Reseña de Este del Oeste – El Apocalipsis: Año Dos

Jonathan Hickman, Nick Dragotta y Frank Martin siguen con la saga de ciencia ficción ambientada en un western distópico en el segundo volumen integral de Este del Oeste, publicado por Norma Editorial

Tras un inicio que en su momento aposentó a la serie como uno de los grandes reclamos de Image Comics y que puso a su guionista, Jonathan Hickman, en el centro de todas las miradas, ahora Norma Editorial publica el segundo tomo recopilatorio de Este del Oeste. Guerra, conspiraciones, referencias bíblicas y mucho western postapocalíptico en este volumen que llega con la promesa de maravillar a los lectores.

Guerra y política

La parte más humana y terrenal de este segundo volumen va a estar centrada en torno a la política y a la guerra, que como a muchos les gusta decir no es más que una extensión de la primera. Durante el primer tomo las piezas del tablero fueron colocadas y, como si de una versión de Juego de Tronos con pistolas se tratara, ahora toca ver cómo las traiciones, la forja de alianzas y la ruptura de pactos tiene lugar. Y, por supuesto, todo ello acabará siendo pagado por los estratos más bajos de la población en forma de muerte…

Lo cierto es que la comparación con la ficción surgida de la cabeza de George R.R. Martin no es gratuita, sino que se pueden establecer multitud de similitudes entre ambas historias. No se trata solo del hecho de mezclar elementos fantasiosos con tramas de lo más mundano que han tenido su eco en nuestra historia ni de tener a personajes fuertemente caracterizados que son más grandes que la vida cuyas decisiones afectan a millones de vidas. Es que además el tono narrativo es en muchas ocasiones el que encontrábamos en Westeros, y aquí también se emplea con mucho acierto.

Tras el fracaso de las negociaciones en el anterior volumen, la sombra de la guerra oscurece este continente dividido y comenzamos a ver cambios en las fronteras del mapa. Resulta llamativo que los autores no se entretienen en general en mostrar grandes escenas bélicas, algo en lo que sin duda el genial Nick Dragotta podría hacer maravillas, y si bien es cierto que se las arreglan para que esto no sea necesario para que el ritmo narrativo funcione y para que la historia se entienda a la perfección, sí que se echa de menos un poco más de acción de masas para evidenciar la escala del conflicto.

Muerte y los jinetes

En el lado sobrenatural de la historia nos encontramos con Muerte como principal protagonista (quizás esto sea mucho decir, ya que la narración cambia constantemente el foco de la historia haciendo que todo sea muy coral), siguiendo el camino su hijo, la Bestia, también conocido como el Elegido o Babilonia, criado virtualmente y alimentado mediante máquinas, como ocurría en Matrix, mientras este se prepara para la terrible misión que el destino le depara.

Por otro lado veremos como el personaje de Doma Lux cobra importancia al ser enviada por la presidenta de la Unión, la señora Antonia LeVay (que parece estar a las ordenes de Hambre, Victoria y Guerra), como diplomática para negociar la paz con la Eterna Nación.

También habría que destacar a Xiaolian, la amada de Muerte, madre de la Bestia y líder de la Casa de Mao, ya que uno de los mejores capítulos de este tomo estará centrado en ella. Se trata de un episodio narrado casi sin diálogos en el que será el objetivo de un intento de asesinato donde el equipo artístico lo da todo para lograr la excelencia a través de una narrativa que recuerda mucho al estilo de Frank Miller.

A estos habría que sumar al siempre ocurrente Archibald Chamberlain, al intrépido y joven John Freeman, gran príncipe heredero al trono de Nueva Orleans, futuro gran rey y mejor pistolero, y a Ezra Orion, cuya interacción con aquello que conocemos como el Mensaje tendrá grandes, terribles y ominosas repercusiones. Precisamente esto será uno de los puntos clave que en el final del tomo dejarán todo listo para que el siguiente tomo, que será el último, se espere con muchas ganas para todos aquellos que aún no hubieran leído esta historia…

Una delicia pretenciosa

En cuanto al dibujo, el trabajo del dibujante Nick Dragotta y del colorista Frank Martin es digno de alabanza. Su sutil evolución a mejor con respecto al primer volumen es palpable y, si bien es cierto que hay puntos en los que hay espacios a la mejora, como el diseño de fondos, ahora vemos unos personajes caracterizados con mucha más fuerza y expresividad, además de algunos momentos de acción realmente espectaculares aunque escasos.

Si algo caracteriza a las historias de Hickman es la grandiosidad de la que las dota, y esta no es una excepción. La meticulosidad que rebosa cada viñeta y la sensación de que cada línea de diálogo esta sacada de un libro de frases lapidarias le otorga al cómic un aura de excelencia que es a la vez su mayor virtud y su mayor defecto, ya que en ocasiones puede parecer que estamos ante un guion más pretencioso de lo debido. Por suerte, ante la intensidad de los hechos narrados, la pretenciosidad no es algo que le venga demasiado mal a Este del oeste…