¡Y vamos llegando al final! A tan solo un capítulo para terminar esta segunda temporada, El señor de los Anillos. Los Anillos de Poder está cerrando tramas (algunas mejor que otras). Vamos a analizar lo visto en este episodio… ¡y qué podemos esperar en el próximo!
Los Anillos de Poder: el asedio de Eregion
Comenzamos con el elfos de Eregion. Celebrimbor está realmente complacido con su morada, con el fantástico tiempo que hace y con cómo avanza su trabajo (recordemos, los 9 anillos para los hombres). Celebrimbor no podría estar más contento.
Sin embargo, y a pesar de estar bajo el hechizo de Sauron/Annatar, no deja de ser uno de los elfos más poderosos y va notando ciertas cosas extrañas que le hacen sospechar… y es que el título del episodio es bastante esclarecedor: “Condenados a morir”
Como decimos, Celebrimbor comienza a notar fallos en Matrix. Aquí cabe destacar la interpretación de Charles Edwards quien, con tan solo unos pequeños gestos, nos traslada toda su sospecha y desconcierto. Si en un principio recibió bastantes críticas, poco a poco se ha ido ganando al público y nos ha demostrado que es un gran actor. La escena en la que decide escapar de sus grilletes es estremecedora. Frente a secuencias que parecen escritas por un guionista novato, tenemos otras como esta que no me cansaré de halagar. El tono oscuro de algunas historias es realmente admirable (más adelante, en las conclusiones, volveré a esta escena).
La tensión crece entre Annatar y Celebrimbor. El primero está impaciente por tener los Nueve, pero al apremiar a Celebrimbor, éste va saliendo del hechizo poco a poco. Pero Sauron ha ido minando las mentes de los elfos de Eregion poco a poco y ahora le cuesta muy poco que vean a Celebrimbor como un pobre anciano desorientado. De nuevo Edwards nos da una gran clase de interpretación con su monólogo frente a Sauron cuando consigue liberarse de su prisión (física y mental), asumiendo su propia responsabilidad y mostrándonos el dolor interno que sufre con tan solo las expresiones de su rostro.
Mientras, fuera, los Uruk de Adar derriban montañas (literalmente) para evitar las defensas fluviales de Eregion. Parece que Galadriel (por fin) tenía razón: Sauron se está beneficiando del caos y está controlando a ambos bandos (orcos y elfos) sin que ninguno se dé cuenta.
Asistimos a la batalla más sangrienta vista hasta ahora en Los Anillos de Poder. De nuevo, la producción es elogiable mientras que la forma de contar lo que vemos deja bastante que desear: personajes en medio de la batalla que se quedan inmóviles (Elrond en shock) y a los que nadie ataca, momentos en los que parece que solo hay un puñado de elfos…
El caso es que (volvamos al título) todo presagia un final dramático para el bando de los elfos. Solo Sauron saldrá vencedor, desde luego. Poco a poco vemos acercarse el inevitable final. Pero esta serie trata, entre otros temas, de los sacrificios que debemos hacer en pro del bien común.
Una señal de esto es lo que ocurre bajo la montaña. Elrond se entrevista con su amigo, el Príncipe Durin para pedirle ayuda (militar). Aunque está decidido a acudir con su ejército, las circunstancias harán que esto sea imposible. Y es que de nuevo entramos en una de las tramas mejor escritas, la del amor y el dolor entre padre e hijo. Prácticamente cualquier escena en la que aparezca Durin (ya sea con su padre, con Disa o con Elrond) es una garantía de calidad para esta serie.
Mientras, los elfos llegan al campo de batalla pero (como vimos en el recap del episodio anterior) por culpa de Galadriel, Adar les está esperando. Elrond demuestra de nuevo ser el mejor embajador posible y siempre está preparado para negociar… aunque el contrincante tenga todas las ventajas. El caso es que consigue lo que quiere: dar una oportunidad a Galadriel para que escape (sí, a pesar del beso… algo cuando menos cuestionable).
El caso es que consigue escapar pero en esta temporada, Galadriel es más una doncella en apuros que una gran General… como lo vuelve a demostrar que es Arondir quien acude en su ayuda (el pobre Arondir está bastante olvidado por lo guionistas). Al menos, cuando Galadriel llega a Eregion (a pesar del caos y del cerco de los uruk) muestra de nuevo su liderazgo y libera a Celebrimbor de sus captores élficos.
