Seguimos con nuestro análisis semanal de la serie El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder. Llegamos al ecuador de la serie (sí, en su segunda entrega) y vemos cómo algunas tramas avanzan más que otras.
El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder: capítulo 4
Empecemos con el elfos. Elrond sigue sin tener muy claro que los Anillos de Poder sean beneficiosos o, mejor dicho, que no estén corruptos por Sauron. Su relación con Galadriel es ahora bastante fría porque, por un lado, él sigue sin confiar plenamente en ella y, por otro, ahora ella está bajo su mando… y, claro, que un examigo que ya no te tiene ese cariño, ahora sea tu jefe no prevé nada nuevo.
Recordemos que Celebrimbor sigue “aislado” sin saber que tiene bajo su techo al mismísimo Sauron, disfrazado de Annatar. Elrond, Galadriel y un pequeño grupo de elfos avanzan hacia Eregion para intentar avisar al elfo orfebre (¿solo tienen un método para hacerle llegar mensajes?).
Aparecen problemas en el camino y ¡oh sorpresa! van a tardar más de lo que tenían pensado: deben dar un gran rodeo y si van al norte, tomará dos semanas más. Pero si van al sur, se podrían estar dirigiendo hacia una guarida del mal… si hacemos caso a la visión ofrecida por el anillo de Galadriel. Por supuesto, Elrond sigue desconfiando del anillo de Galadriel y decide tomar el camino del Sur.
Entre los peligros que encuentran, están los tumularios, a quienes veremos en El Señor de los Anillos (aunque, efectivamente, según Tolkien, los Tumularios no deberían estar en las Quebradas de los Túmulos en este momento de la historia de la Tierra Media) Tras alguna baja se topan de frente con un ejército de orcos ¡en tierras elfas! ¿Cuál es el plan de este ejército?
Galadriel es capturada y, ante su sorpresa, Adar la invita a que sea su aliada frente a un enemigo común. Un nuevo contacto de la elfa con el “lado oscuro”.
Mientras tanto, en Rhûn, el Extraño busca a las dos Pelosas perdidas (por su falta de control del poder) y se encuentra con un extraño ser que (como sabemos por avances desde hace tiempo ya) es Tom Bombadil (interpretado por Rory Kinnear). El Extraño es capturado por un árbol y Tom lo libera (hablaremos de esto más adelante). A través de Tom sabemos algo más del mago Oscuro que, ahora, les persigue y que parece gobernar en Rhûn.
Es mas, Tom advierte al Extraño (¿podemos ya llamarle Gandalf de una vez) que su destino es enfrentarse “a Sauron y al fuego”. ¿Qué querrá decir Tom con “el fuego”? Apuesto a que será un Balrog, ya que se nos han dado ciertas pistas en este sentido.
Por su parte, Nori y Poppy (Amapola) han sobrevivido y, es más, encuentran una nueva rama de proto-hobbits o medianos: los Fuertes (ya tenemos dos de las tres ramas conocidas de los Hobbits)
Guiados por un divertido (¿alocado?) Merimac (interpretado por Gavi Singh Chera) al que todos llaman Nadie (¿por qué? Es algo que esperemos que nos cuenten y que tenga alguna importancia), llegan a un poblado de estos nuevos medianos, donde descubrimos varias cosas interesantes: por un lado son sedentarios (al contrario que los Pelosos), viviendo en “agujeros” en la montaña. Por otro lado, parece que los propios Pelosos son una escisión que partió de allí en busca de mejores tierras. Esto parece indicar que los Pelosos se han convertido en nómadas perpetuos, olvidando lo que originalmente buscaban.
¿Y los hombres? Recordemos que Theo fue capturado. Con Arondir al frente, y junto a Isildur, van en su busca y encuentran a… ¡las Ents! Esta raza fue creada para proteger a los árboles, or lo que se les conoce como “Pastores de los árboles”. Creados casi al mismo tiempo que los elfos, los Ents femeninos y masculinos se fueron separando hasta que, en la Tercera Edad, se desconoce si existe alguna Ent.
Como elfo, Arondir consigue hacer entender a los Ents que los hombres (como raza) no son el enemigo, y dejan libres a sus prisioneros, entre los que se encuentra Theo.
Conclusión: progresa adecuadamente
Este cuarto episodio de Los Anillos de Poder es bastante dinámico y revelador (casi consiguen que no echemos de menos la trama númenóreana y la de Sauron y los Anillos). Han conseguido que las tramas avancen mientras nos van dando pistas de por dónde podrían seguir, además de hacer que algunos personajes tengan algo más de tiempo. Por desgracia, la mayoría de ellos siguen sin estar bien desarrollados: Elendil y Poppy se enamoran a primera vista de alguien que no conocen, por ejemplo. Son relaciones algo bruscas argumentalmente, posiblemente debido a la salida inesperada de la actriz que interpretaba a la enamorada de Arondir, por lo que nos han forzado estas otras dos relaciones.
Los elfos han presentado el arco argumental más oscuro del episodio, con esos sentimientos encontrados entre Galadriel y Elrond. Éste intenta adivinar las verdaderas intenciones de Galadriel. Y, por eso, al final del episodio, Elrond afirma que Galadriel no está protegiendo a sus amigos, si no que está protegiendo el Anillo.
En cuanto a Tom Bombadil, en mi opinión, está bastante bien adaptado a lo visto en El Señor de los Anillos (el libro), sobre todo teniendo en cuenta que el propio Tolkien no dio demasiadas pistas sobre quién o qué era este pintoresco personaje.
La frase que Tom utiliza en este capítulo para liberar al Extraño es la misma que, en las películas (cuando en Las dos Torres Bárbol libera a Pippin y Merry de otro Ucorno) y que, a su vez, viene de los libros (Del primer libro de El Señor de los Anillos, en concreto) y que dice tom Bombadil para liberar a Merry. No creo que el árbol que captura al Extraño sea el Viejo Hombre Sauce que, mucho tiempo después, en la Tercera Edad, capturará a Merry, ya que están a muchísima distancia ambas historias. Más bien será un guiño u homenaje al libro y será otro Ucorno diferente.
Aquí se nos presenta un personaje alegre, acogedor pero distante y muy sabio, cansado del mundo y con cierta desgana, mostrándonos las complicaciones y contradicciones que lo han convertido durante mucho tiempo en un enigma.
En la trilogía de Peter Jackson este personaje no aparecía y en cierto modo fue una buena decisión, por su dificultad de integrarlo en la Tierra Media. Aquí parece que tiene un papel más importante que desarrollar, el de “maestro” del Extraño (como lo fue del Mago Oscuro)…
Veremos, si sigue apareciendo, qué hacen con él. Como digo, bien adaptado. Otra cosa es que encaje bien en estos momentos que nos está contando la serie (aunque “Tom estaba aquí antes que la lluvia y los árboles”).
Theo me tiene bastante desconcertado: en un capítulo parece que está tentado por el camino del mal, pero al siguiente parece reconocer su error, gracias a Arondir sobre todo. Veremos si es problema mío o es que los guionistas aun no saben qué van a hacer con él.
Ha sido un capítulo que crea en el espectador una extraña sensación de “lugar conocido” porque introduce algunos elementos que conocemos de El Señor de los Anillos (el libro o las películas): Tom Bombadil, los Tumularios y las Ents, un recurso que han utilizado bien para intentar atraer más a los espectadores. ¿Conseguirá la serie este objetivo?
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