lunes, septiembre 16, 2024

Crítica: El Cuervo (2024)

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Panini

El Cuervo regresa a la gran pantalla partiendo de cero.

En 1981, el estadounidense James O’Barr concibió la idea de crear al personaje de cómic conocido como El Cuervo, con la intención de utilizarlo como una válvula de escape para enfrentarse a la idea de que su novia había muerto por culpa de un conductor ebrio. Finalmente, en 1989, Caliber Comics hizo que el personaje viera la luz en su propia cabecera y se convirtiera en el pistoletazo de salida para diversas series derivadas.

No obstante, al igual que muchos otros personajes de historieta, El Cuervo estaba destinado a volar más allá de las páginas del cómic, motivo por el que, en 1994, vio la luz una película homónima, cuyo óptimo rendimiento dio el pie para tres secuelas, además de una serie de televisión, como explicamos con más detalle en su momento, aunque ninguno de esos proyectos logró estar a la altura del filme original. No obstante, tras diversos intentos que quedaron en agua de borrajas, este año se ha estrenado el remake de la película El Cuervo, cuyo análisis puedes leer a continuación.

Bajo la dirección de Rupert Sanders, esta película, de 110 minutos de duración, está protagonizada por Bill Skarsgard (como Eric Draven), FKA Twigs (en el papel de Shelly Webster), Isabella Wie (que interpreta a Zadie) y Danny Huston (que encarna a Vincent Roeg).

Desde poco después de conocerse en una clínica de rehabilitación, Eric Draven y Shelly Webster tienen claro que son almas gemelas que permanecerán juntas para siempre. Sin embargo, el destino tiene preparado algo muy diferente para ellos. A continuación puedes ver el tráiler.

Pese a ser algo habitual en el cine de hoy en día, sobre todo en las películas de este género, El Cuervo no cuenta con ninguna escena post-crédito por lo que, en cuanto se enciendan las luces, puedes abandonar tu butaca sin miedo a perderte nada relevante.

El inconveniente más notorio que acarrea esta nueva versión de El Cuervo es que resulta imposible no parares a hacer comparaciones con la película original de los años noventa, lo que, de entrada, ya hace que esta nueva adaptación no quede muy bien parada, sobre todo teniendo en cuenta que el añadido del triste fallecimiento de Brandon Lee aumenta la brecha entre ambos productos.

Por si esto fuera poco, lo que debería considerarse como la mayor cualidad de El Cuervo se convierte en uno de sus peores inconvenientes, ya que podría aplaudirse que no se trate de una copia exacta de lo ya visto en 1994, pero que la trama se aleje tanto del material original, ya estemos hablando de la primera película o del cómic, nos lleva a considerar este filme como un producto ajeno del que solo se conservan los nombres de los protagonistas, la presencia de un cuervo y unos pocos detalles nimios de la trama ideada por James O’Barr.

Metiéndonos de lleno en la trama de esta nueva versión de El Cuervo, hay que reconocer que, pese a durar menos de dos horas, el desarrollo de la historia es lento, ya que se pierde demasiado tiempo en contarnos una relación que ya se da por sentada en el filme original, sin conseguir por ello que veamos una gran química entre los protagonistas. Además, de la sencilla trama del material clásico, aquí pasamos a una enrevesada conspiración, la cual ni siquiera nos es explicada de manera detallada, que no consigue ganarse el interés del espectador.

Bill Skarsgård, El Cuervo, Eric Draven, FKA Twigs, James O'Barr, Rupert Sanders, Shelly Webster

La verdad es que, sin llegar a cosechar ningún gran éxito, la película podría haber tenido una acogida algo superior si no partiese de un material clásico que es tan querido por aquellos que leyeron el cómic de James O’Barr o vieron la película original de El Cuervo. Incluso podría haber funcionado mejor si los protagonistas no se hubieran llamado Eric Draven y Shelly Webster, ya que se los hubiera considerado como personajes completamente distintos que no tuvieran la ocasión de empañar el recuerdo de los originales.

En resumen, esta nueva versión de El Cuervo es una película que nunca debería haberse llevado a cabo. No obstante, como para gustos se hicieron los colores, todo aquel que quiera darle una oportunidad no tiene más que acercarse a su cine más cercano y probar suerte.

Pese a todo lo comentado en los párrafo anteriores, comentamos en su momento que el director Rupert Sanders tiene suficientes ideas en la cabeza como para llevar a cabo secuelas de esta nueva versión de El Cuervo, sin que parezcan importarle demasiado las malas críticas cosechadas. No obstante, cuando el filme abandone las salas de cine y compruebe la pobre recaudación conseguida, es bastante probable que decida probar suerte en pastos más verdes.

Las almas gemelas Eric Draven y Shelly Webster son brutalmente asesinados cuando los demonios de su oscuro pasado les alcanzan. Ante la oportunidad de sacrificarse para salvar a su verdadero amor, Eric se propone vengarse despiadadamente de sus asesinos, atravesando el mundo de los vivos y los muertos para saldar sus deudas.

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CRÍTICA

Nota genérica

RESUMEN

Un nada afortunado reinicio de la franquicia El Cuervo en la gran pantalla

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