Conoce seis planetas de ciencia ficción que han desafiado a los protagonistas de sus películas con situaciones que dejan a la calor de nuestro verano en un chiste
Cuando se trata de ciencia ficción, pocos elementos son tan fascinantes como los mundos alienígenas. Estos planetas y lunas no solo sirven de escenario para aventuras épicas, sino que también presentan desafíos extremos que ponen a prueba a los protagonistas hasta sus límites. A continuación, exploramos seis de los planetas más inhóspitos del cine, donde la supervivencia humana es más una cuestión de suerte que de habilidad.
Crematoria: el planeta prisión perfecto
En The Chronicles of Riddick, el criminal fugitivo Richard B. Riddick es capturado y llevado a Crematoria, un planeta diseñado para ser una prisión impenetrable. Este mundo es tan brutal que alterna entre temperaturas extremas, pasando de los abrasadores 702 grados Fahrenheit durante el día, a congelantes -295 grados Fahrenheit por la noche. Tal es la hostilidad del planeta que uno de los mercenarios que captura a Riddick afirma que preferiría vivir en el infierno antes que en Crematoria. Este planeta sirve no solo como escenario de una de las persecuciones más emocionantes del cine de ciencia ficción, sino también como un recordatorio de que hay lugares en el universo donde el simple hecho de existir es un desafío insuperable.
Klendathu: un infierno habitado por insectos
Starship Troopers nos lleva a un futuro donde la humanidad lucha contra una raza de insectos gigantes en el planeta Klendathu. Este lugar no solo es árido y desolado, sino que está infestado por criaturas que consideran a los humanos como una amenaza que debe ser eliminada. Los soldados que se enfrentan a estas hordas de insectos en Klendathu necesitan más que valentía; deben estar equipados con el armamento más pesado posible para tener alguna posibilidad de sobrevivir. El primer aterrizaje de Johnny Rico en este planeta resulta en una masacre que deja claro que Klendathu no es un lugar donde los humanos sean bienvenidos.
El planeta de Miller: olas del tamaño de montañas
En Interstellar, el equipo de astronautas liderado por Cooper aterriza en el planeta de Miller, un mundo que parece cubierto por un océano poco profundo. Sin embargo, rápidamente descubren que las “montañas” que ven en el horizonte son en realidad gigantescas olas que amenazan con arrasar con todo a su paso. Este planeta, afectado por la proximidad a un agujero negro, representa un entorno imposible para la colonización humana, donde cada segundo cuenta en la lucha por la supervivencia. La escena en la que los astronautas intentan escapar de estas olas colosales es una de las más tensas del cine moderno, subrayando lo peligroso que puede ser este mundo.
Pandora: un paraíso mortal
En Avatar, la humanidad llega al exuberante planeta Pandora con la esperanza de explotar sus recursos. Sin embargo, rápidamente se dan cuenta de que este “paraíso” es letal para los humanos. Con una atmósfera irrespirable, fauna peligrosa y los guerreros Na’vi dispuestos a defender su hogar a toda costa, Pandora demuestra ser un entorno donde la supervivencia humana sin ayuda tecnológica es imposible. La flora y fauna de Pandora, aunque hermosa, es hostil, y cada rincón de este planeta parece tener un peligro oculto, haciendo de este mundo uno de los más letales del cine de ciencia ficción.
Arrakis: el desierto de la muerte
Dune nos presenta Arrakis, un planeta cubierto de arenas interminables y hogar de los temidos gusanos de arena, criaturas gigantes que pueden devorar todo a su paso. A pesar de ser inhóspito, Arrakis es vital para el Imperio Galáctico debido a la presencia de la especia, una sustancia que permite la navegación interplanetaria. El joven Paul Atreides, tras ser traicionado, debe sobrevivir en este duro entorno, donde el agua es más preciosa que el oro y cada paso puede significar la muerte. Arrakis no solo es un desafío para la supervivencia física, sino también un lugar donde la política y la traición son tan mortales como sus tormentas de arena.
LV-426: un mundo de muerte
Finalmente, en Aliens, el teniente Ripley regresa al planeta LV-426, donde un intento de colonización humana ha terminado en desastre. Este mundo, con su atmósfera tóxica y terreno rocoso, se convierte en una trampa mortal cuando los colonos despiertan a la letal raza xenomorfa. LV-426 no solo es inhóspito por su naturaleza, sino que la presencia de estas criaturas convierte cualquier intento de sobrevivir en una misión suicida. La hostilidad de este planeta se refleja tanto en su implacable clima como en la amenaza constante de los xenomorfos, haciendo de LV-426 un lugar donde la esperanza de vida es prácticamente nula.
Estos seis mundos representan lo mejor del cine de ciencia ficción, donde los entornos son tan peligrosos como las fuerzas que los habitan. Enfrentar estos desafíos es lo que convierte a los personajes de estas películas en verdaderos héroes, demostrando que, aunque el espacio sea vasto, no todos los planetas están hechos para ser habitados por la humanidad.
