La serpiente y el coyote, publicada por cARTEm Cómics, es una espectacular historia de redención, traición y amor, donde no todo es lo que parece, en el que se ven involucrados agentes del FBI, la delincuencia organizada y personajes de lo más variopinto en los EE. UU. de la década de 1970
Con La serpiente y el coyote, el dúo Matz y Xavier amplían su trabajo sobre Tango. Si algunas escenas tienen lugar en la ciudad de Nueva York, con su urbanidad y estilo cosmopolita, el título del tomo pone bajo los focos y da protagonismo a los grandes espacios americanos, desde Nevada hasta todo el medio oeste del país.
Con este escenario, el lector podrá observar la inmensa calidad que atesora la obra de Philippe Xavier a los lápices sobre las vastas extensiones desérticas del oeste americano, sumergiéndolo junto con el guion de Matz en una historia en el umbral del western, una road movie y el thriller.
La historia pivota sobre un hecho real: el programa de protección de testigos creado en 1970 por la Oficina Federal de Investigación (FBI), para poder aprovechar el arrepentimiento de los delincuentes y actuar con mayor precisión contra la criminalidad organizada, pese a los resentimientos y resistencias de varios agentes y la propia institución policial.
El protagonista de La serpiente y el coyote, Joe, está parcialmente inspirado en Joseph Michael Valachi, alias Joe Cago, aunque inicialmente fuese Joe Cargo; nacido en el Harlem neoyorquino hijo de inmigrantes napolitanos. Estando prisionero por delitos graves en la cárcel de Atlanta, decidió ofrecer al FBI su declaración a cambio de protección y en 1963 declaró ante la Comisión McClellan del Senado de los EE. UU. Diez años más tarde, el 3 de abril de 1971, murió de un ataque al corazón en la prisión federal de La Tuna, en Texas.
“es usted lo peor que haya metido en la cárcel”
En Italia se vería también en los setenta, exactamente en 1973, un caso similar cuando Leonardo Vitale acudió al despacho del comisario de la Squadra Mobile de la policía italiana para autoculparse de varios delitos graves, porque estaba atravesando una crisis religiosa y quería tomar una nueva vida. En el juicio se pudo condenar a 27 miembros de la Mafia delle Borgate, dando paso a nuevos arrepentidos. Vitali murió por los disparos de sus antiguos compañeros el 2 de diciembre de 1981.
Los lectores que sean también seguidores de la cultura norteamericana de los años 1960 a 1980, se verán recompensados por la obra de Matz y Xavier, puesto que aprovechan la historia para dar rienda suelta a varios guiños al cine. El Ford Mustang verde botella de Steve McQueen en Bullitt, película con una banda sonora ya mítica y que, además, también trataba de la protección de un testigo, pero en las calles de San Francisco; así como el marco reproducido en ciertas placas de Érase una vez en América o los temas de Goodfellas, aparecen reflejados.
La trama
1970, un hombre acelera por la carretera, en medio del desierto de Arizona en una autocaravana que parece no detenerse nunca… Es en Utah donde el hombre se detiene para coger una mesa, una silla, una cerveza y un rifle. Mientras pausadamente calma su sed, un ruido llama su atención. Sospecha, deja su lata y toma su arma. Avanza con cautela, sólo para descubrir un animal joven en dificultades.
Joe coge en brazos al animal, al que confunde con un perro, y lo lleva a la caravana. Allí quiere cuidar su pata e intentar encontrarle un nombre -algo que tratará de conseguir durante todo el viaje, con los nombres más dispares-. Siente que algo los une, no tienen familia, ni amigos, están solos en el mundo.
Joe, aunque no sea su verdadero nombre, es un hombre entrado en la cincuentena que forma parte de un nuevo programa de protección de testigos en Estados Unidos. Es un antiguo jefe de la mafia, testigo protegido, que puede declarar contra sus antiguos aliados. Entonces, cuando el primer testigo es asesinado, el FBI no tiene otra opción que aferrarse a él como un clavo ardiendo, pero sus antiguos amigos mafiosos, quieren acabar con él.
Los autores
Matz pasó su infancia en Martinica y luego en París, siendo un prolífico autor con cerca de sesenta cómics publicados, como The killer; así como videojuegos de fama mundial como Splinter Cell, Assassin’s Creed, Far Cry, Rainbow Six, Ghost Recon; e incluso una novela bajo su nombre real, Alexis Nolent: La nuit du vigile. Además, junto con Philippe Xavier, publicó en Francia en el año 2017 el primer volumen de Tango (disponible en castellano).
