El auge de los antihéroes en los cómics, programas de televisión y películas: por qué al público le encantan los personajes rotos
Podemos odiarlos y amarlos al mismo tiempo. Los antihéroes o personajes rotos en muchas ocasiones nos cautivan por sus características únicas. También pueden resultar sanguinarios y bizarros, a veces censurados por su lenguaje obsceno pero definitivamente logran atraparnos y siempre queremos ver más.
Aunque sean censurados en algunos países, hoy en día podemos ver a todos nuestros antihéroes con solo instalar herramientas como una VPN para Chrome. Con este truco puedes acceder a contenido que puede no estar disponible debido a restricciones geográficas y al mismo tiempo proteger tu privacidad. Si quieres saber por qué estás tan encantado por los antihéroes, aquí te lo explicamos.
Empatizan con ellos
Si algo nos ha enseñado el cine es que nadie nace villano, todos esos antihéroes o personajes rotos tienen una historia, a veces simple y a veces cruda. Este principio es el que hace conectar al público con la historia, entiende sus valores y también sus desenfrenos.
La venganza y el sentido de la justicia son los sentimientos que mueven a la gran mayoría de los antihéroes. En la vida real a menudo nos enfrentamos a estos sentimientos que por moral o ética debemos reprimir. Por ello, ver que esos personajes sacan todo eso de sí nos impulsa a empatizar.
Proyectan sus sentimientos más profundos
Los personajes rotos suelen ser de emociones desbordadas, incapaces de controlar la ira o el amor porque los sienten con la misma intensidad. El público ama esta intensidad y proyecta sus sentimientos en los del personaje. Un claro ejemplo es el Wolverine, el legendario personaje de Marvel, tan solitario y misterioso como apasionado y sensitivo.
Logan, un personaje enajenado e incomprendido que se convirtió en un símbolo de identidad para muchas personas con capacidades y talentos especiales. Además, su capacidad para confiar en sí mismo lo convirtió en una leyenda de los cómics y el cine de todos los tiempos.
Por la fidelidad a sus principios
Algo que amamos de los anti héroes y personajes defectuoso es el arraigo a sus principios. Acabar con los malos y defender a los buenos, a su manera, es lo más valioso que nos dejan. Muchos llegan a cometer crímenes graves pero no cruzan la línea de sus principios aunque eso signifique que tienen que morir.
El recordado John McClane es el claro ejemplo de que un antihéroe jamás viola sus principios. En cada una de las películas de la saga, con su actitud irreverente se enfrentó a los terroristas más temidos y aún en situaciones realmente extremas, su deseo de mantener a salvo a todos jamás lo hizo fallar. Este clásico 20th Century Studios nos hace amar esos personajes especiales.
Tienen una personalidad única
No hay duda de que lo que más nos atrapa es la personalidad de estos personajes. El icónico Han Solo, de las películas Star Wars, a pesar de su cinismo y falta de lealtad, se metió en los corazones del público con su sentido del humor y egocentrismo.
Además, su complicada relación con la princesa Leia aporta un mucho más color a la construcción del personaje. Más allá de su dura coraza es un personaje ingenioso, rebelde y que en el fondo demuestra tener un un buen corazón. Precisamente, los personajes rotos suelen ser llamativos por sus características únicas.
Se van construyendo a lo largo de la historia
El último de los factores atractivos de los personajes rotos y antihéroes que queremos destacar es que se van construyendo a lo largo de la historia. Los vemos transformarse y crecer hasta desarrollar habilidades extraordinarias. Al refinar sus métodos, mejorar estrategias, formas de comunicación y de actuar nos mantienen atrapados.
Un claro ejemplo de este crecimiento lo presenta el profesor Walter White, de la famosísima serie Breaking Bad. Pasó de ser un hombre con una vida normal, enfermo y con pocos recursos, a manejar toda una red de narcotráfico y a defender a toda costa su negocio ilegal. Ser descubierto para él no es una opción y está dispuesto a todo.
Como ves, por todas estas razones sigue creciendo el auge de los antihéroes en los cómics, programas de televisión y películas. Al público le encantan los personajes rotos porque están llenos de emociones intensas y personalidades únicas, los espectadores pueden empatizar y disfrutar de sus actuaciones.