La serie X-Men de los años noventa y sus dificultades.
Marvel es una exitosa editorial de entretenimiento que, a sus 85 años de edad, sigue gozando de buena salud, en parte gracias a los productos audiovisuales protagonizados por sus personajes. No obstante, no fue siempre así. De hecho, la serie X-Men (1992 – 1997), compuesta por 76 episodios repartidos en cinco temporadas, fue uno de los primeros éxitos de los superhéroes de Marvel fuera de las viñetas, ya que nada de lo anterior había logrado reflejar con tanta fidelidad las aventuras de los cómics. A continuación, reproducimos su pegadiza cabecera.
Por supuesto, eso no significa que la serie no tuviese que hacer frente a una serie de inconvenientes antes de que los seguidores de los mutantes de Marvel pudiéramos disfrutarla en nuestros televisores. Por tanto, aprovechando que, tal y como comentamos en su momento, este mismo año, ha regresado con nuevos episodios, bajo el título de X-Men ’97, en una exitosa temporada de 10 capítulos ya estrenada y otras en preparación, es el momento idóneo para comentar esos inconvenientes de los que acabamos de hablar.
La compañía que se encargó de la animación de la serie de X-Men fue AKOM. Sin embargo, sus aportaciones ya había sido cuestionadas en otros trabajos anteriores, que habían terminado en finalizaciones del contrato, pero Fox les dio una oportunidad de la que no tardaría en arrepentirse.
Y es que, cuando se recibieron los filmes correspondientes al primer episodio de X-Men, se pudieron contabilizar centenares de errores, como el hecho de que Dominó y Bala de Canón, que teóricamente iban a aparecer en la serie, no se dejaban ver por ningún lado, mientras que otros personajes no proyectaban sombra alguna. Además, el hecho de que Magneto luciera su torso desnudo o que los rayos lumínicos de Júbilo parecieran espermatozoides en movimiento tampoco ayudaba demasiado.
Pero la premiere, fechada para el 31 de octubre, ya no podía ser retrasada, de modo que se hizo el mejor apaño que se pudo con el material disponible para no complicar aún más la situación.
Sin embargo, las complicaciones no iban a acabar ahí, ya que no tardó en quedar patente que el segundo episodio de X-Men no estaría listo a tiempo. Llegados a este punto, Fox declaró que, si no se cumplimentaban las entregas, anularían todos los pagos.
Aunque, en un principio, la intimidación parecía haber dado resultado, cuando se pusieron a revisar los materiales, se dieron cuenta de que faltaban nada menos que cincuenta escenas y no había tiempo para arreglarlo, de modo, que en una maratoniana sesión de veinticuatro horas, tuvo que hacerse un improvisado montaje a base de corta y pega.
Para evitar que volviese a suceder algo parecido, se tomó la decisión de paralizar la emisión de capítulos de X-Men hasta que la situación se normalizara, hueco que se cubrió con reposiciones de Super Ratón.
Afortunadamente, aquello no se convirtió en un lastre para la acogida de la serie, ya que los fanes se alegraban de poder visionar un producto de Marvel que, pese a ser animado, no insultaba la inteligencia del espectador, como se demostró con el hecho de que el segundo capítulo, a pesar de estar mutilado, superase al primero en audiencia.
Cuando se hicieron las correcciones necesarias, Fox tomo la decisión de agrupar los dos episodios en un especial que se emitió como reclamo para la reanudación de la serie. Fue esta versión de la aventura titulada como La noche de los Centinelas, la que se distribuyó en el mercado internacional.
Ya en la tercera temporada de X-Men, se decidió repartir el trabajo de la animación de la serie entre varios estudios, siempre con el ojo puesto en el calendario para evitar que sucedieran más imprevistos. No obstante, un episodio que le fue encargado a una empresa filipina precisó nada menos que mil novecientas correcciones, ya que presentaba muchas deficiencias visuales, lo que obligó añadir flashes y explosiones en las escenas repletas de acción.
Ya hablamos en su momento de la férrea censura a la que son sometidos los dibujos animados. Y X-Men no es una excepción, como se puede comprobar en los episodios en los que hace acto de presencia Yuriko Oyama, más conocida como Dama Mortal, cuya primera aparición tuvo lugar en el primer episodio de la tercera temporada (27 de la serie completa), titulado Más allá del pasado, 1ª parte. Para la versión animada que nos ocupa en este artículo, Dama Mortal tuvo que tapar con una camiseta blanca la visión parcial de sus senos, tal y como se muestra en la imagen que acompaña a este párrafo, puesto que su atuendo en los cómics resulta mucho más sugerente.
No esta de más aclarar que, en Estados Unidos, los canales de televisión tienen que responder ante la Comisión Federal de Comunicaciones. No es conveniente desobedecer sus estrictas reglas de programación, sobre todo en el caso de espacios teóricamente destinados a un publico infantil, ya que la consecuencias pueden ser cuantiosas multas para las empresas propietarias de dichos medios.
Aunque ya nos encontremos en pleno siglo XXI, sigue habiendo ciertos controles de censura, bien sea por motivos políticos o económicos, por lo que, a día de hoy, mucha gente prefiere ver sus espacios favoritos en las plataformas actuales, que no están sujetas a tanto control.
Para no desviarnos demasiado del tema, vamos a concluir con la siguiente reflexión: si en algún momento de tu vida has disfrutado con la emisión de episodios de X-Men y tienes oportunidad de volver a hacerlo, quizás los veas con otros ojos después de saber todas las dificultades que tuvo que afrontar la serie antes de ser retransmitida por televisión.