Matz es un buen guionista pero suele pecar de superficialidad en sus personajes y aquí el lector echa de menos esa profundidad en los personajes, quienes se quedan encasillados en arquetipos de las historias americanas. Así tenemos un tipo duro, mayor y apuesto, junto con una sexy y atractiva mujer; mientras que en el lado de la ley están los repelentes agentes del FBI, un dudoso agente tejano, políticos nefastos y mafiosos de libro.
“Así que eres un coyote ¿eh?…guaf”
Esta galería de héroes y villanos que tiene Matz es la habitual en el género, pero no saca partido de ella, sino que simplemente los pone en el tablero de juego, como elementos naturales en esos parajes de EE. UU., creando una buena historia y muy entretenida, pero combinándolos con mayor maestría podría haber elaborado una gran historia, haciendo que La serpiente y el coyote entrase en el reino de los adjetivos superlativos.
La obra es esencialmente un thriller, perfectamente hilvanado, con un reparto coral de personajes que van encontrándose o interactuando en las diferentes escenas, yendo de forma tranquila pero continua hacia el desenlace, que no será inmediato, sino que llegará en el último tramo de las más de cien páginas de la historia. Esta es rica, cautivadora, emocionante, con acción, suspense y disparos.
Philippe Xavier realiza un gran trabajo, que puede apreciarse en las impresionantes páginas dobles en las que el dibujo es lo único que hay, sin diálogos ni cuadros de texto. El dibujante utiliza con atino y precisión el estilo de la escuela clásica, con un tono realista y más cercano al mundo cinematográfico con amplias tomas y zoom hacia los detalles, en un homenaje a las grandes llanuras estadounidenses.
El dibujo está muy bien estructurado, sabiendo jugar con los claroscuros, donde las sombras son tan importantes como la luminosidad de los espacios bañados por el sol. Además, los colores están muy bien escogidos y permite que el lector se sumerja en una atmósfera especialmente cuidada.
La edición
La serpiente y el coyote es un one-shot, dentro de la colección BD de la editorial cARTEm Cómics, a cargo de los autores Matz y Xavier Philippe, traducido al castellano por Inés Sánchez Mesonero, publicado en cartoné, con unas medidas de 24,1 x 31,8 cm y una extensión de 152 páginas, incluyendo varias páginas de contenidos extras con bocetos y explicaciones sobre la historia.
Esta obra es, en definitiva, un thriller tranquilo y dinámico orquestado por Matz, donde el lector disfrutará en cada página con los detallistas dibujos de Xavier que presenta a un hombre maduro, extraño, peligroso, asesino, que sin embargo despliega un discurso muy humanista, cautivador, interesante, donde contrastan la soledad y los encuentros, haciendo que la dicotomía entre el ser y estar discurra tan fluida como la corriente de un río.
Estados Unidos, 1970. Joe viaja en una autocaravana por el Lejano Oeste. Allí se encuentra, para empezar, un pequeño coyote, pero también gente más o menos bien intencionada: matones locales, agentes del FBI, un mariscal estadounidense, viejos amigos más o menos amigables… Pero ¿Quién es realmente Joe? Quienes se cruzan en su camino suelen ver reducida peligrosamente su esperanza de vida…
El misterio de Joe
El verdadero enigma de la historia es el propio Joe. Los encuentros que tiene con los personajes a lo largo de la trama siempre terminan en muerte o desaparición. ¿Quién es este hombre que parece traer la muerte a donde quiera que vaya? Su identidad está envuelta en un velo de secretos que lentamente se van desentrañando, manteniendo al lector en constante suspenso.
Un viaje al corazón del Lejano Oeste
El desierto del Lejano Oeste no es solo el telón de fondo, sino un personaje más de la historia. Los paisajes áridos, los pueblos polvorientos y las carreteras desiertas refuerzan el tono sombrío del relato, donde cada rincón esconde un nuevo peligro. La dureza del ambiente refleja el carácter de Joe y el mundo sin esperanza en el que se mueve.
Violencia y redención
El viaje de Joe por el Oeste se convierte en una búsqueda no solo de supervivencia, sino también de redención. A través de sus encuentros, queda claro que está huyendo de un pasado violento, uno que lo sigue atormentando y que define su presente. El coyote, que lo acompaña durante todo el trayecto, parece ser una representación de su propia alma: salvaje, solitaria y siempre en movimiento.
El arte que cuenta una historia
El estilo visual es sombrío y atmosférico, capturando la vastedad del paisaje y la soledad de Joe. Las expresiones de los personajes, los tonos apagados y la composición de las escenas crean una sensación de desesperanza, perfecta para el tono oscuro de la trama.