Hoy os traemos la crítica (sin spoilers) de la esperada Joker: Folie à Deux, que no traía buenas críticas desde su estreno en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Joker: Folie à Deux. Phoenix y Lady Gaga no consiguen levantar un flojo guion
En Joker: Folie à Deux Arthur está internado en el psiquiátrico de Arkham en espera de juicio por los crímenes que cometió como Joker. Mientras lucha con su doble personalidad, Arthur no sólo se da de bruces con el amor verdadero, sino que también encuentra la música que siempre ha estado dentro de él.
De Joker a Joker 2: confirmando las sospechas
Hace cinco años, en la crítica de la primera película, os comunicaba varias afirmaciones, pero la más importante (y que no me han dejado de discutir durante todos estos años) era que ¡éste no es el Joker!. Bueno, pues hasta Todd Phillips me ha dado la razón con esta secuela. Eso sí, tendréis que verla hasta el final (de sus dos horas y 18 minutos) para comprobarlo.
Pero vayamos por partes. Joker: Folie à Deux es claramente una película fallida. No es un horror, en absoluto, pero sus carencias (no muchas) son demasiado grandes en comparación con sus aciertos (bastantes pero no lo suficientemente relevantes). Y me explico.
Lo mejor de Joker (2019) fue, sin duda, la actuación de Joaquin Phoenix. Eso se mantiene, por supuesto. Pero ya no tiene el factor sorpresa que tuvo la primera vez y aunque su interpretación es, de nuevo, magistral, los espectadores no le daremos el mismo valor que entonces. Es injusto pero es así.
En cuanto a la dirección o a la historia, los mayores logros de Joker y de Todd Phillips eran “homenajes” a Scorsese (como el propio director reconoció en su día). A poco que conozcas la filmografía de este director, reconocerías en seguida escenas prácticamente calcadas. Ya se ha hablado mucho de esto y no vamos a seguir insistiendo en ello.
Lo que ocurre es que Phillips es un director mediocre y, claro, ahora ha evitado por todos los medios “copiar” a Scorsese para evitar las mismas críticas, con lo que su trabajo ya no brilla como en la primera película. Joker: Folie à Deux posee varios defectos pero, sobre todo, adolece de una falta de ritmo que, unido a su excesiva duración, hacen que la película se haga pesada y larga.
La historia que nos cuentan (el juicio de Arthur y su incipiente relación con Harley) no necesita más de dos horas para ser contada, y menos a este “ritmo”. Esto lastra fatalmente la experiencia, haciendo que el resultado final sea claramente deficiente.
Y esto es a pesar de sus virtudes. La fotografía de Lawrence Sher es maravillosa, jugando perfectamente con el contraste entre los tonos grises de la realidad de Arthur y el colorido de su imaginación, con los diferentes cambios de luz, etc.
La banda sonora está muy bien elegida. La parte musical de la película es muy disfrutable y está muy bien insertada en la historia. Lo que ocurre es que tantos números musicales agravan el defecto que señalábamos anteriormente, la duración de la película.
Lady Gaga como una nueva Harley (Lee la llaman constantemente) hace un buen trabajo de interpretación aunque su papel no es precisamente complicado. Como no podía ser de otra manera, cuando más brilla es en los números musicales. Y no solo por su calidad vocal (algo que no sorprende a nadie), sino porque es en estos momentos cuando mejor interpreta, cuando luce más su papel.
Un “quiero y no puedo”
El mayor problema, como decíamos, es de guion: como ocurría en la película anterior, se tocan varios temas y no se deciden a desarrollar ninguno de forma adecuada, dejando todo en “tierra de nadie” y dejando en el espectador esa sensación negativa de insatisfacción que es la que te llevas a casa tras salir del cine (amortiguada, eso sí, por la banda sonora).
Si en Joker (2019) se vislumbraba una acertada crítica social (que, repito, no se desarrollaba), aquí se muestran muy levemente pequeños retazos de crítica a los medios de comunicación (ver el juicio como un circo) o la insatisfacción social que hace que busquemos ídolos en cualquier lado y a cualquier precio, convirtiéndonos en fans tóxicos y descerebrados.
Uno de esos fans es Lee (recordemos, Harley). Es una “grupie” del popular Joker (él no lo sabe pero su popularidad se ha acrecentado gracias a una película y varias publicaciones). De hecho, Lee podría ser perfectamente una de esas mujeres que idealizan a un asesino encarcelado y se enamoran de él.
Por eso, ella busca al Joker y no quiere estar con Arthur. Por eso, cuando está con ella su fantasía vuela y canta con ella o imagina que lo hace. Parece que por fin ha encontrado un alma gemela y esta relación se convierte en tóxica (de nuevo este adjetivo) para Arthur, acrecentado en cambio la personalidad de Joker que es lo que quiere Lee… y lo que quieren los miles de fans del asesino con cara de payaso.
Temas que se apuntan y no se desarrollan hay más. Como la probable identidad múltiple de Arthur (el prólogo animado de la película es una forma nada sutil de presentarnos esta idea). También se habla de ese fandom al que nos referíamos, y su falta de empatía con el personaje al que adoran y que supuestamente comprenden.
Además, durante el juicio (en el que, por cierto, vemos fugazmente al verdadero Joker de todas las encarnaciones de estos 80 años) parece que Phillips y Scott Silver estén pidiendo perdón constantemente por los errores de concepción (dentro del supuesto canon de Batman) de la primera película.
El caso es que, como le ocurre a cierta serie cuya segunda temporada acaba de terminar de emitirse, da la sensación de que Joker: Folie à Deux no está terminada “de cocinar”. Visualmente es muy buena, musicalmente también. Pero argumentalmente hay demasiado trabajo no terminado o disperso. Tal vez por eso la entrega anterior fue tan mal entendida (como le ocurre a Arthur/Joker con sus seguidores).
En resumen, una película entretenida, a pesar de su excesiva duración; un musical agradable de ver y escuchar, pero una película que no nos aportará nada y que olvidaremos pronto.
Excepto, tal vez, su última escena (que bien podría haber sido poscréditos), en la que de una forma burda y torpe (pero efectiva) los guionistas intentan corregir ciertos errores de los que hablábamos antes, transformando totalmente a este Joker en OTRO Joker… Como decía al principio, Todd Phillips ha terminado por darme la razón. Eso si esto tiene alguna continuación, claro.
Porque apuesto por respuestas claramente evasivas del director sobre este tema, para no decantarse y dejar “abierto” el asunto, creando de una manera artificial (y, sí, burda y torpe) la polémica. Todd Phillips quiere “vivir del cuento” durante unos meses más.
La nueva película está protagonizada por Joaquin Phoenix que vuelve a encarnar el doble papel de Arthur Fleck/Joker que le valió el Oscar, junto con Lady Gaga (“Ha nacido una estrella”) también ganadora del Oscar. También cuenta con Brendan Gleeson y Catherine Keener, junto a Zazie Beetz, retomando su papel en “Joker”.
Todd Phillips, nominado al Oscar por dirigir, escribir y producir “Joker”, ha dirigido y co-escrito “Joker: Folie à Deux” junto a Scott Silver. Emma Tillinger Koskoff y Joseph Garner son los productores de la película.
“Joker: Folie à Deux” se ha estrenado en los cines en España el 4 de octubre de 2024.