Pero en el bando de Adar tampoco todo va bien. ¿Recordáis al enorme troll que aparecía al principio de la temporada? Pues ahora muestra el peligro del poder descontrolado, ya que es una gran fuerza de choque, sí, pero que no distingue entre aliados o enemigos y arrasa matando todo lo que encuentra… algo que crea más distensiones en el bando de los Uruk frente al mandato de Adar.
La batalla sí que va bien para Adar y sus huestes. Por fin Arondir consigue enfrentarse a su némesis… para ser humillado por su enemigo. Además (de nuevo, por culpa de lo que Galadriel le desveló en el episodio anterior), Adar consigue hacerse con el Nenya, el Anillo de Galadriel que guardaba Elrond. Si la guerra iba mal para elfos, ahora es mucho peor.
En cuanto a los hobbits y el Extraño, creo que la decisión de no mostrar todas las tramas en todos los capítulos es muy acertada. Este séptimo episodio necesitaba centrarse en Eregion y su asedio, por lo que no quedaba tiempo para tratar (de forma adecuada) otros temas como el de Nori y amigos o el de Númenor. Indudablemente volveremos a ellos en el capítulo final, resolviendo algunos flecos y dejando todo preparado para la tercera temporada.
La historia hasta aquí…
Quiero volver a destacar la trama e interpretación de Celebrimbor, su caída a los infiernos. La evolución de este personaje ha tenido un par de momentos dudosos en cuanto a su comportamiento (debido a leves errores de guion) pero, finalmente, hemos aprendido a comprenderle.
Había muy buenas razones para que Celebrimbor confiara en Annatar/Hallbrand. En primer lugar, sabe que los primeros tres Anillos salvaron a los elfos de su propio final. Más tarde, aunque estaba avisado sobre que Hallbrand era alguien sospechoso, cuando toma la apariencia de Annatar, un Valar, es lógico que dejara de lado sus reticencias ¡cómo va a dudar de un Valar!
Por eso cuando éste le aconseja crear más anillos, Celebrimbor acepta. No solo por su orgullo como artista (que también), sino porque tiene un deseo sincero de ayudar a sus amigos enanos. Recordemos que Khazad-dûm acaba de sufrir un terremoto que ha destruido gran parte de sus infraestructuras y destrozado sus cosechas. La idea era utilizar los Anillos para purificar la Montaña, como ocurriera en Lindon con el árbol dorado.
Sin embargo, y como le dice Annatar cuando el orfebre elfo se da cuenta de su error, todo el mundo sabrá que fue Celebrimbor quien fabricó las herramientas de su propia destrucción. Aunque Celebrimbor se dio cuenta (en el quinto episodio) de que los anillos que había forjado para los enanos eran defectuosos, y por tanto empieza a sospechar, Annatar le convence para que construya otros nueve anillos que arreglen a estos últimos siete. Pero en su fuero interno sabe que ha errado y la idea lo va destrozando poco a poco. Porque Celebrimbor actúa de buena fe, intentando crear algo bello y provechoso, pero al ceder a su orgullo (el superar a su abuelo Fëanor), la semilla del mal está dentro de su creación.
Por eso su legado no es de belleza ni artesanía, sino de muerte y dolor, y él es el primero en pagar por ello, aunque no se dé cuenta. Su morada es demolida, sus amigos masacrados; debe cortarse el pulgar (más allá del dolor físico, esto es un claro símbolo de que no podrá volver a ser un artesano, de que no podrá volver a crear nada). Por eso el destino de Celebrimbor es tan trágico, porque sabe que, a pesar de sus buenas intenciones, ha hecho mal. Y sabe que debe pagar por ello.
y lo que nos queda por ver
En el próximo episodio veremos el final (trágico, repito) de Celebrimbor y de Eregion. La batalla llegará a su fin (ya veremos hacia qué lado se inclina la balanza finalmente) y tendremos los últimos pasos del plan de Sauron. ¿Conseguirá hacerse con los Nueve anillos? ¿Se enfrentará a Galadriel? Se avecinan novedades sobre alguno de los anillos de los elfos.
En cuanto a los enanos, la criatura que acecha en las profundidades cada vez parece estar más cerca de la superficie… es inevitable.
Sobre los hobbits… Por fin tendremos la confirmación del nombre real del Extraño. Y en Númenor… todo va camino del conocido final.
La serie ha mejorado en calidad (argumental) con respecto a la temporada anterior, a pesar de algunos errores de guion. Pero todo apunta a que esta vez se cerrarán bien muchas de las tramas y nos dejarán abiertas otras de una manera coherente, haciendo que deseemos seguir viendo El Señor de los Anillos. Los Anillos de Poder.
