¿Qué hubiera pasado si Jim Lee hubiese dirigido La Casa de las Ideas?
Si el norcoreano Jim Lee no hubiera hecho acto de presencia en la Comic Con de Nueva York de finales del año 1986, no hubiera conocido a Archie Goodwin, que, en aquella época, era el responsable editorial de la línea Epic de Marvel. No tardaron en citarse en las oficinas de la empresa, para poder hablar más tranquilamente, lo que termino en el encargo de dibujar un cómic que tuviera a La Visión como personaje protagonista. Jim Lee, deseoso de causar una buena impresión, terminó el proyecto en una semana.
Dado el buen resultado, el editor Carl Potts decidió encargarle la parte artística de la historieta Friends in High Places!, que debería ver la luz en el número 51 de la colección Alpha Flight (1987), con guiones de Bill Mantlo. Diecisiete días después, las planchas entregadas por Jim Lee le valieron ser designado para encargarse por completo del número 53 (también fechado en 1987), cuya portada puede verse debajo de este párrafo. En su interior se encontraba la aventura A Blast From the Past!, a partir de la cual se convirtió en el dibujante titular de la cabecera.
El éxito obtenido durante los once números que duró en la colección le sirvió para dar el salto a otros personajes de Marvel como Punisher o La Patrulla – X, de tal modo que, para 1992, aunó fuerzas con Todd McFarlane, Rob Liefeld, Marc Silvestri, Erik Larsen, Jim Valentino y Whilce Portacio dentro de la línea Image Comics. No es de extrañar que DC también reclamase sus servicios para obras como Batman: Shadow of the Bat (1992 – 2000).
No obstante, cuando Jim Lee se enteró de que no se encargaría de las portadas de dicho proyecto, ya que la editorial ya había contratado a Brian Steelfreze para ese cometido, perdió interés hasta el punto de abandonarlo.
De vuelta en Marvel, en 1996, Jim Lee desarrolló un proyecto ambicioso que, inicialmente, iba a llamarse Asuntos Pendientes, pero que luego fue rebautizado como Heroes Reborn (1996 – 1997).
El presidente de Marvel en aquella época era Ronald O. Perelman, al que no le gustaba mucho el trabajo que hacía Rob Liefeld, pero le cayó tanto en gracia Jim Lee que le hizo una proposición, cuando coincidieron en Manhattan, que dejó boquiabierto al norcoreano.
¿Qué te parecería si compramos Wildstorm para fusionarla con Marvel y te ponemos a ti al frente de la compañía?
Ronald O. Perelman estaba convencido de que el fichaje de Jim Lee sería muy favorable para las acciones en bolsa de la empresa, aunque se contaba con el inconveniente de que los pagos se escalonaban en un plazo de cinco años y se fijaba una variable según los beneficios obtenidos.
Jim Lee era muy consciente de la política de adquisiciones tan agresiva llevada a cabo por Perelman y temía lo que pasaría si la empresa entraba en suspensión de pagos, lo que acabó por suceder a finales de 1996.
No obstante, pese a que la venta de Wildstorm no llegó a su fin, Jim Lee no puso problemas a la hora de cerrar todos sus compromisos con Marvel, para luego dedicar todo su tiempo disponible para su especial WildC.A.T.S/X-Men: The Silver Age (1997) en Image, cuya portada acompaña a este párrafo, junto a otros artistas como Travis Charest, Adam Hughes, Matt Broome y Breeth Booth, mientras que Scott Lobdell, James Robinson y Warren Ellis se encargaban de los textos.
Otra cabecera que, en aquella misma época, realizó Jim Lee para Wildstorm fue la de Faraday’s Law, en la que también se encargó del guion, que acabó siendo otro proyecto rebautizado mas, ya que salió a la luz como Divine Right (1997 – 1999), de la que reproducimos la portada a continuación.
Por otro lado, en cuanto concluyó Heroes Reborn, empezó a circular el rumor de que Jim Lee iba a ser el supervisor creativo de cuatro cabeceras nuevas, que serían protagonizadas por Los Defensores, Punisher, Doctor Extraño y Nick Furia, respectivamente, todos ellos relacionados con la continuidad del Universo Marvel tradicional.
Sin embargo, la situación cambió cuando sucedió algo que nadie se esperaba: Ronald O. Perelman perdió el control de Marvel. Su sustituto fue Carl Icahn, que decidió ascender a Joe Calamari al cargo de presidente editorial. Una de las primeras decisiones tomadas por este nuevo jefe fue mandar al traste aquellas nuevas colecciones que Jim Lee iba a encargarse de supervisar.
A medida que las cosas iban cambiando en Marvel, con la aparición de nuevos creativos como Joe Quesada y Jimmy Palmiotti, Jim Lee decidió cambiar de aires y se puso en contacto con Paul Levitz para saber si DC podría estar interesada en comprar Wildstorm, algo que acabó sucediendo a finales del verano de 1998, por lo que el artista norcoreano no llegó a ser director de Marvel pero, al final, logró una recompensa equiparable a todo su esfuerzo.