Reseña de Batman: Cronología vol. 1 (1980-1989)

La cronología de Batman en la década de los años ochenta es recogida en un tomo publicado por ECC Ediciones que contiene el trabajo de autores como Frank Miller, George Pérez o Len Wein

Batman siempre ha sido uno de los grandes personajes de DC Comics, casi desde su primera aparición en aquel número de Detective Comics, pero es indudable que es en las últimas cuatro décadas cuando su estatus ha subido hasta convertirle posiblemente en el personaje de cómics más exitoso del mundo. Y esto ha sido gracias al trabajo de grandes autores que en los últimos años han revolucionado su imagen, su mitología, su entorno y su propio concepto.

Ahora ECC Ediciones comienza a publicar una serie de ocho tomos en los que se va a recoger por orden cronológico las mejores historias del personaje desde 1980 en adelante. El primero de estos volúmenes nos llega bajo el título de Batman: Cronología vol. 1 (1980-1989).

Un nuevo Batman para nuevos tiempos

Con el comienzo de la década de los años ochenta el personaje necesita actualizarse. Aún quedan unos años para que la auténtica revolución se produzca, pero en el primer arco argumental aquí contenido vamos a ver como Len Wein, Jim Aparo y John Byrne nos muestran a un Caballero Oscuro muy alejado de lo que no muchos años atrás habíamos visto durante la Silver Age, si bien es cierto que este concepto ya había sido sobradamente olvidado con anterioridad…

A continuación nos encontramos con una historia con más sentimiento que calidad. En ella el Cruzado Enmascarado y Robin van a evitar, gracias a anomalías temporales, el asesinato de los padres de Bruce Wayne. Seguimos con un arco argumental de varios números en el que se ejemplifica muy bien el tono de la época pero donde lo más destacable es el hecho de tener la primera aparición de un mítico personaje como es Killer Croc.

Luego Gerry Conway nos presenta una historia por la que veremos desfilar a un gran número de villanos. Es como si se hubiera hecho una versión primitiva de Batman: Silencio, dando más importancia al hecho de acumular amenazas para nuestro héroe que a crear una buena historia. Aún así tiene su encanto…

El regreso del Caballero Oscuro

Resulta duro ver una obra maestra como es la perpetrada por Frank Miller, Lynn Varley y Klaus Janson entre estas obras notablemente inferiores, pero su lectura siempre es de agradecer. De hecho su inclusión lleva a preguntarse cómo otras obras fundamentales del personaje de esta época, como La Broma Asesina, no han sido incluidas. Pero la respuesta existe: hay que esperar a la segunda entrega de la colección, que incluye también cómics de esta misma década.

Con esta obra de importancia capital (no solo dentro de la historia de Batman, sino dentro del noveno arte en general) la calidad de este volumen sube un montón de puntos, si bien es cierto que tal vez haya otros formatos más apropiados para degustar como merece esta historia en la que un Bruce Wayne viejo y retirado vuelve a ponerse la capa y la capucha para enfrentar los males de una sociedad anclada en los problemas derivados del capitalismo salvaje propio del reaganismo. Y todo ello con una narrativa y un acercamiento gráfico que lo cambiaron todo.

Un final en punta

Tras el impacto que supone el trabajo de Miller, regresamos a cosas más sencillas antes de llegar al final del tomo. Por una parte tenemos una historia casi costumbrista en la que veremos a nuestro héroe deambular por las azoteas de Gotham City comprobando que a veces su presencia no es tan requerida como pueda parecer, y para acabar nos encontramos con un numero final en el que de nuevo nos encontramos con gran parte de la galería de villanos de Batman.

Pero este cómic nada tiene que ver con el anteriormente mencionado en el que nuestro héroe se enfrentaba a multitud de villanos. En esta ocasión la historia esta dividida en varios capítulos, cada uno dibujado por un artista muy diferente, encontrando a gente como Brian Bolland, George Pérez o Bill Sienkiewicz. Estas variaciones gráficas sientan muy bien a los diferentes tonos que cada uno de los villanos necesita, y supone una buena forma de poner el punto y final a este recopilatorio.

Esta edición no está pensada para el lector veterano del personaje que ya lo conoce sobradamente, principalmente por el hecho de que es más que posible que gran parte del material aquí recopilado ya esté en su poder. Es más bien el lector ajeno al Hombre Murciélago, aquel que se quiere meter de lleno en su mitología habiéndole conocido previamente por poco más que sus películas, el que va a aprovechar y disfrutar al máximo este tomo. Para ese target este volumen es una elección fenomenal.