Que no te engañe la apariencia infantil del cómic que nos trae Norma Editorial, Dulces tinieblas nos muestra lo peor de la naturaleza humana
Hay una curiosa simbiosis entre el terror y lo infantil que no hace más que acentuar el horror. Es posible que esto se deba al contraste, pues muchas veces se idealiza la infancia como un momento sin preocupaciones e inocencia, pero mucha gente coincide que un payaso pensado para que los niños se diviertan, puede causar mucho miedo, como Pennywise.
El guionista Fabien Vehlmann y el dúo artístico Kerascoët han querido aportar su granito de arena a este curioso género. Con claras similitudes a Tim Burtom, Alicia en el País de las Maravillas y a Los viajes de Gulliver, estos artistas nos traen una obra con aspecto infantil y angelical, pero que poco a poco irá mostrando su lado más oscuro. La obra ya llegó a nuestro país a través de Spaceman Projects con el título de Preciosa Oscuridad. Ahora, con el nuevo nombre, Dulces Tinieblas, llega a nuestras librerías de la mano de Norma Editorial.
Erase una vez
El cómic con aspecto infantil empieza de una manera que deja claro que esto no es para niños. El cadáver de una niña se encuentra en medio del bosque y del cuerpo empiezan a aparecer pequeñas criaturas como si fueran personajes de un cuento infantil. Estos “bichos” empiezan a organizar una sociedad alrededor del cadáver liderado por Aurora, la protagonista que actúa como líder. Todo parece ir bien, parece que todos colaboran ayudándose unos a otros para que todo funcione, pero a medida que avanza la obra van apareciendo situaciones crueles, mezquinas y horribles que será imposible que a ningún lector se le revuelven las tripas.
La historia está fantásticamente narrada y de manera muy inteligente. Apenas hay diálogos, dejando que sea el lector quien rellene los huecos y para que sea él quien llegue a sus propias conclusiones. Y es que tal y como está pensada la obra, no son necesarias muchas palabras, los propios actos de los personajes hablan por sí solas, pues veremos actos malvados y egoístas, pero también actos horribles que surgen desde la más absoluta inocencia e irracionalidad.
Estamos ante una obra repleta de contrastes donde destaca el arte de Kerascoët. Un dibujo “infantil” con colores suaves y luminosos que combina a la perfección con el diseño de los personajes, muy adorables y repletos de curvas. Un arte que desde fuera parece perfecto para los más pequeños de la casa, pero una vez que lo abres te das cuenta de que mejor ni se acerquen los peques, o esa noche no duermen.
Dulces tinieblas muestran lo peor de la naturaleza humana. Aurora es la protagonista absoluta y es a través de sus ojos que veremos la mayor parte de la historia. Veremos cómo una persona que solo quiere ayudar a los demás irá cayendo en un pozo de corrupción. Es trabajo del lector decidir si la caída de Aurora se debe a todo lo que sucede a su alrededor, o si los horrores que ocurren solo han dejado florecer su verdadera naturaleza.
La edición de Dulces tinieblas de Norma Editorial
Al tratarse de un cómic de origen francés, Norma nos trae este cómic con un formato de tapa dura con sobrecubierta de buena calidad y con una dibujo de Kerascoët. Como es habitual en la editorial, la calidad de las páginas es de muy buena calidad. Con un total de 112 páginas, el cómic está a la venta por un precio de 32,00 €.
Dulces tinieblas es una obra de contrastes. Su aspecto infantil no es más que puro maquillaje para mostrarnos una historia de terror donde sé muestra lo peor de la naturaleza humana. El cómic no es fácil de leer debido a sus momentos más perversos, pero es una obra única que merece estar en las estanterías. El único aspecto negativo es que, debido a su apariencia de cuento infantil, muchos lectores pueden ignorar esta asombrosa obra al pensar que estamos ante un cómic para niños.
Autor: Fabien Vehlmann | Kerascoët
Editorial: Norma Editorial
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
Tamaño: 23 x 30,2 cm
Páginas: 112 páginas a color
Precio: 32,00 €
ISBN: 978-84-679-7171-2
Sinopsis: UNA INCLASIFICABLE FÁBULA TAN BELLA COMO PERTURBADORA
Una niña inmóvil yace en un campo primaveral. En ese mismo lugar, surge una pequeña comunidad como recién salida de un cuento de hadas. Pero el encanto y dulzura que emanan empiezan a ensombrecerse por mareas oscuras y techos que gotean, mientras la diminuta Aurora hace todo lo posible por evitarlo. El mundo de fantasía se derrumba y lo atroz se cuela por sus márgenes, incapaces ya de contener tanta crueldad.
Con claras reminiscencias de Tim Burton y Alicia en el País de las Maravillas, Fabien Vehlmann (El dios salvaje) y el dúo artístico Kerascoët nos hacen bailar hipnóticamente al son de una parábola visualmente angelical que se irá desnudando hasta mostrarnos su lado más tenebroso.