embargo, eso no sucede en esta ocasión, de modo que, si no quieres esperarte hasta el final del todo, cuando empiecen, puedes quitar el disco sin miedo a perderte nada interesante.
Para ayudar a desmentir una vez más el mito de que las películas de dibujos animados son solo para niños, conviene aclarar que el largometraje Batman: Mala sangre no está recomendada para menores de 12 años, lo que queda plenamente justificado por lo explícitamente violento de algunas escenas. Además, su trama contiene influencias de la aventura Batman R.I.P., (obra de Grant Morrison, Tony S. Daniel, Sandu Florea, Alex Ross, Paul Dini y Dustin Nguyen), la película Batman & Robin (1997), con George Clooney y Chris O’Donnell como protagonistas, y la colección Batman Inc. (vigente desde 2011 y también con Grant Morrison a la cabeza).
En definitiva, aunque la película Batman: Mala sangre no puede ser considerada como una joya del séptimo arte, al menos resulta entretenida y te ayuda a conocer mucho mejor a los personajes de la franquicia.